Tres fuentes independientes (una del Gobierno nacional, otra del Gobierno provincial y una partidaria) coincidieron en que el intendente de Vicente López, Jorge Macri, no será el candidato a senador nacional de Cambiemos en las elecciones legislativas que se disputarán este año.
La decisión no fue tomada por las críticas de Elisa Carrió a esa candidatura, tampoco porque su figura apenas despunta el 20% en las encuestas (y 51% negativa), sino por un asunto central y estratégico: el apellido Macri es una mochila en el conurbano de la provincia de Buenos Aires, donde se concentra el 23% del electorado nacional y el Gobierno se juega la gobernabilidad. En efecto, casi el 60 por ciento de la población de la Primera y Tercera Sección Electoral tiene una imagen negativa del Presidente.
El análisis de las candidaturas bonaerenses fue uno de los temas discutidos ayer en la Casa Rosada durante el almuerzo que Mauricio Macri compartió con el jefe de Gabinete, Marcos Peña, la gobernadora María Eugenia Vidal, el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y el estratega de la comunicación oficial, Jaime Durán Barba.
Aunque no fue el único. La persistencia de la recesión y la caída en las encuestas se transformaron en una obsesión de la mesa chica presidencial, que busca encontrar los caminos para revertirlas. El freno a los aumentos tarifarios que estaban previstos para este año es otra de las decisiones tomadas en el encuentro.
No le resultó fácil al Presidente aceptar que su figura no logra empatizar en el conurbano, como sí sucede ante las audiencias mundiales, que ven en el liderazgo de Macri una salida democrática y racional al largo populismo que dominó la región durante la década pasada. Macri aparece "frío y distante", alejado de las preocupaciones de los habitantes más humildes pero, sobre todo, de la clase media baja, que tenía esperanzas en el cambio que por ahora ve defraudadas.
La fuente del Gobierno bonaerense que habló con Infobae confesó que "mi problema es cómo acercar el Gobierno nacional al conurbano" y se lamentó de que desde la Casa Rosada "se pondere tan mal el federalismo, porque de cinco viajes del Presidente al interior, solo uno es a la provincia de Buenos Aires, y solo medio al conurbano, sin tomar dimensión del territorio y la población que allí vive". Y agregó: "Por eso parece que Macri diera la espalda al conurbano, porque es tan extenso que no alcanza con que vaya una vez cada dos meses, para la enorme mayoría de sus habitantes es como si no hubiera ido nunca".
Por su lado, el funcionario del Gobierno nacional contó que existe un "gabinete territorial" integrado por Rogelio Frigerio, Carolina Stanley y Jorge Triaca, pero "está claro que no alcanza para dar respuesta a las microdemandas que se reproducen en todos los rincones de las intendencias con peores índices de pobreza".
El dirigente partidario que habló con Infobae estuvo presente en la larga reunión que Lilita mantuvo el sábado por la mañana en su casa de Exaltación de la Cruz con Peña y el vicejefe de Gabinete, Mario Quintana, donde la líder de la Coalición Cívica no se mostró tan interesada en ser la candidata a senadora por la provincia de Buenos Aires como porque la coalición realice una oferta política "que permita ganar las elecciones con los valores de Cambiemos, y reflejando la complejidad" de los partidos que lo integran.
Carrió lidera la imagen positiva de los candidatos posibles en el conurbano con el 40 por ciento de imagen positiva, aunque también tiene 50 por ciento de negativa. De todos modos, en el PRO consideran que se trata de una figura que existe por sí misma, en el sentido de que no expresa el liderazgo de Vidal. "Tráiganme una opción mejor y yo la apruebo sin ningún problema", dijo Lilita, que sabe que por ahora no hay.
Sin embargo, el método macrista no es lineal en materia electoral. De hecho, Sergio Massa medía mucho mejor que Vidal para competir en la provincia de Buenos Aires, pero el PRO decidió competir con quien inició su campaña con el 5 por ciento de conocimiento y ninguna encuesta decía que podía ganarle a Aníbal Fernández.
Por eso es que el intendente Macri todavía conserva la esperanza de ser elegido para ocupar la candidatura a senador, no solo interesado en la campaña sino, más que nada, en respaldar al Gobierno de su primo en el Senado de la Nación, donde se necesitan espadas de confianza para la segunda parte -y, por ahora, última- de la gestión. Aunque, como se dijo, todas las fuentes aseguran que ya no existe esa opción para él. "El ya lo sabe, pero insiste para negociar alguna otra cosa", explicó el funcionario nacional consultado.
De todos modos, falta mucho para anunciarlo oficialmente. Solo se hará a último momento, cuando la oposición haya mostrado sus cartas, seguramente a días de inscribir las candidaturas para competir en las PASO.