Caída la reforma electoral y la implementación a nivel nacional del voto electrónico y frenado el debate por la modificación de la ley de financiamiento, el Gobierno buscará este año descentralizar los gastos de campaña en cada distrito de cara a las elecciones legislativas. La idea es que la recaudación de fondos y la logística para hacerle frente a los comicios de medio término no dependa exclusivamente de la Casa Rosada, es decir del entorno más íntimo de Mauricio Macri, como ocurrió hasta ahora.
Así lo confiaron a Infobae fuentes oficiales y desde el equipo de campaña del PRO: apuntan a que cada distrito maneje su plata. "Estamos tratando de descentralizar. Cuando empezamos éramos solo la ciudad de Buenos Aires, por eso se centralizó mucho. Ahora estamos tratando de que cada distrito genere sus propios recursos y pague sus propios gastos", aseguró José Torello, jefe de Asesores del Presidente y apoderado del PRO.
La estrategia oficial en torno a la recaudación de fondos para las legislativas, claves para el futuro del proyecto macrista, da cuenta de un vuelco significativo en relación al funcionamiento de la financiación de la política electoral, que siempre estuvo a cargo del círculo de confianza de Macri. Nicolás Caputo, el más íntimo de los amigos del Presidente, supo ser un colaborador de referencia en ese entorno.
El desembarco del PRO en lo más alto del poder y la ampliación del espacio en diferentes distritos provinciales y, en particular, en territorio bonaerense obligó al Gobierno a repensar el esquema de financiamiento de la campaña de este año. La reforma política, que fracasó hacia fin del año pasado en el Senado y que impulsaba el voto electrónico, funcionaba en ese sentido como un alivio financiero: eximía del elevado costo por la implementación de boletas y la contratación de fiscales.
Sin embargo, según contó un intendente del macrismo puro del conurbano bonaerense, la Casa Rosada podría socorrer a aquellos municipios más carenciados política y financieramente. "Unos veinte", explicó el jefe comunal. El Gobierno deberá además inyectar fondos para la campaña en los distritos en los que el PRO aún no pudo hacer pie, como Lomas de Zamora, Avellaneda, San Fernando o San Martín, por citar algunos ejemplos del conurbano. La mesa partidaria ya definió, en paralelo, que no se habilitarán internas en los municipios en los que Macri sí pudo desembarcar. Todavía es una incógnita quién se hará cargo de la administración de los fondos en la provincia de Buenos Aires, el territorio más importante, y si es que habrá un recaudador.
En tanto, el jefe de Estado y parte de su gabinete recibirán esta noche a la cúpula de la UCR y a los gobernadores radicales, en lo que será la primera reunión de relieve de ese espacio y el macrismo en vísperas de las legislativas. Servirá para empezar a definir la estrategia electoral de la coalición Cambiemos y para avanzar en los diferentes acuerdos. La descentralización del financiamiento va en línea con la idea de dotar de autonomía política a cada provincia.