"Cantan 'vamos a volver'. Lo que no sé es si quieren volver ellos solos o todo el peronismo". La frase, en la que se hace referencia al grupo juvenil La Cámpora, salió de la boca de un importante dirigente del PJ Bonaerense y deja a la luz las diferencias que permanecen en el seno del partido justicialista. Ni una foto con líderes de diferentes facciones ni un pomposo mensaje de unidad pueden esconder las grandes diferencias que existen en el interior del histórico partido.
La aparición del hijo de la ex presidente Cristina Kirchner en el encuentro realizado en la quinta de San Vicente no cambió la ecuación del problema. La interna se mantiene viva y ardiente, como sucede desde enero del 2016, cuando los intendentes de la Provincia comenzaron a agruparse para intentar reorganizar el peronismo desde las bases.
La llegada de Máximo Kirchner a la quinta donde descansan los restos del ex presidente Juan Domingo Perón sorprendió a muchos de los asistentes. "No sabía que iba a formar parte de la reunión. Me sorprendió su presencia", le comentó a Infobae uno de los dirigentes que participó en la reunión. La asistencia del diputado nacional por el Frente para la Victoria revolucionó el encuentro en pocos minutos. No hizo falta un discurso encendido y ni una intervención destacada para que ocupara un espacio en la mesa donde se sentaron los principales dirigentes.
Máximo se sentó entre el presidente del PJ Bonaerense, Fernando Espinoza, y el intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde. Desde allí escuchó cada uno de los discursos que se emitieron durante la calurosa mañana del viernes. Los más de treinta grados de sensación térmica empaparon de sudor a todos los dirigentes que se amontonaron en la mesa principal que se había preparado para el evento. El calor se convirtió en protagonista de una reunión en donde los dirigentes más importantes del peronismo bonaerense se miraron de reojo y accedieron a una foto grupal.
Un dirigente que estuvo presente en San Vicente y que mantiene diferencias con la forma de conducción de La Cámpora fue terminante a la hora de definir lo que había sucedido en el encuentro. "Hubo un cambio de estrategia fuerte del kirchnerismo. Recalcularon", precisó, en referencia a la decisión de sacar del comunicado que iba a emitir el partido la convocatoria para acompañar a Cristina Kirchner a los tribunales federales de Comodoro Py. Además, no hubo acusaciones cruzadas ni reproches, lo que había ocurrido en los últimos encuentros.
LEA MÁS: Cristina Elisabet Kirchner convocó a marchar junto a la CGT el 7 de marzo
La forma de conducción del partido y el nombre de los posibles candidatos marcan las diferencias entre los dirigentes de diferentes espacios. Mientras el sector más kirchnerista intenta imponer a la ex jefa de Estado como candidata a senadora, otro grupo de intendentes se aferran al posible desembarco de Florencio Randazzo. La ex Presidente y el ex ministro del Interior dividen las opiniones y mantienen viva la interna partidaria.
"La unidad es el gran anhelo. Trabajamos para eso", le explicó a Infobae el presidente del Bloque Justicialista, Oscar Romero. Aunque las metodologías de conducción diferencian a los diferentes sectores que componen el partido, la búsqueda de un consenso sigue siendo el principal objetivo a cumplir. La unión de un partido no se concreta fácilmente. Aunque algunos sectores se empecinen en demostrar que las diferencias internas no existen y son parte del pasado.
El partido se divide entre quienes pretenden que el kirchnerismo, de la mano de Cristina Kirchner, vuelva a conducir el peronismo, y entre los que aseguran que la ex mandataria es parte del pasado y el PJ necesita una renovación profunda que deje en el camino a los nombres propios más importantes de la última década.
"En el peronismo los liderazgos se construyen y se ganan", le aseguró a este medio un dirigente de peso en el PJ bonaerense, que formó parte de la reunión en San Vicente. Cristina Kirchner perdió el liderazgo el mismo día en que dejó de ser Presidente. Actualmente es una de las figuras más importantes del partido a nivel nacional. La respaldan la historia y las encuestas. Pese a la imagen positiva que conserva en los sectores más poblados del Conurbano, un amplio grupo de dirigentes e intendentes prefiere que no participe de la nueva etapa del peronismo. Aquella que empezó el día que se terminó su gobierno.
El día que el peronismo tenga un líder, sea cuál sea el nombre, se terminarán las negociaciones para mostrar unidad interna. Falta poco. Los votos de la sociedad argentina cambiarán la historia del PJ. Y, sobre todo, serán determinantes en el nacimiento de un nuevo liderazgo en el peronismo. Pero hasta el momento, en el final del mes de febrero de 2017, la palabra unidad le queda demasiado grande a un partido que intenta sacar la cabeza de la tierra después de la derrota electoral más importante de su historia.
LEA MÁS: El cónclave del PJ Bonaerense que posibilitó el acercamiento de los intendentes
LEA MÁS: Más detalles sobre la suspensión del congreso del PJ en Santa Teresita