En lo que fue la primera reunión bilateral entre el PRO y el centenario partido de Hipólito Yrigoyen, el presidente Mauricio Macri recibió anoche a a la cúpula del radicalismo para comenzar a delinear la estrategia electoral de Cambiemos, en un año que será clave para la alianza de gobierno.
En medio de un clima interno sacudido por las polémicas de los abortados feriados móviles y los dichos del jefe de Aduana, Juan José Gómez Centurión, los aliados empezaron a llegar a la residencia presidencial desde las 19, con el objetivo de intercambiar miradas sobre los armados territoriales de cara a los comicios de octubre.
Al finalizar la cumbre, el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, indicó que se acordó conformar "una mesa que va a oficiar como comando electoral", integrada por los distintos partidos de la alianza Cambiemos para avanzar en el armado legislativo.
"Todos sentimos que tenemos un espacio político que es Cambiemos, que ha logrado crecer, ha logrado unirse cada vez más, en contra de lo que muchos esperaban, y estamos cada vez más fuertes y unidos que nunca para enfrentar el desafío", sostuvo Frigerio en diálogo con la prensa.
"Fue un encuentro muy fructífero, en el que analizamos los primeros 12 meses de crecimiento de nuestro espacio político, y las gestiones tanto nacional y en provincias y municipios del país. También realizamos un análisis pormenorizado de la situación política de cada uno de los distritos de la Argentina, como así también de lo que puede ser el año electoral", amplió el ministro.
El presidente de la UCR, José Corral, coincidió en que fue "una cena muy cordial, de mucho intercambio", y explicó que otro de los puntos del diálogo fue el de "agotar las instancias de acuerdo para concentrar todas las energía en las tareas de gobierno" al momento de armar las listas.
En relación al armado de listas, manifestó que primero se buscará consensuar el orden de los postulantes en los distintos distritos, ya que "es el criterio que nos parece más adecuado para todos". La idea es evitar una competencia en las PASO, aunque no descartaron utilizar "la regla de la primaria abierta y simultánea, si no hubiera acuerdo" en algunos distritos.
En los últimos días, el radicalismo aclaró que el objetivo no es exigir más cargos en el Gobierno, sino que aportarán "fuerza , consenso y más apoyo" al Presidente.
"Tenemos todos la convicción de que en este año electoral se va a poner en juego este cambio que comenzó en el país. A pesar de las dificultades y de los problemas, todos compartimos que en las diferentes provincias se advierte que hay un gobierno nacional que ha tomado los problemas y que quiere resolverlos", afirmó José Corral. "Habrá que llevar ese mensaje a cada una de las familias argentinas, y por eso conversamos sobre cómo organizarnos para este año electoral", resumió.
Del lado del PRO, el asado contó con la participación de Mauricio Macri; la vicepresidente Gabriela Michetti; el jefe de Gabinete, Marcos Peña; el secretario general de la Presidencia, Fernando De Andreis; la gobernadora María Eugenia Vidal; los ministros de Finanzas y Hacienda, Luis Caputo y Nicolás Dujovne; y de Interior, Rogelio Frigerio, el presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó y el titular de PRO nacional, Humberto Schiavoni.
Además de Corral, fueron parte de la comitiva los radicales Ernesto Sanz, los gobernadores Alfredo Cornejo (Mendoza), Ricardo Colombi (Corrientes) y Gerardo Morales (Jujuy), los legisladores Mario Negri y Ángel Rozas y la presidente de la Convención Nacional, Lilia Puig de Stubrin.
Ruido interno
La discusión llega en un momento de desencuentros entre la UCR y el partido de Mauricio Macri. La semana pasada, fue motivo de rechazo de parte del partido centenario que el Gobierno haya modificado por Decreto de Necesidad y Urgencia el calendario de feriados, que trajo como novedad la movilidad las fechas del 24 de marzo, el 2 de abril y el 20 de junio. En todos los casos -pero sobre todo en el día de la Memoria, Verdad y Justicia, cuyo cambio implicó el repudio de los organismos de derechos humanos-, hubo un reclamo unánime para que las jornadas conmemorativas se mantuvieran inamovibles.
Cuando la rispidez parecía haber sido zanjada tras la decisión del presidente Macri de dar marcha atrás con los cambios en los feriados, las declaraciones de Gómez Centurión reavivaron, otra vez, el debate político sobre el golpe cívico-militar de 1976 y los alcances del terrorismo de Estado. El jefe de la Aduana puso en duda el número de los desaparecidos, al que calificó la cifra de 30.000 como "mentira", y negó que "haya existido un plan para hacer desaparecer personas".
Sus comentarios desencadenaron el repudio de sectores de la oposición, que pidieron su renuncia. La propia UCR y funcionarios del Gobierno salieron a desmarcarse de Gómez Centurión, quien finalmente expresó sus disculpas por sus opiniones "personales", aunque no se retractó.
Más allá de los cruces de coyuntura, la cuestión electoral también produjo en los últimos meses un álgido debate interno con posturas encontradas. Una de las discrepancias es sobre la conveniencia de incorporar a Cambiemos nuevos aliados provenientes de las filas del peronismo, postura que es compartida por Emilio Monzó y María Eugenia Vidal.
Sobre el armado de las listas, Corral había rechazado la idea de Monzó de sumar a dirigentes de diferentes partidos políticos, incluidos antiguos referentes del kirchnerismo. En este sentido, opinó que los candidatos de Cambiemos deberían ser solamente de "sectores políticos que no tengan compromiso con el Gobierno anterior", algo que finalmente prevaleció en el encuentro de este lunes en Olivos.
"Hay que distinguir la necesidad de consensos amplios, de la construcción política a la hora de las elecciones. Ni (Omar) Perotti, ni (Florencio) Randazzo, ni (Juan Manuel) Urtubey van a estar en las listas de Cambiemos porque no lo quieren, y está bueno porque, con matices, apoyaron al gobierno anterior y nosotros tenemos que representar un cambio", señaló el domingo pasado el presidente de la UCR.
Otro de los puntos a resolver es la presentación de candidatos competitivos en distritos que son clave, como la Ciudad de Buenos Aires. En la capital del país, tiene intenciones de competir el embajador de los Estados Unidos, Martín Lousteau, un aliado de la UCR y el Partido Socialista que se enfrentó al PRO en las últimas elecciones a jefe de Gobierno porteño.
Todas estas discusiones formarán parte de una mesa operativa, que se va a encargar de los temas electorales y estará integrada por el PRO, la UCR y la Coalición Cívica. "Después estará además la Mesa de Cambiemos, y las reuniones semanales para seguimiento de gestión", indicó Corral.
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