Madrid. Enviado especial. El rey Felipe VI recibió con pompa y circunstancia al presidente Mauricio Macri para iniciar una gira histórica de noventa y seis horas que puede marcar para siempre la relación bicentenaria entre Argentina y España. Macri pretende inversiones millonarias, consolidar su liderazgo internacional y aprovechar la pertenencia de España en la Unión Europea para acelerar el acuerdo de libre comercio con el Mercosur. En cambio, Felipe VI y el presidente Mariano Rajoy desean que su acercamiento a Argentina multiplique los negocios de capitales locales en la región, fortalezca el peso específico de España en la Unión Europea y coloque nuevamente a Madrid como una capital con peso propio en el nuevo tablero geopolítico. Como se observa, hay intereses concordantes y un fuerte ánimo político para cerrar los acuerdos bilaterales que hasta anoche se negociaban entre las principales autoridades de Argentina y España.
Antes del triunfo de Donald Trump, Macri había desplegado una estrategia de seducción en Estados Unidos y la Unión Europea (UE). Washington respondió a las señales y Barack Obama bajó hasta Buenos Aires para confirmar que Argentina regresaba al mundo. La UE tuvo idéntica reacción, pero frente a sus conflictos internos privilegiaba acuerdos bilaterales con Estados Unidos y Canadá. En este contexto, pese a los esfuerzos de Italia y España, el Mercosur estaba lejos de conquistar el alma y los bolsillos de la Comunidad Europea.
La derrota de Hillary Clinton modificó el guion internacional y obligó a un replanteo de la UE. Y este replanteo aparece sin eufemismos durante una reunión que la canciller Susana Malcorra y el ministro Francisco Cabrera tuvieron en Davos con Cecilia Malmströn, comisaria de Comercio de la Unión Europea. Malmströn explicó a Malcorra y Cabrera que ahora todo podía fluir, y Macri sin pérdida de tiempo trazó una hoja de ruta que implicó visitas presidenciales y ministeriales a Chile, Brasil, México, Alemania y España.
"Nosotros demostramos que tenemos gobernabilidad y que esa gobernabilidad se traduce en el fortalecimiento de la seguridad jurídica. Entonces, con gobernabilidad y seguridad jurídica, vendrán las inversiones a la Argentina. Esa es nuestra apuesta institucional en esta gira oficial", aseguró Malcorra a Infobae.
—¿Y cómo se utilizará esta intención respecto al acuerdo que se negocia entre el Mercosur y la Unión Europea?— preguntó este enviado especial.
—España es parte de nuestra historia y siempre nos apoyó. El presidente Macri hablará sobre este tema con el presidente Rajoy, que nos ayudará en Bruselas para avanzar en un sentido positivo. Están dadas todas las circunstancias para lograr un acuerdo…
—¿Pese a las resistencias de Francia, Irlanda y Polonia?
—Sí. La Unión Europea firmó un acuerdo con Canadá, y eso a nosotros nos da confianza. Porque en distintas dimensiones, las economías de Canadá y Argentina se parecen y también compiten con los mercados de internos de Francia, Irlanda y Polonia. Ahí hay una clave para tener en cuenta.
La perspectiva geopolítica enunciada por Malcorra tuvo su ejecución técnica durante una reunión que mantuvo Cabrera con Luis de Guindos, ministro de Economía, Industria y Competitividad de España. De Guindos es el funcionario más poderoso del gabinete de Rajoy y acordó con Cabrera una hoja de ruta para avanzar en el acuerdo UE-Mercosur. Si ese acuerdo prospera, y Trump desde la Casa Blanca no bombardea la lógica multilateral de la diplomacia moderna, podría haber un anuncio formal antes del 2019.
Pero De Guindos y Cabrera no sólo afilaron la estrategia de España y Argentina para cerrar un acuerdo UE-Mercosur. Ambos ministros establecieron una agenda económica, comercial y financiera que intenta recuperar el peso de las inversiones españolas en la Argentina. Con la expropiación irregular de Repsol y las posteriores medidas políticas de Cristina, España sufrió un retroceso geopolítico y cedió su lugar de privilegio como potencia inversora en el país.
"Aquí hay una estrategia conjunta entre ambos países. España nos ayudará en la Unión Europea, frente a países que aún observan al Mercosur como un adversario. Por eso, esta gira será histórica", dijo Cabrera a Infobae.
—¿Y España que se lleva a cambio?— preguntó este periodista.
—Peso específico en la región, mayor influencia en la Unión Europea y ratificar los lazos históricos de cooperación entre España y Argentina–, contestó Cabrera.
Macri, que apareció sonriente junto al Rey, buscará fortalecer sus acuerdos con la Moncloa e insistirá en todos los foros que ya se puede invertir con seguridad jurídica en la Argentina. En definitiva, el Presidente tratará de consolidar su liderazgo regional para apuntalar un proceso político que vincule definitivamente a Europa con América Latina. Se trata de un sueño colosal que intentó Raúl Alfonsín y que aún espera su oportunidad histórica.