El embajador de Venezuela en la Argentina, Carlos Martínez, calificó de "insignificantes" las expresiones de preocupación de Mauricio Macri y el gobierno argentino sobre la crisis de Venezuela ante la decisión de Nicolás Maduro de disolver la Asamblea Legislativa.
En diálogo con Infobae, Martínez dijo que no había recibido comunicación alguna por parte de la administración de Macri ante los mensajes de preocupación que planteó la Argentina junto con otros países de la región. Pero remarcó que tanto las críticas del Gobierno como de sus pares de la región resultan "insignificantes" y no serán tomadas en cuenta por el régimen de Caracas.
Martínez es un embajador político de mucha llegada al presidente Maduro y durante los años del kirchnerismo supo tener una estrecha relación con la ex presidente Cristina Kirchner y con los movimientos sociales que respondían a la jefa de Estado. Con el gobierno de Macri, el funcionario bolivariano quedó completamente aislado de la política oficial que es muy crítica del régimen de Maduro.
Por otra parte, en el Gobierno evalúan mantener al encargado de negocios de la Argentina en Venezuela, Eduardo Porreti, con el objetivo de seguir teniendo en Caracas una línea de diálogo no sólo con el gobierno de Maduro sino también con la oposición.
El repudio al régimen bolivariano surgió luego de que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) decidiera asumir las competencias del Parlamento, controlado por los opositores, debido a la persistencia del "desacato", un estatus que el Supremo impuso el año pasado a la Asamblea Nacional (AN, Parlamento) por el incumplimiento de varias sentencias.