La Sala II de la Cámara Criminal y Correccional Federal falló sobre tres incidentes planteados en la causa que se les sigue al ex secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli y a la ex titular de la Casa de Moneda, Katya Daura. A los ex funcionarios kirchneristas se les imputan los delitos de defraudación contra la administración pública.
La defensa de Parrilli había interpuesto un planteo de recusación contra el juez Claudio Bonadio y un planteo de nulidad, mientras que la tercera cuestión estaba vinculada con los recursos de apelación que interpusieron -además de Parrilli- los otros imputados: Javier Grosman, Katya Daura, Matías Njirjak y Diego Oller. Grosman era director de la Unidad Ejecutora Bicentenario de la Revolución de Mayo, Njirjak era asesor de una de las Gerencias de la Casa de Moneda mientras que Oller era gerente general operativo de la sociedad.
La causa se inició en junio de 2016 por la denuncia del presidente de Casa de Moneda, Marcelo Pose, quien manifestó en su presentación que el patrimonio de la Sociedad que él preside se había perjudicado a través de maniobras defraudatorias en el marco de una licitación para la impresión de un libro que no se realizó pese a que se gastaron 800.000 pesos en papel que nunca se utilizó.
Según la denuncia, todo el proceso licitatorio estuvo direccionado para que sea la Casa de Moneda la que resulte adjudicataria recurriendo a terceros para cumplir con la tarea y trabajando a "costo hundido" para realizar una oferta razonable. Por "costo hundido" se entiende que son aquellos recursos que ya se han gastado en un proyecto y que es improbable que se puedan recuperar. "Y, como dijera, el trabajo no se hizo, se cobraron $800.000 y no existió reclamo alguno del cliente. Se dejó papel durante más de tres años con otra empresa, no fue registrado y ninguna actividad se realizó para intentar recuperarlo con el perjuicio que ahora ello genera pues se reclama una deuda por su almacenaje durante todo ese tiempo", manifestó en su escrito el actual titular de la Casa de Moneda.
El Tribunal consideró probado que se cometieron delitos en ese marco. Los camaristas sostuvieron que se ha constatado que el patrimonio de la Sociedad del Estado Casa de Moneda fue efectivamente afectado.
Consideraron que antes de ser adjudicada en la licitación, la empresa operó a "costo hundido" autorizando importantísimos gastos a favor de terceros en forma excepcional, apartándose de lo establecido en el estatuto de la sociedad. Todo esto se hizo con el aval de la entonces titular de la Casa de Moneda, Katya Daura, y de Matías Njirjak. En el fallo, los jueces destacan que se desarrolló "una actividad que tuvo por matriz común el uso indiscriminado de un patrimonio de carácter público, sorteando los canales regulares y sin provecho final alguno".
Sobre el rol de Oscar Parrilli, los camaristas afirmaron que "no revela su ajenidad con la maniobra –como alegó su defensa-, sino lo contrario. Se ha probado que se transfirieron –para un trabajo cuya producción se dejaría unilateralmente sin efecto- ochocientos mil pesos ($800.000) de los recursos propios de la Secretaría General de la Presidencia". No sólo eso, Parrilli le sugirió a la autoridad de la Casa de Moneda que se presentaran en la licitación para imprimir el libro de la "Década Ganada".
En cuanto a la actuación de Daura, los magistrados señalaron que llama la atención que autorizó compras que implicaron perjuicios para el patrimonio del Estado sin obtener provecho alguno, cuando había signos claros de que podría producirse ese resultado. Además no le dio intervención al directorio como hubiera correspondido para este tipo de operaciones.
En la resolución, la Sala II de la Cámara Federal confirmó los procesamientos y embargos de Oscar Parrilli, Katya Daura y Matías Njirjak, al tiempo que dictó la falta de mérito de Diego Oller y Javier Grosman.