El teniente coronel (R) Emilio Guillermo Nani pidió este martes asilo diplomático en la Nunciatura Apostólica a través de una carta en la que dijo que lo están por detener en el marco de dos causas por delitos de lesa humanidad y alegó que en Argentina hay una "ausencia casi absoluta" de "garantías constitucionales y procesales".
"Acabo de pedir asilo diplomático en la Nunciatura Apostólica. No me permitieron el acceso aduciendo que el Nuncio no se encontraba presente, no pudiéndome dar respuesta en ese momento a mi pedido. La Nunciatura quedó en contestarme en cuanto (el nuncio monseñor Emil) Scherring pueda hacerlo sin fijar oportunidad, lo que equivale a negarme la entrada a la Sede Apostólica", denunció.
En la carta a la que Infobae tuvo acceso, señaló: "Tengo el honor de dirigirme a Ud. con la finalidad de poner en su conocimiento que he tomado la decisión de solicitar asilo diplomático ante la Sede del Estado Vaticano, en su doble condición de Estado soberano y Sede de la Santa Iglesia Católica Apostólica Romana, debido a la ausencia casi absoluta, en mi país, de garantías constitucionales y procesales para quienes tuvimos la responsabilidad de participar en la guerra contraterrorista, ordenada por gobiernos democráticos, para liberar a la Nación Argentina del flagelo del terrorismo, impidiendo que se instalara en ella un régimen de tinte totalitario comunista".
"Esta decisión se debe a que he tomado conocimiento que el Juez Federal Penal Nro. 1 y 3 de Mar del Plata, Santiago Inchausti habría resuelto ordenar mi captura para procesarme por la comisión de supuestos delitos de lesa humanidad", agregó.
A la hora de argumentar esa falta de garantías, enumeró una serie de cuestiones, como la existencia de Justicia Legítima en el seno del Poder Judicial, el rol del Estado como querellante en las causas de lesa humanidad, la emisión de una estampilla con la cara de Ernesto "Che" Guevara y la presencia de guerrilleros en el Estado.
Nani fue condecorado por su participación en la Guerra de Malvinas y en la represión al fallido intento del copamiento al cuartel de La Tablada, en 1989. En ambas situaciones fue herido. Incluso en el caso de La Tablada recibió un disparo en un ojo, por lo que usa un parche desde ese día.