El 2017 será un año intenso para Cristina Kirchner en la Justicia. Mientras define si será candidata en las elecciones legislativas de octubre, la ex Presidente enfrenta diversas causas que la tienen como imputada.
Entre los casos que tienen a la ex jefa de Estado en la mira se encuentran los expedientes por el dólar futuro, los negocios hoteleros de su familia y las irregularidades en la obra pública. Además, recientemente la Cámara de Casación decidió darle impulso a la denuncia que realizó Alberto Nisman por encubrimiento del atentado de la AMIA.
La lista podría acumular una nueva investigación. Es que en una vez que termine la feria, la ex mandataria podría ser denunciada en virtud de conversaciones telefónicas que están en poder de la Dirección de Captación de Comunicaciones del Poder Judicial que depende de la Corte Suprema (ex OJ) en las que se la escucha consultarle a Oscar Parrilli por las causas que le "armaron" a Antonio Stiuso.
El juez federal Ariel Lijo ordenó intervenir el teléfono de Parrilli en una causa en la que está imputado por el supuesto encubrimiento de Ibar Esteban Corradi. Durante el análisis de las conversaciones interceptadas, los investigadores se toparon con varias comunicaciones entre el ex jefe de los espías durante el kirchnerismo y la ex Presidente.
Según informaron fuentes judiciales, hay al menos tres diálogos en los que se escucha una voz que sería de Cristina Kirchner. Hay dos rasgos distintivos que se repiten en todas las conversaciones: la relación de confianza entre los interlocutores y los maltratos a los que era sometido el ex funcionario.
El primer diálogo se registró el 24 de junio de 2016 a las 22:18. Allí Parrilli hizo alusión a una entrevista que había dado a un canal de noticias donde denunció que su jefa era víctima de tareas de espionajes. La segunda conversación es la más sugestiva. Se produjo el 11 de julio de 2016 a las 9:52 y hablaron sobre las declaraciones que Stiuso había realizado en un reportaje publicado por el diario La Nación, donde calificó a la ex mandataria como "una mujer loca" que "ya no tiene poder". Infobae accedió a parte de la transcripción.
– Hola
– ¿Quién habla?
– Yo
– ¿Quién es yo?
– Yo, pelotudo. Empezá a buscar todas las causas que le armamos…No que le armamos, que denunciamos a Stiuso. ¿Viste los diarios?
– No, todavía no me llegaron.
– Usá internet, pelotudo.
La tercera comunicación se estableció cuatro días después, el 15 de julio, a las 9:45. Esta vez Cristina Kirchner le comentó a su colaborador que la esposa del juez federal Julián Ercolini, María Julia Kenny, era vocera -renunció a fines del año pasado- del ministro de Justicia, Germán Garavano, y que Gerardo Pollicita, el fiscal que impulsó la investigación en la que la ex jefa de Estado terminó procesada por presunto desvío de fondos de la obra pública, es un "coimero".
Del entrecruzamiento de llamadas surgen otros datos relevantes. Por ejemplo, en una conversación Parrilli le advirtió a su jefa que los teléfonos estaban "chupados", algo que denota que el ex director de la Agencia Federal de Inteligencia mantiene contactos vinculados al espionaje.
Este viernes el fiscal federal Guillermo Marijuán presentó una denuncia para que se investigue si Cristina Kirchner incurrió en los delitos de "abuso de autoridad y violación de deberes de funcionario público" y "falsa denuncia", previstos en los artículos 245 y 248 del Código Penal.
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