Mientras los incendios forestales todavía azotan miles de hectáreas en provincias como La Pampa, Buenos Aires y Río Negro, y el ministro Sergio Bergman intenta explicar la ineficacia de sus equipos, en el Ministerio de Ambiente crece el escándalo por la contratación de helicópteros para combatir esos incendios. Infobae había revelado en diciembre que no había aeronaves tras el fracaso de una licitación internacional y que eran fuertes las dudas sobre las contrataciones directas. La aparición de nuevos documentos confirmaron esas sospechas.
El 23 de noviembre, cuando la licitación aún estaba vigente, la jefa de Gabinete del Ministerio de Ambiente, Patricia Holzman, le envió una nota a una empresa española para notificarle que había aprobado su oferta bajo la modalidad de "legítimo abono", un mecanismo que todos los organismos de control (incluso en la gestión actual) desaconsejan porque es una suerte de contratación directa.
La nota lleva su firma y estaba dirigida al apoderado de la firma Air Energy Services, soporte local de TAF Helicopters LT, una empresa española que tiene 50 años en el negocio de los helicópteros y es parte del holding Habock Aviation Group. El servicio contratado debía incluir 4 helicópteros livianos (modelo AS350 B3) y 2 semipesados (Bell 412) para cubrir la temporada de verano. El cronograma debía arrancar el 1 de diciembre. Nunca se respetó.
El 13 de diciembre, Infobae reveló que ya habían llegado helicópteros españoles al país y que estaban siendo ensamblados en la VII Brigada Aérea, en la localidad de José C. Paz. Los documentos oficiales ahora demuestran que los españoles ya habían sido contratados, aunque la licitación pública recién se cayó formalmente el 20 de diciembre, a través de la resolución 564, publicada dos días después en el Boletín Oficial.
Pero lo más llamativo es que diez días antes de la contratación a dedo, esto es el 13 de noviembre, el Ministerio ya había desestimado la oferta presentada por la UTE Habock, integrada por TAF Helicopters, Coyotair y Rotorsun, entre otras empresas. El dictamen oficial concluye que no cumplían con las especificaciones técnicas. ¿Entonces por qué fueron contratados de manera directa apenas diez días después?
En el Ministerio de Ambiente argumentan que el 22 de noviembre la Dirección de Asuntos Jurídicos determinó que estaba fracasada la licitación y un día después el expediente fue enviado a la Jefatura de Gabinete. Los datos no hacen otra cosa que confirmar que la licitación no estaba caída de manera formal. "Ya teníamos la información que se habían caído las ofertas y salimos a buscar empresas para contratar en la emergencia. Hubiese sido negligente no hacer algo", dijo un funcionario que conoce en detalle el trámite administrativo.
Pero no es todo. Con el contrato bajo el brazo, a fines de noviembre los españoles ya habían desplegado los trámites antes las autoridades aeronáuticas para poder operar en el país. En una nota enviada el 29 de noviembre al titular de la ANAC, Juan Pedro Irigoin, la empresa TAF remarca que el Ministerio de Ambiente ya la había contratado "ante la inminencia del inicio de la temporada de alto riesgo de incendios forestales en el sur del país". Vale la pena recordar que la licitación se dejó sin efecto recién el 20 de diciembre.
En esa misma nota, donde se requiere la solicitud de excepción para poder operar en el país, los españoles aclaran que Air Energy Services SA "participará solo como eslabón administrativo entre el Ministerio y TAF" y que estaban comprando todo el paquete accionario de esa firma argentina. Conclusión: la empresa fue contratada por el Ministerio de Ambiente sin los permisos para volar en la Argentina.
La autorización de la ANAC, pudo saber Infobae en fuentes oficiales, tiene fecha del 20 de diciembre, casualmente el mismo día que se cayó la licitación.
Los trámites ante la ANAC demoraron el arribo de los españoles al Sur. Apurado por los incendios en la Costa y las críticas en los medios a la gestión, el Ministerio de Ambiente decidió contratar en apenas unas horas a dos empresas locales. Los helicópteros llegaron a Bariloche alrededor del 20 de diciembre. Pero su estadía duró apenas unos días. A fin de mes, los enviaron a otros puntos del país. En su reemplazo, aterrizaron las aeronaves españolas.
A esta altura vale la pena repasar la secuencia. En junio, el Ministerio que comanda Bergman lanzó una licitación para contratar helicópteros y dio de baja un contrato sospechoso con una empresa chilena heredado del kirchnerismo. Mientras la licitación languidecía, ya se negociaba con los españoles en forma paralela. La contratación a la empresa TAF se notificó el 23 de noviembre, casi un mes antes de dar de baja la licitación.
Un dato más. Las negociaciones con los españoles habrían arrancado mucho antes. Un nota de la firma Air Energy, dirigida al titular de la ANAC, está fechada el 3 de noviembre. Ese escrito nunca vio la luz, pero ya mencionaba un contrato con el Ministerio de Ambiente. Para ese entonces, las ofertas de la licitación todavía no habían sido desestimadas.