La multitud que ayer peregrinó a Plaza de Mayo para rechazar el fallo de la Corte Suprema que beneficiaba con el 2×1 al represor Luis Muiña fue una muestra contundente de la importancia que la sociedad argentina le da a la lucha en defensa de los Derechos Humanos.
Un día después de la movilización, el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo, hizo un balance de la expresión popular y consideró que "desde el punto de vista político, la credibilidad de la Corte Suprema quedó herida".
Sin embargo, aclaró que desde el punto de vista jurídico "había antecedentes". "Es un valor trascendente la independencia de los jueces, entonces me parece que por más que uno no esté de acuerdo con la decisión de un juez, si fue tomada de buena fe, si tenía antecedentes, corresponde respetar la opinión diversa. Yo creo que definitivamente hubo buena fe".
En diálogo con radio La Red, el senador oficialista destacó la ley que se aprobó ayer en el Congreso y que busca limitar la aplicación del beneficio del 2×1 a los condenados durante el período de tiempo en el cual ese régimen estuvo vigente (1994 a 2001).
La votación en el Senado fue por unanimidad: terminó 56 a 0. Así, se confirmó y ratificó lo que el martes votaron los diputados con un amplio consenso de todo el arco político, ya que la votación había terminado 211 a favor y 1 en contra.
"El 2×1 me parece una barbaridad. Es mucho más grave en un represor, porque los delitos de lesa humanidad tienen un régimen especial y Argentina se comprometió en tratados internacionales a penalizarlos", aseguró Pinedo.
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