La trastienda del bloqueo a los limones argentinos en la era Trump

El ya ex embajador Noah Mamet sabía que el entonces presidente electo Donald Trump había decidido ir para atrás con las últimas decisiones en materia comercial, entre ellas, la autorización para que los Estados Unidos vuelvan a importar limones de la Argentina. Cuando fue consultado por Infobae específicamente sobre el tema respondió con un genérico "se abre una gran oportunidad para los agronegocios", lejos del énfasis que puso en el reingreso de "la famosa carne argentina" a su país.

Desde la derrota de la candidata demócrata, Hillary Clinton, hubo un esfuerzo especial de la delegación americana para concretar una justa demanda argentina que llevaba 15 años. La apertura del mercado fue publicada incluso en el sitio oficial del USDA el 20 de diciembre último, el ministerio de agricultura de los Estados Unidos. Más en concreto, anunció los pasos que debían ser completados ante cada envío de limón de parte del organismo sanitario argentino, el SENASA, que debería ser verificado por APHIS, su par norteamericano. Básicamente, que no hubiera moscas de la fruta durante seis meses continuados tanto en los limones como en las empaquetadoras.

Esta normativa fue festejada en la Argentina como una autorización de hecho, aún sabiendo que los tiempos se habían forzado especialmente ante el cambio de administración, no solo en el caso de los limones argentinos. Tanto el presidente Mauricio Macri como el gobernador tucumano Juan Manzur hicieron declaraciones de júbilo ante la prensa pero, la verdad, es que ninguno estaba demasiado seguro.

La decisión del gobierno de Trump es razonable en términos de transición presidencial. El ex presidente Barack Obama siguió tomando decisiones hasta último momento, en la búsqueda de su legado. Hasta logró la extradición de "El Chapo" Guzmán en la noche previa al traspaso. Lo que tiene que hacer nuestro país ahora es, nada más y nada menos, que continuar los pasos burocráticos de su reclamo.

Argentina es el principal productor de limones frescos del mundo, con un millón y medio de toneladas anuales, que se exportaban sin problemas a los Estados Unidos hasta el 2001, cuando los productores de California lograron, en un fallo judicial, que se trabara el ingreso por razones fitosanitarias que no pudieron ser probadas.