En el final del año legislativo, la oposición impulsó la ley de Emergencia Social que incomoda al Gobierno y hace recordar lo sucedido con la ley antidespidos, que finalmente Mauricio Macri vetó. El proyecto ingresó recién hoy a Diputados, luego de que el Senado le diera media sanción por 45 votos a favor y 13 en contra.
Pero que esté culminando el año parlamentario es una buena noticia para el oficialismo porque el domingo venció el tiempo para emitir dictámenes y ahora el resto de los bloques deberá reunir a dos tercios de la Cámara para forzar su tratamiento sobre tablas.
Por la conformación que actualmente tiene Diputados, la oposición no estaría en condiciones de reunir los legisladores para lograrlo ya que Cambiemos tiene dos bancas más que el tercio del recinto: 42 de Unión Pro; los 36 de la UCR; los 4 de la Coalición Cívica-ARI; los 3 del Frente Cívico y Social de Catamarca y la demócrata progresista Ana Copes y Roberto Ziegler, de Libertad, Valores y Cambio. Todos suman 87 diputados.
A esto, podrían sumarse otros bloques que mostraron su disconformidad con la iniciativa: los 2 tucumanos del bloque del Bicentenario; el salteño Alfredo Olmedo y los 3 diputados que responden al chubutense Mario Das Neves, quien lo consideró "inviable". Aquí serían 93.
Si todos estos diputados se presentan a la sesión del miércoles, cuando la Cámara tiene previsto tratar otros proyectos como la reforma de la Ley de Tarjetas de Crédito, será imposible para la oposición aprobar la Emergencia Social.
Sucediendo esto, el debate quedaría postergado para el año que viene, cuando, en una sesión ordinaria tras pasar por comisiones, la oposición sí tendría la fuerza para aprobarla. Pero ya en 2017 el Gobierno confía en el rebote de la economía y que empiece a haber señales del crecimiento proyectado.