Los tiempos se acortan. En vísperas de la campaña electoral que definirá la suerte del segundo tramo del mandato de Mauricio Macri, el Gobierno empezó a entrar en etapa de definiciones relacionadas con la gestión y con las elecciones. Caída la candidatura de Jorge Macri, como adelantó ayer Infobae, el PRO reflotó en estos días la eventual candidatura de Esteban Bullrich, uno de los ministros de mejor relación con el Presidente, en la provincia de Buenos Aires.
La figura de Bullrich sobrevoló el extenso almuerzo que Macri compartió anteayer en la Casa Rosada con el jefe de Gabinete Marcos Peña, la gobernadora María Eugenia Vidal, el jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta y el estratega Jaime Durán Barba, integrantes de la mesa chica del Gobierno. Según confiaron altas fuentes oficiales, fue durante esa comida en la que se terminó de sepultar la eventual postulación a senador del intendente de Vicente López, enfrentado a Elisa Carrió, que en los últimos días volvió a arremeter con dureza contra el primo del jefe de Estado.
"El veto fue terminal", explicaron. En consecuencia, los comensales volvieron a levantar la figura del ministro de Educación, cuyo nombre había sonado a mediados del año pasado como supuesto candidato de Cambiemos en la provincia de Buenos Aires para las elecciones de medio término. Tanto Rodríguez Larreta, como Peña y Durán Barba ven con agrado la postulación del ministro, aunque será Macri quien tenga la última palabra.
Desde el entorno del jefe de Estado aseguraron que en los últimos días hubo varias señales desde la cúpula del PRO hacia el funcionario en ese sentido, aunque cerca suyo dijeron que no tuvo ningún ofrecimiento formal y que son versiones que datan desde hace tiempo. "Le encanta lo que hace, no quiere saber nada", explicaron. Bullrich fue uno de los protagonistas de la reunión de gabinete del martes pasado en la quinta de Olivos y volvió a hablar por teléfono con el mandatario al día siguiente por el conflicto docente.
En noviembre del año pasado, cuando le consultaron por una eventual postulación del ministro, Macri fue tajante: "No voy a sacar a uno de los mejores ministros de Educación de la historia por una elección". La ausencia de un candidato con buena imagen y del agrado de la mesa chica del Gobierno podrían torcer aquella negativa presidencial. Para colmo, la figura de Bullrich comienza a cobrar mayor relevancia en medio de la puja con los gremios docentes bonaerenses y ante un conflicto que parece sostenerse en el tiempo.
Ayer por la tarde, el PRO se reunió en plenario en el salón Sirio Libanés del barrio porteño de Saavedra, a metros de la General Paz. Si bien negaron haber discutido candidaturas, la puja interna en la provincia de Buenos Aires dominó los corrillos. El adelanto de este medio sobre la negativa al intendente de Vicente López a encabezar la lista de senadores sacudió el avispero. De hecho, el primo del Presidente había confirmado su participación en la reunión partidaria pero nunca apareció. Sin aviso.
La baja del intendente obedece a tres razones. Su apellido, que tiene baja aceptación en los sectores más duros del Conurbano bonaerense. Su poco vuelo en las encuestas. Y la resistencia férrea de Carrió, que ayer abundó de recorrida por una muestra agropecuaria que tras Semana Santa hablaría de candidaturas con el Presidente. La líder de la Coalición Cívica, resistida por Vidal y por gran parte de la cúpula del PRO, es una de las principales inquietudes electorales del Gobierno de este año. En ese cóctel explosivo, sumado al dilema por la candidatura de Cristina Kirchner y la interna peronista, cobra notoriedad la figura de Bullrich.