Hoy se debería haber realizado el Congreso del Partido Justicialista (PJ) en la ciudad balnearia de Santa Teresita, pero ayer, los organizadores decidieron suspenderlo debido a las lluvias que el Servicio Meteorológio Nacional había pronosticado para este fin de semana en la costa bonaerense.
Sin embargo, como publicó Infobae, la verdadera razón no fue el clima, sino la división interna y los cruces entre los distintos grupos de intendentes, y sobre todo, los renovados ataques por parte del sector kirchnerista hacia el resto del arco peronista.
Si bien los alcaldes que conforman los varios subgrupos del peronismo bonaerense (Esmeralda, Fénix, Patria y El Establo) habían acordado durante las últimas semanas dejar a un lado sus diferencias y apuntar hacia la unidad de cara a las elecciones, los reiterados ataques desde representantes del Frente para la Victoria fueron clave a la hora de suspender el congreso del PJ.
"Había un mal clima desde hacía tiempo por un conjunto de operaciones mediáticas del sector más cristinista. Algunos medios habían publicado que los intendentes quieren ir detrás de ella. La aparente unión detrás de Cristina eran operaciones, no eran reales. A eso se sumaron discusiones internas", le dijo a Infobae un importante referente del peronismo a nivel nacional.
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Lo cierto es que el congreso que se iba a realizar hoy tenía el objetivo de mostrar a un PJ unido pensando en las legislativas de octubre de este año. Además se había planificado la publicación de un documento posterior con duras críticas a la gestión del presidente Mauricio Macri. Pero en los últimos días, la frágil unidad se rompió.
"Hasta el miércoles la mayoría íbamos a ir. Siempre puede que alguno falte, pero en general había una idea de cuidar la unidad. Pero la discusión por la modificación del régimen de ART en diputados evidenció que el FpV seguía maltratando a todos los que no compartían su posición", dijo a Infobae la misma fuente, que agregó que "la gota que rebalsó el vaso fue cuando Cristina retuiteó un tuit de Mayra Mendoza" en el que escrachaba a los legisladores que habían facilitado el quórum para que comenzara la discusión parlamentaria.
Al otro día, empezaron a circular los mensajes entre los referentes peronistas menos cercanos al kircherismo. Algunos amenazaron con bajarse del encuentro, y otros se preguntaban para qué iban a dar una señal de unidad si desde el FpV "nos llamaron traidores". "Ellos quieren hablar de unidad en torno a la figura de Cristina. Solo quieren eso. Hasta que no haya una gran interna, las diferencias no se van a dirimir", le dijo a Infobae un dirigente clave del Grupo Esmeralda.
"Si íbamos, nos hubiéramos puteando adelante de todo el mundo. Eso hubiera sido irreversible. Fernando Espinoza y Verónica Magario entendieron que (la cancelación del congreso) no fue contra ellos, sino que todos íbamos a pagar el costo político", admitió el dirigente del peronismo nacional.
Los bloques Frente Renovador (Massa), Justicialista (Bossio), Progresistas (Stolbizer) y Movimiento Evita dieron el quórum para la votación
— Wado de Pedro (@wadodecorrido) 16 de febrero de 2017
Cuando Infobae consultó al referente del PJ nacional si creía que las críticas de parte de legisladores de La Cámpora como Mayra Mendoza y Eduardo De Pedro habían sido con la intención de dinamitar el congreso del sábado, el dirigente peronista opinó que "el FpV es como la fábula del escorpión y la tortuga. Criticar es su naturaleza y no lo pueden evitar. Están súper convencidos, y terminaron conspirando contra ellos mismos".
"Es difícil que si este sector no deja de sentirse que representa al conjunto y que todo el resto son traidores, se pueda lograr la unión del peronismo", concluyó la fuente consultada por Infobae.