Un antes y un después. Otra vuelta de página de la historia argentina y una mirada diferente de la sociedad respecto de los militares. Todo esto y mucho expuso el ministro de Defensa Julio Martínez, quien en el 41° aniversario del golpe militar aseguró que el gobierno de Mauricio Macri "no quiere unas Fuerzas Armadas al servicio de un proyecto político sino que estén al servicio del Estado y de la democracia".
Con duras críticas a la gestión kirchnerista y una mirada hacia el futuro, Martínez dialogó con Infobae sobre lo que implica para el gobierno actual la conmemoración de este 24 de marzo y de lo que fue la dictadura militar. "La mayoría de los militares actuales de las Fuerzas Amadas no habían nacido cuando fue el golpe, por lo que no tienen por qué hacerse cargo de lo que hicieron otros como planteó el gobierno anterior", dijo Martínez. No es la única expresión filosa del ministro de extracción radical: "El error del kirchnerismo fue no haber dirimido entre culpables e inocentes entre los militares. Puso a todas las Fuerzas Armadas como culpables y eso fue un gran error", dijo el ministro de Defensa desde su amplio despacho del Edificio Libertador. En este sentido, Martínez fue tajante: "Lo que faltaba era el respeto del gobierno por los militares".
–¿Que significa esta fecha del 24 de marzo para el gobierno de Macri?
–Es una fecha dura para todos los argentinos incluido para el gobierno de Macri. Es un día triste que nos debe servir para tomar conclusiones hacia adelante. Pero quisiera plantear como ministro de Defensa en reivindicar las actuales Fuerzas Armadas con su profesionalismo, su dedicación, su servicio a la patria y su apego a la ley y a la democracia. Pero sobre todo su apego al servicio del Estado y no de un proyecto político como se intentó hacer con el anterior gobierno. Es importante plantear este eje. Las Fuerzas Armadas actuales, en su 80% no habían ni siquiera nacido en ese golpe de Estado de 1976. Entonces no tienen por qué hacerse cargo de lo que hicieron otros porque ellos están apegados a la ley y a la Constitución. El otro día un suboficial me pidió si podía trabajar y volver al trabajo de civil porque sentía el rechazo de la comunidad con el uniforme militar. Eso me dolió. Es que hubo una sobreactuación del gobierno anterior, equivocada, porque apuntó a todas las Fuerzas Armadas sin dirimir entre culpables e inocentes. Este no es un tema menor. Cuando el presidente habla de unir a los argentinos, habla de esto también. Es un prurito que no está en el común de la gente sino en algún sector de la dirigencia. Por el contrario, muchas veces pasa que vamos a un municipio o una provincia y vemos el respeto que hay hacia las Fuerzas Armadas. Entonces vemos que la sociedad en su gran mayoría tiene un respeto por los militares. Lo que faltaba era el respeto del gobierno a las Fuerzas Armadas.
–¿Cree que el kirchnerismo fomentó un rechazo de la sociedad a las Fuerzas Armadas?
–Sí. El error del kirchnerismo fue no haber dirimido entre culpables e inocentes. Los puso a todas las Fuerzas Armadas como culpables y eso fue un error. No es la institución la culpable de lo que pudo haber ocurrido hace 40 años dentro de la institución.
–¿Hace falta una reconciliación entre la sociedad y los militares?
–Creo que no hace falta una reconciliación porque de hecho ahora no vea que haya una división. El corte lo hacía el gobierno anterior, no lo hace la sociedad. Por ejemplo, el gobernador Morales, de Jujuy, no hace más que agradecer el apoyo de las Fuerzas Armadas en el trabajo en las inundaciones y así cada uno de los gobernadores. Cuando entraron en emergencia siete provincias fueron las Fuerzas Armadas las que acudieron. Pusimos al servicio de las inundaciones y de los aludes o incendios el apoyo de las Fuerzas Armadas. Eso es reconocido por la sociedad. El gobierno anterior había creado una secretaría de emergencia que nosotros las profundizamos desde el Ministerio de Defensa.
–¿Qué razón de ser tienen hoy las Fuerzas Armadas de Macri en diferenciación del proyecto del kirchnerismo?
–El kirchnerismo y sus jefes planteaban que debían ser Fuerzas Armadas al servicio del proyecto nacional y popular. Nosotros no pedimos que estén al servicio de un proyecto político sino al servicio del Estado que somos todos y al servicio de la democracia. Jerarquizamos ejes de trabajo en épocas de paz para las misiones de paz en Haití, en Colombia y en Chipre. Está la misión antártica y también las maniobras conjuntas con países vecinos para atender situaciones de emergencia. Tenemos otra misión que es el apoyo a las fuerzas de seguridad en la lucha contra el narcotráfico. Y en eso estamos trabajando en el control del espacio aéreo. Duplicamos las horas de radar en el norte y en forma aleatoria. Antes esto no se hacía porque no había presupuesto. Esto hizo que haya 22% menos de vuelos irregulares detectados en la frontera norte. Y tenemos previsto instalar tres radares más para tener cubierta toda la frontera norte. Así creemos que vamos a reducir a la mínima expresión el ingreso de vuelos ilegales. No decimos que vamos eliminar el narcotráfico porque entran por tierra y agua pero nosotros cumplimos con nuestra parte.
–¿Cree que haría falta una Comisión de la Verdad para que se ponga a disposición a todo aquel militar que quiera brindar información sobre lo ocurrido en la dictadura?
–Eso ya se hizo. Todo lo que la parte política y los militares pudieron aportar lo han hecho. Obviamente que los que están ahora, la mayoría no había nacido, no sabía lo que pasó. Pero lo que está al alcance de la institución ya se aportó. Se están correspondiendo a los requerimientos de la justicia.
–¿Qué tipo de daño le hicieron personajes como Milani y cómo se va a manejar todo lo que tiene que ver con la inteligencia militar?
–El tema Milani ya está en la justicia y prefiero no opinar para no interferir en la justicia. El tema de inteligencia militar, nuestra indicación es hacer lo permitido por la ley y no se puede hacer inteligencia interna. Nuestra inteligencia debe estar preparada en caso de una guerra no para hacer persecución de periodistas, dirigentes, piqueteros. Eso está prohibido por la ley.
–¿Cree que el aumento salarial que se le dio a los militares no puede molestar a sectores docentes, por ejemplo?
–Más que un aumento real, lo que se atendió es una situación heredada que es el blanqueo del personal. El gobierno anterior pagaba la mitad de los salarios en negro. Nosotros regularizamos esta situación y no creo que nadie se oponga a esta situación de blanqueo. Los gremios están de acuerdo con esto. Nadie puede discutir esto. El aumento que van a recibir es el mismo que va a recibir el resto de la administración pública. Las Fuerzas Armadas estaban rezagadas. Vinimos acá no para especular sino para hacernos cargo de los problemas. En cuanto a reequipamiento militar también se está haciendo todo lo que humanamente se puede hacer.