"Sin justicia no hay un orden social y la paz no es posible". El arzobispo coadjutor de San Juan de Cuyo y presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, monseñor Jorge Lozano, rechazó el fallo de la Corte Suprema de Justicia que avaló que se aplicara el cómputo del 2×1 para beneficiar a Luis Muiña, un militar condenado por crímenes de lesa humanidad.
A modo personal, monseñor Lozano coincidió con las opiniones y miradas que criticaron la decisión del Máximo Tribunal más allá de las cuestiones técnicas. "Un fallo de estas características no ayuda a transitar este camino de búsqueda de justicia. Lejos de ayudar, renueva heridas y provoca intranquilidad y enojo", adviritó.
Aunque la Iglesia argentina no se expresó en particular sobre el fallo, el titular de la Pastoral Social dijo que "se ha hablado sobre la necesidad de verdad, memoria, justicia, del aportar datos –los que los tengan– tanto para recuperar la identidad de los que han nacido en cautiverio durante la dictadura o hayan sido robados de sus casas".
"La paz no es una mera ausencia de conflictos, sino que tiene que ver con restituir lo dañado y el arrepentimiento, y asumir las responsabilidades de los propios actos, particularmente sobre los hechos delictivos", agregó el religioso.
Para monseñor Lozano, "que alguien diga que volvería a matar es un disparate y no tiene ningún sentido. Lo que tenemos que hacer es transitar un camino que fortalezca la justicia para que se pueda vivir en paz", añadió.
"Que la gente exprese su parecer o su desacuerdo con estos fallos es algo muy importante. Sé que algunos juristas han presentado un recurso ante la CIDH y eso es bueno. Si uno percibe que un fallo no está hecho conforme a la Constitución pueda dar ese tipo de búsqueda y hay que alentar que lo que se haga siempre sea dentro del marco de las instituciones de la República", recordó monseñor Lozano.
En este marco y al ser consultado en Radio Rivadavia sobre la propuesta de "reconciliación", el religioso admitió un error en el modo que se comunicó. "Desde la fe es algo muy cercano, pero lamentablemente fue una palabra muy manipulada y cada vez que se la menciona algunos entienden impunidad, dar vuelta la página, mirar para otro lado y lejos de nosotros está proponer eso", enfatizó.
El religioso aseguró que con ese proceso de "reconciliación" impulsada por la Conferencia Episcopal, la Iglesia "no" está "impulsando ningún tipo de medida de reducción de pena ni de anulación de los juicios que se están llevando adelante" por la represión ilegal.
Recordó el caso del papa Juan Pablo II que fue a ver a su atacante Mehmet Ali Agca pero no pidió que lo dejen libre. "Fue un gesto de cercanía y perdón pero no tuvo que ver con alterar el orden de la justicia", destacó.
"Hay un camino que muchos han hecho de perdón, con reconocimiento de culpa. Me he encontrado con gente que ha afirmado que es necesario el curso de la justicia y estos juicios por delitos de lesa humanidad puedan seguir adelante. Sin embargo han hecho un camino de perdón y paz interior, lo cual no implica que se puedan mitigar sus penas ni mucho menos", concluyó.
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