Con la CGT a la cabeza de la manifestación, un abigarrado y heterogéneo abanico de organizaciones sociales y empresarias se moviliza desde antes del mediodía por las calles del centro porteño, para exigirle al gobierno nacional y a los legisladores la sanción de la ley de emergencia social, que ya cuenta con la medida aprobación de la Cámara de Senadores.
La CGT y la CTA dejaron de lado las diferencias para pedir que el proyecto sea finalmente aprobado por Diputados, ante la posibilidad de que el presidente Mauricio Macri decida vetarlo. Los manifestantes se movilizaron a lo largo de la avenida 9 de Julio, hasta la esquina con la avenida Belgrano. Los otros dos puntos de concentración fueron las esquinas de Belgrano y Entre Ríos y Corrientes y Callao.
Desde ahí, las columnas de manifestantes comenzaron a marchar hasta el Congreso de la Nación, donde van a llevar adelante el acto central a partir de las 16.
La iniciativa propone aumentar un 15% las jubilaciones y las transferencias directas a los sectores de menores ingresos, que se canalizarán a través de subas en la Asignación Universal por Hijo y por embarazos, y busca crear un millón de puestos de trabajo, lo que le demandaría al Gobierno un gasto adicional de $50 mil millones.
La propuesta tiene el objetivo no solo de recomponer la pérdida del poder adquisitivo de millones de personas, sino estimular la actividad económica a partir del aumento de la capacidad de consumo de las mayorías, que vieron un recorte en su poder de compra por la inflación y los despidos.
La CGT aprovechará este marco para reclamar también un pacto antidespidos hasta marzo de 2017, y que los gremios sean tenidos en cuenta para la elaboración que se propone reformar el Impuesto a las Ganancias.
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Se espera una concurrencia masiva desde las 16 en el Congreso debido a que la marcha será multisectorial. Además de las CGT y las dos CTA de Hugo Yasky y Pablo Micheli, participarán la Corriente Clasista y Combativa (CCC) y la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (Ctep) y la Asociación Bancaria (AB), que encabeza la Corriente Federal de Trabajadores (CFT) de Sergio Palazzo. También se movilizará la Federación Agraria Argentina (FAA), que está en estado de alerta por el retroceso de las economías regionales.
Según agregó Clarín, no habrá dirigentes políticos en el escenario del acto.
Mientras tanto, se profundizan las presiones para que el proyecto de ley tenga tratamiento. Los diputados Victoria Donda y Leonardo Grosso, de Libres del Sur, elevaron ayer una nota al presidente de la Cámara baja, Emilio Monzó, para que reclame del Senado la media sanción del proyecto. "(La presidenta del Senado) Gabriela Michetti y Federico Pinedo frenan el proyecto de emergencia social para que no se trate antes de fin de año", advirtieron.
Mientras el kirchnerismo se propone avanzar a fondo con la iniciativa legislativa, en el massismo, el debate está dividido porque Sergio Massa argumenta internamente que "la Argentina ya está en emergencia social legalmente hasta diciembre de 2017, pero sobre todo en los
hechos con uno de cada dos pibes menores de catorce años en la pobreza".
"Tenemos una propuesta de un fondo anticíclico social que
contempla transformación de planes sociales en planes de empleo, un fondo de emergencia para aumento de la Asignación Universal por Hijo, planes sociales y jubilación mínima", agregaron desde el bloque del Frente Renovador.
Sin embargo, Facundo Moyano, diputado de extracción sindical, dejó trascender que van a "apoyar" la propuesta junto a otros legisladores del Frente Renovador.
Desde el bloque Justicialista, el salteño Pablo Kosiner también confirmó que va a apoyar la propuesta sancionada por la Cámara alta.
En cambio Néstor Pitrola (FIT) respondió que su bloque no es parte "de esa movida" y aclaró que las "prioridades" son que se traten "el aumento de emergencia a jubilados, rentas vitalicias, jubilaciones adelantadas a los 60 para desocupados y ganancias en los salarios".