La causa judicial en la que se investiga el pago de comisiones millonarias por la compra venta del edificio de la Procuración General de la Nación avanza.
El fiscal Eduardo Taiano, con el expediente delegado por parte del juez Julián Ercolini, tomará varias declaraciones durante la semana que se inicia. Una de ellas será la de Héctor Zurita, quien fuera director general de Administración de la Procuración cuando se realizó el proceso licitatorio del edificio de Perón 667 que se pagó $ 43.850.000.
Zurita estaba a cargo del área de administración de la Procuración. Allí fue designado Guillermo Bellingi, como subdirector general e intervino en el proceso licitatorio. Bellingi dependía directamente de la procuradora Gils Carbó. Luego de que Infobae revelara que su medio hermano Juan Carlos Thill, productor de seguros, cobró 3 millones de pesos de comisión por asesorar a una inmobiliaria en la compra-venta del edificio, fue removido de su cargo por la procuradora Alejandra Gils Carbó.
La empresa Jaureguiberry Asesores Inmobiliarios -que le pagó a Thill- cobró 7,7 millones de pesos por asesorar en la compra-venta a Arfinsa, la sociedad que vendió el edificio donde mudó sus oficinas Gils Carbó. Un allanamiento realizado en Arfinsa la semana pasada arrojó resultados positivos para la investigación.
En el contrato -también publicado en exclusiva por Infobae– firmado por Bárbara Jaureguiberry y Juan Carlos Thill, este último se comprometía a realizar múltiples gestiones relacionadas con la operación del edificio.
Una de esas gestiones quedó registrada. El 2 de mayo de 2013 a las 12.35 Jaureguiberry y Thill entraron al edificio que la Procuración General de la Nación tiene en la Avenida de Mayo al 700.
El proceso licitatorio estaba en la recta final. Había comenzado en marzo cuando los "asesores" firmaron los contratos antes de que se oficializara el llamado. En abril se abrieron los sobres de las ofertas y el 20 de mayo se adjudicó la venta a Arfinsa. La reunión fue en los días previos a que el negocio se concretara.
Aquel lejano jueves de mayo de 2013 Jaureguiberry y Thill presentaron sus documentos y quedaron registrados en una planilla del "Departamento de Intendencia" de la Procuración. Ese registro, según explicaron a Infobae fuentes de la investigación, fue aportado al expediente judicial -donde Gils Carbó está imputada- por la Procuración.
Los "asesores" que luego de la operación serían millonarios, se dirigían a la oficina 234 que era la ocupaba Bellingi. Salieron, siempre según la planilla a la que accedió Infobae, ocho minutos después. A las 12.43 fue registrada la salida de ambos.
Poco más tarde Jaureguiberry, esta vez sin la compañía de Thill, reingresó al edificio. A las 13:35 volvió a dirigirse a la oficina de Bellingi. Salió del edificio a las 14:20. La segunda reunión fue mucho más extensa que la primera de aquel día.
Bellingi manejaba información privilegiada sobre la millonaria licitación y su hermano -sin ninguna relación con el negocio inmobiliario- terminó cobrando 559.000 dólares de julio de 2013 como comisión. Jaureguiberry los pagó luego de recibir el doble por parte de Arfinsa.
Los investigadores judiciales intentan determinar las responsabilidades penales en la causa en la que se analiza un negocio millonario donde hubo pago de comisiones.
Taiano por un lado avanza en la causa penal y el fiscal de Investigaciones Administrativas Sergio Rodríguez en el sumario interno que ordenó Gils Carbó luego de la revelación de Infobae del pago a Thill.
Rodríguez ordenó varias declaraciones: entre ellas las de integrantes del área de Administración de la Procuración donde Bellingi trabajaba cuando tuvo acceso a la información que le permitió a su medio hermano cobrar una comisión millonaria.