El gobierno nacional limitó este lunes a un tema de "de estricto carácter de habilitación municipal" del espacio porteño el conflicto desatado anoche entre la policía y los docentes frente al Congreso por la instalación de una carpa itinerante. Aunque desde la Casa Rosada también evalúan que detrás de esas manifestaciones de protesta se esconde un modus operandi bien definido de un sector opositor: el deseo del kirchnerismo de mostrar a un presidente Macri ligado a la represión.
A su vez, ante el paro nacional convocado por los docentes para hoy a raíz de los episodios desatados frente al Congreso, los allegados al jefe de Estado consideran que habrá que esperar cómo reacciona la sociedad y confían en la estrategia de desgaste a los gremios docentes frente al hastío social.
Fuentes calificadas de la Casa Rosada evaluaron ante Infobae que la protesta de anoche que terminó con desmanes y enfrentamientos entre los docentes y la policía se limitó a un tema estrictamente del distrito de la ciudad manejado por Horacio Rodríguez Larreta. "En cualquier lugar del mundo para instalar una carpa en un espacio público hace falta un permiso. Es tan simple como eso. Aquí no había permiso de habilitación y la policía actuó como corresponde", dijo un funcionario del gobierno.
En este sentido, la lectura que hace la Casa Rosada de los hechos de violencia no implicará que Macri se desligue de los efectos políticos que impliquen esa refriega entre docentes y policías. Por el contrario, Macri junto con varios funcionarios de su círculo íntimo evaluaron hoy por la mañana los hechos de ayer y están convencidos de que hay "un interés oculto del kirchnerismo y de otros sectores duros detrás de cada hecho de violencia que buscan mostrar a un gobierno represor".
Para los funcionarios del gobierno esta estrategia comenzó a rodar el 24 de marzo en que se conmemoró otro aniversario del golpe militar. Allí, en la Plaza de Mayo se mostraron consignas tales como "Macri=dictadura" o "Macri represor". A la vez, recuerdan en el gobierno, para esa movilización se pudo ver al jefe del gremio de los docentes de Suteba, Roberto Baradel compartiendo una camioneta con Hebe de Bonafini y el ex jefe de Gabinete de Cristina Kirchner, Aníbal Fernández. Luego se dio el paro nacional de la CGT donde el gobierno relacionó a algunos sectores kirchneristas con los piquetes que terminaron con enfrentamientos con la policía. Ayer, pocos minutos después de la gresca entre la policía y los docentes frente al Congreso la ex presidenta empezó a difundir desde su cuenta de Twitter que el gobierno nacional estaba actuando con "una fuerte represión contra los docentes" y lanzó imágenes de los maestros retirados por la Policía de la Ciudad. Al unísono, minutos después, Aníbal Fernández, Juan Manuel Abal Medina y Héctor Recalde desfilaban por diferentes canales de TV replicando el mismo eje discursivo de Cristina.
"Está claro que hay un sector que busca emparentar a Macri con la represión y desgastar la figura presidencial", acotó un secretario de Estado.
Por otra parte, en el gobierno entienden que el paro nacional de mañana será "difícil de explicar" ante la sociedad. En este sentido, creen que luego de un mes de paro en la provincia de Buenos Aires sumar a nivel nacional un paro por la instalación de una carpa itinerante podría generar un efecto de desgaste en los gremios docentes. Desde esta perspectiva, la Casa Rosada ve que los padres de los chicos que no podrán ir mañana a clases mostrarán su malestar ante el nuevo paro convocado por los maestros para hoy por la no instalación de la carpa itinerante.
Desde otra lectura, en el gobierno también están convencidos de que hay un sector de la oposición que busca emparentar a Macri con la figura de Menem. Es que la intención de CETERA de instalar una "escuela pública itinerante" frente al Congreso se peuede emparentar automáticamente con la "Carpa Blanca Docente" que existió durante el gobierno de Carlos Menem como muestra de lucha de los maestros contra un modelo neoliberal.