La titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, criticó con vehemencia la decisión de la Corte Suprema de la Nación de avalar el cómputo 2×1 para un caso de lesa humanidad, a la que calificó como un hecho "abominable", al tiempo que responsabilizó al Gobierno: "Son ladrones y mala gente".
"Estoy mal. No acabo de reponerme de lo que dijo la Iglesia cuando ahora me entero de este 2×1 aprobado por la Corte que es abominable", afirmó la activista en declaraciones a la radio AM 750.
Por decisión de la mayoría, la Corte declaró aplicable la Ley 24.390 para el caso de Luis Muiña -Expediente "BIGNONE Benito A. y otro s/recurso extraordinario". La ley conocida como 2×1, que reduce el cómputo de la prisión, está en la actualidad derogada, después de haberse mantenido vigente entre los años 1994 y 2001.
"Estamos en un país de trastornados. Lo lamento por Elena Highton de Nolasco (una de los magistrados que votaron a favor). Si vivimos bajo presiones para mantener el estatus, que pongan un kiosco y que vendan golosinas", añadió.
De Carlotto calificó la decisión de la Corte como una estafa moral hacia la ciudadanía argentina y no tardó en involucrar al gobierno nacional en la medida.
"El Gobierno quiere borrarnos de la historia para construir la suya. Ahora quieren fusilarnos con una movida tan terrible", advirtió.
Por su parte, Lidia "Taty" Almeida, referente de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, se mantuvo en la misma línea.
"Es demostrar una vez más la violación que está haciendo la Justicia a los derechos humanos. Está dentro de este entorno, de este Gobierno, donde quieren borrar completamente la memoria y favorecer a los genocidas", aseguró Almeida en declaraciones al canal C5N.
"Esto no es una cosa de la Argentina, son delitos de lesa humanidad. No tienen prescripción, no son amnistiables. Es una decisión de tribunales internacionales. Pero acá parece ser que no les importa. Están basureando la memoria de nuestros hijos", aseguró la Madre de Plaza de Mayo.
A su vez, Almeida hizo referencia a la iniciativa de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) de concretar reuniones entre familiares de víctimas de la dictadura militar de 1976 y familiares de víctimas de la guerrilla.
La escritora y activista también cargó con vehemencia contra esas reuniones y advirtió que su agrupación no se sentirá representada en ningún encuentro dentro de ese marco.
"A nosotros, Abuelas, Madres Línea Fundadora y familiares, nadie nos invitó. Así que no nos vamos a sentir representados por los que vayan en nombre de los familiares de desaparecidos. Acá no actuamos en solitario", advirtió.
Y deslizó duras palabras contra la Iglesia argentina: "Realmente es lamentable comprobar una vez más que la jerarquía eclesiástica está tratando de borrar la memoria. Nos parece aberrante. Jamás va a haber reconciliación ni perdón (…) Son 40 años que pasaron y jamás tomamos justicia por mano propia", sentenció.
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