"Estamos muy conformes por la detención de Milani, es un primer paso hacia que se haga justicia y contra todos los que dijeron que no merecía ser juzgado por las acusaciones que recibió", dijo a Infobae Graciela Ledo, quien acusa al ex jefe del Ejército durante los últimos años del kirchnersmo de haber falsificado el acta en la que se hizo figurar a su hermano, el conscripto Alberto Ledo, como desertor, con el objetivo de encubrir su secuestro y posterior asesinato por parte de la Dictadura.
-¿Qué opina sobre la no detención de Milani en la causa que se le sigue en Tucumán?
-El fiscal lo había acusado por delitos leves, como encubrimiento y falsificación. Ahora por fin se lo juzga por los crímenes por los que se lo acusa.
Quizás el episodio Milani quede en el registro de la memoria histórica argentina como un hecho vergonzoso, cuando no trágico. ¿Cómo definir si no es de esa manera la historia de un represor de la última dictadura proclamado por él mismo y por el Estado (el gobierno kirchnerista) como un militar democrático y nacional y popular y celebrado, incluso, por una líder de las Madres de Plaza de Mayo? La foto de Hebe de Bonafini abrazando a Milani en la tapa de la revista de la Asociación Madres de Plaza de Mayo quedará como el recuerdo de un momento de oprobio.
Cesar Gerardo de los Santos del Corazón de Jesús Milani fue el hombre elegido por la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner para liderar los asuntos del Ejército. La ex mandataria hizo caso omiso a las advertencias del CELS, el organismo de derechos humanos, que había objetado el ascenso del militar debido a las denuncias por su participación durante la última dictadura militar como uno de los agentes de la represión. Para Cristina Fernández, Milani era el hombre que expresaba el "proyecto nacional y popular" y así lo hizo saber a los suyos.
Entonces se produjo un momento desaforado de cinismo social: los mismos políticos y militantes que reivindicaban "bajar un cuadro" y la reapertura de los juicios a los represores, celebraban entonces a un militar acusado de secuestros, torturas y desapariciones al frente del Ejército. Ante la detención de Milani por el secuestro y torturas de Pedro Olivera, Ramón Olivera y Verónica Matta, en La Rioja, queda la incógnita sobre cómo harán los antiguos reivindicadores de Milani para prolongar esa reivindicación o cómo podrán mantener un respetuoso silencio, cuando no un arrepentimiento, por el oprobioso fomento de Milani durante los años kirchneristas. Habrá que ver.
Pedro Olivera había sido detenido por los militares en La Rioja, donde vivía, por sus actividades políticas. Cuando su hijo Ramón fue a reclamar por él, también fue detenido. Ambos reconocieron a César Milani como uno de los represores que los detuvieron y torturaron. Verónica Matta había sido secuestrada a los 16 años. Un militar joven la detuvo en la casa familiar. Años después, cuando Milani fue encumbrado al frente del Ejército, lo reconoció como uno de sus secuestradores. Así lo contó por primera vez en una audiencia en el Congreso convocada por Graciela Ledo y el diputado Néstor Pitrola, que se oponían al nombramiento del militar como la figura central del Ejército.
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"Yo participaba como delegada en las actividades del Colegio Nacional Joaquín V. González -dijo en una entrevista a Infobae Verónica Matta, luego de aquella audiencia-. En esas circunstancias conocí a Alberto Ledo, que hoy está desaparecido. La noche del 16 de julio de 1976 yo ya estaba durmiendo cuando el ruido de unos autos me despertó. Salí por el balcón y vi tres autos con militares armados. Mi viejo me avisó que me buscaban. Bajé y vi toda la escena. Había hombres más grandes, todos con las armas. Había una figura que contrastaba con el resto de los presentes. Era un jovencito vestido de militar, muy puesto, carilindo, y que llevaba la voz cantante. Le decía a mi viejo: 'No se preocupe, doctor'. Mi papá preguntaba: '¿Pero a dónde la llevan?'. 'No le podemos decir, doctor', respondía este militar jovencito. Mi viejo era abogado e hizo llamar a un vecino para que testifique que me estaban llevando. También recuerdo que le pidió al militar joven que firmara un papel y tengo el recuerdo de que lo firmó. Ese hombre era Milani". Luego dijo: "También lo vi mientras estaba detenida, cuando me trasladaban para un interrogatorio. Siempre que nos trasladaban a los interrogatorios nos vendaban y nos esposaban. Pero mi venda quedó baja y lo pude ver: era el mismo joven militar de mi detención. Milani estaba dentro del centro clandestino de detención. En esos interrogatorios me preguntaron por Ledo".
Alberto Agapito Ledo era un conscripto desaparecido en Tucumán en 1976, cuando oficiaba como secretario personal de Milani. Milani mismo rubricó un acta con su firma en la que aseguraba que Ledo, militante del PRT, había desertado del Ejército, cuando en realidad estaba siendo desaparecido. Por esa causa, esta semana César Milani declaró, pero no quedó detenido.
"Es una vergüenza para los tucumanos que se lo haya dejado libre -dice a Infobae el fiscal Gustavo Gómez-. El juez federal hizo acertadamente la detención. En Tucumán, por el contrario, el fiscal dijo que era responsable del encubrimiento del crimen y lo dejó libre. Salió de los tribunales por una puerta particular para los magistrados, para que no se encuentre por la prensa. La detención de Milani es un avance en la Justicia".
Milani había rubricado que Ledo había desertado del Ejército para encubrir su secuestro y desaparición. Hoy, con su detención, se empieza a hacer justicia.