La Cámara de Casación finalmente decidió este miércoles apartar a los jueces Mariano Borinsky y Gustavo Hornos de la Sala I y puso en su reemplazo a Eduardo Riggi y Liliana Catucci. Eso implica que ya no podrán intervenir en tres causas sensibles para el kirchnerismo como Hotesur, Los Sauces y dólar futuro (donde Cristina Kirchner ya fue procesada). También podrían quedar afuera de la causa Nisman. Para eso es clave que se lleve a cabo una audiencia prevista para el 19 de este mes.
El acuerdo general para decidir las autoridades y la conformación de la salas de la Cámara de Casación tenía que comenzar a las 10. A esa hora, Borinsky y Hornos se encontraron con la sorpresa de que no había nadie. Una hora y cuarto después, a las 11.15, cuando se disponían a comenzar una serie de audiencias por casos de lesa humanidad en la Sala IV, un empleado de Casación ingresó al despacho de Hornos para avisar que el acuerdo estaba por comenzar con el resto de los jueces.
Borinsky y Hornos decidieron sumarse al acuerdo con la decisión de no suspender las audiencias de la Sala IV, donde también debería estar Juan Carlos Gemignani. Pero no fue lo que terminó ocurriendo.
La reunión, convocada ayer por el presidente Alejandro Slokar, duró más de dos horas y tuvo varios pasajes tensos. Algunos jueces le recriminaron a Borinsky que filtraba información a los medios. El camarista se defendió y reclamó que se incorporen los datos estadísticos de su desempeño en la Sala I. Se lo negaron. Y en el comunicado oficial se destacó que la distribución de las salas se hizo "conforme el criterio de la menor cantidad de tiempo en que ejercieron esa función".
Hornos y Borinsky resaltaron en la audiencia que el Consejo de la Magistratura ya se expresó sobre las subrogancias, en febrero de este año. De hecho, en las próximas horas ese organismo podría citar a un plenario extraordinario para ratificar a los camaristas desplazados en la Sala I.
El desplazamiento de Borinsky y Hornos de la Sala I fue votado por siete de los nueve camaristas. Pero recién se concretará a partir del 1 de enero de 2017. Sus reemplazantes serán Riggi y Catucci, que se suman a Ana María Figueroa, ligada al kirchnerism.
La primera consecuencia de la decisión no tiene dobles interpretaciones: los desplazados ya no podrán intervenir en causas sensibles como Hotesur, Los Sauces y dólar futuro.
Catucci también fue elegida presidenta de la Cámara para el año próximo en reemplazo de Slokar. Para eso, Juan Carlos Gemignani decidió renunciar a su candidatura por motivos "académicos", aunque no declinó la subrogancia en la Sala III.
La jugada del kirchnerismo, que esta vez contó con los votos de otros jueces, apunta ahora a desplazar a Borinsky y Hornos de la causa Nisman, donde se debe definir si se reabre la denuncia que hizo el fiscal (que en realidad nunca se investigó). Sin embargo, el panorama en ese expediente es incierto. Cerca de los jueces desplazados aseguran que si se posterga la audiencia del 19 -ya lo pidió el fiscal Javier De Luca- quedarán afuera de la causa. Y sospechan que Figueroa podría pedir licencia en los próximos días. "Están sacando a los jueces naturales y poniendo jueces ad hoc", dicen cerca de los desplazados. Pero otros jueces de Casación aseguran que el llamado a la audiencia del 19 ya los ratificó en ese expediente.
Sobre ese punto, un comunicado de la Cámara sostiene que "se ratificó el consolidado criterio vigente en punto a que el tribunal integrado al momento de fijar la audiencia de informes debe resolver el recurso atinente a esa convocatoria, cualquiera fuese la subsiguiente composición". Otra vez el lenguaje tribunalicio no termina de aclarar la polémica. Es más, suma confusión.