Cristina o Mauricio. Kirchner o Macri. Esas son las únicas opciones que evalúa el oficialismo para la próxima contienda electoral. "El 95% de los que nos votaron en noviembre de 2015 lo volverán a hacer", aseguran quienes le acercan a diario al Presidente las mediciones de imagen e intención de voto.
Convencidos de que no son necesarias figuras con trayectoria política y que la campaña se la cargarán al hombro Mauricio Macri y María Eugenia Vidal, evalúan la posibilidad de que Elisa "Lilita" Carrió no compita en territorio bonaerense.
"Lilita está cuidando mucho su salud. Está bien, pero no sé si quiere recorrer la provincia. En la ciudad se siente más cómoda", aseguran que reflexionó el jefe de Estado el viernes por la tarde en Olivos en una reunión con funcionarios. "¿Y Lousteau?", preguntó un hombre invitado de manera ocasional. "No creo que juegue en esta elección, se queda allá", respondió uno de los armadores electorales de Cambiemos haciendo referencia a Washington, actual destino político del hombre que supo competir con Horacio Rodríguez Larreta en las pasadas elecciones porteñas.
Pensado en estos términos, el concepto histórico que se tiene de las elecciones legislativas cambia. Habitualmente el electorado castiga al oficialismo y trata de contrarrestar con diputados y senadores de la oposición el poder del gobierno de turno. "No será así, será la oportunidad de la gente de decir si nos sigue acompañando o no en el cambio, y sé que lo harán", confió a este medio un funcionario que escuchó esas palabras del propio Macri.
La misma lógica se trasladará al interior del país. "Nuestros gobernadores tendrán que salir a la calle", transmitió el Presidente a los suyos. "Yo lo voy a hacer, me encanta estar con la gente, solo así se puede gestionar", dice a sus ministros el jefe de Estado casi adoctrinándolos, al tiempo que se siente muy confiado en algunas provincias, como en Córdoba: "Ahí soy Paul McCartney", se jactó Macri entre las risas de los presentes.
Sin embargo, para este escenario casi ideal que plantea el macrismo falta aún saber si Cristina Elisabet Kirchner será o no candidata. "Creo que sí. Bah, no lo sé…que se yo, nunca la entendí, no me pidan que la entienda ahora", les suplica Macri a los suyos.
Otro factor clave en este intento de plebiscito implica conocer de antemano el humor de la gente, factor que obviamente está siendo medido en focus groups encargados por el oficialismo. "Ahí también están claros los dos escenarios. El 35% afín al kirchnerismo ve todo mal y el 65% restante entiende que la economía está mejorando y prefiere pagar un poco más por la electricidad pero no sufrir cortes de luz. Los redujimos en más de un 50% este verano", aseguran desde la Rosada. Sin embargo, los responsables del armado electoral bonaerense rezan para que el ejecutivo nacional no disponga otro tarifazo en medio de la campaña. "Nos prometieron que no", explicaron cerca de Vidal.
Un dato no menor de estas mediciones indica una muy pequeña caída en la imagen de la ex Presidente y un intacto 35% núcleo duro de intención de voto. "La gente va a volver a elegir este modelo", sostienen, planteando un escenario de solo dos opciones y bien opuestas como fue el ballotage.
Pero a este planteo electoral parecieran faltarle jugadores. ¿Y Sergio Massa? ¿Y el peronismo antikirchnerista, llamado 'renovador'? "Massa está en caída, le hizo muy mal la foto con De Vido y Kicillof. El resto que no quiere quedar pegado a Cristina no tiene candidato aún, no encuentran quien los represente", analizan los allegados a Macri descartando por el momento nombres como Florencio Randazzo o Juan Manuel Urtubey.
Arribas y Gómez Centurión
¿Qué ocurriría si situaciones similares a la denuncia contra Gustavo Arribas o las declaraciones sobre la dictadura de Juan José Gómez Centurión volvieran a ocurrir cerca de las elecciones?, consultó este medio a una alta fuente gubernamental. "Ojalá que no, igual ambas están superadas. Arribas ya presentó en la justicia toda la documentación que desestima la existencia de pagos multimillonarios supuestamente vinculados a coimas. Y lo de Gómez Centurión quedó claro que fue a título personal. Nadie en el Gobierno piensa como él".
En privado Macri enfurece cuando surge la denuncia contra Arribas. "Cómo alguien puede suponer que Odebrecht le va a pagar una coima al Negro Arribas para dársela luego a Cristina Kirchner o a De Vido siendo mi amigo de siempre y después designándolo al frente de la AFI. Alguien tiene que ser muy estúpido para hacer eso", dijo en la intimidad y con mucho enojo el Presidente al punto de pararse de la reunión en la que participaba y sacarse el saco. No le alcanzó en ese momento al aire acondicionado que había en el salón de la Quinta de Olivos.
Ya en camisa –no la típica celeste PRO sino una a cuadros- con pantalón claro y zapatos al tono, Macri recordó frente a los presentes la primera reunión con el jefe de los espías después de conocida la denuncia en la Casa Rosada. Allí le pidió que diese una conferencia de prensa para aclarar todo pero recibió una respuesta que lo convenció para que la estrategia sea sólo judicial: "Cuando me ofreciste el cargo lo acepté porque era algo de muy bajo perfil. ¿En qué lugar del mundo ves al jefe de los espías dando una conferencia de prensa? No, yo me voy a presentar a la Justicia", sentenció Arribas en el despacho presidencial al llegar de sus vacaciones.
Restan muchos meses aún para saber si el escenario electoral será bipartidista y si desde el Gobierno no surge algún imprevisto que opaque el plebiscito. Aunque el optimismo en el sector presidencial es altísimo:
– Nosotros hacemos otra política, la misma con la que ganamos la provincia de Buenos Aires cuando nadie conocía a María Eugenia…
– ¿Ganó Vidal o perdió el kirchnerismo porque no se presentó Florencio Randazzo?
– Ese es el cuento que les hicieron creer. Ganamos.