Graciela Ocaña, la mujer que Macri quiere como Defensora del Pueblo

El Gobierno la eligió como candidata para ocupar un cargo que está vacante hace siete años. Cómo se produjo el acercamiento, la resistencia del peronismo y las reuniones para lograr consenso político

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Graciela Ocaña habla durante una entrevista que realizó en el Café Político de Infobae (A. Escandar)
Graciela Ocaña habla durante una entrevista que realizó en el Café Político de Infobae (A. Escandar)

El primer contacto formal se produjo a finales de diciembre: en un diálogo entre Horacio Rodríguez Larreta y Graciela Ocaña surgió el tema de cómo pensaba el nuevo Gobierno cubrir el cargo de Defensor del Pueblo. "¿Te interesa?", indagó el jefe de Gobierno a la ex ministra de Salud.

La respuesta afirmativa de "la Hormiguita"dio pie a un segundo approach mucho más contundente: el pasado mes de mayo, el propio presidente Mauricio Macri fue el que quiso saber si la ex ministra de Salud podía hacerse cargo de la institución autónoma que debe velar por los derechos de los ciudadanos y actuar frente a cualquier tipo de abuso del Estado.

La falta de consenso político provocó que el puesto estuviera siete años vacante. Y cuando nada hacía prever que eso fuera a cambiar, el conflicto por el aumento de las tarifas y la intervención de la Corte reactivaron el tema: el máximo tribunal exortó al Congreso a que apurara el proceso de designación de un nuevo Defensor del Pueblo.

Entonces fue la propia Ocaña la que volvió a acercarse al Macri para saber si había cambiado de opinión o seguía avalándola. La respuesta positiva impulsó a la legisladora porteña a realizar reuniones con Gabriela Michetti, Federico Pinedo y Sergio Massa para construir el consenso político que necesita para ser la elegida por el Congreso.

Horacio Rodríguez Larreta y Graciela Ocaña charlan en un acto de 2015
Horacio Rodríguez Larreta y Graciela Ocaña charlan en un acto de 2015

El apoyo del oficialismo se formalizó el jueves pasado en el Congreso: Cambiemos propuso formalmente como candidatas a Ocaña y a Susana Decibe, una alternativa ante la resistencia que la ex titular del PAMI genera en el peronismo. Pero la figura de la actual legisladora porteña sigue fotaleciéndose: anoche participó de la cena de honor que el Gobierno le ofreció al primer ministro canadiense Justin Trudeau y compartió mesa con Carolina Stanley y Guillermo Dietrich.

En este contexto, Infobae habló con Ocaña sobre su postulación y los posibles condicionamientos que puede generar ser la candidata que impulsa la fuerza gobernante.

-¿Por qué cree que el Gobierno la eligió como candidata?

-No me gusta hablar por los demás. Yo pienso que tengo condiciones, capacidad de trabajo para hacerlo. Lo demostré cuando estuve en el PAMI con mi compromiso en la defensa del derecho a la salud y a todos los derechos garantizados por la constitución.

Siento que el cargo de Defensora del Pueblo es un rol que puedo cumplir, porque es una tarea que está dentro de lo que me apasiona: defender el interés colectivo, apoyar las demandas de la población.

-Ser la candidata del oficialismo, ¿no puede ser un condicionante al momento de tener que discutir con el Gobierno temas como las tarifas?

-Usted y los que me conocen saben que nunca tuve condicionamientos; Por ejemplo, en el kirchnerismo -fue ministra de Salud en el primer gobierno de Cristina Kirchner-, para algunos yo fui una traidora porque denuncié cuando vi un delito…

Mi compromiso que es con la sociedad, no con un sector político; por ahí eso me juega en contra y por eso no tuve tanta suerte en la política. Además este no es un cargo que se promueve desde el Poder Ejecutivo, sino que el PRO y Cambiemos en su conjunto apoyan mi nominación.

-¿Cómo ve la posibilidad de que se avance con la designación del defensor del Pueblo?

-Es algo complejo, no solamente para mi sino para todos (los otros dos aspirantes son Héctor Polino y Humberto Roggero), básicamente porque se requiere el apoyo de 2/3 en ambas cámaras. Entonces ese no es un límite para sólo para mi sino para cualquier candidato. Yo me he acercado a hablar con Miguel Pichetto, Abal Medina, Ángel Rozas, Julio Cobos, Mario Negri, Sergio Massa, Mario Das Neves y todos mostraron predisposición para avanzar con la designación de un Defensor del Pueblo.

El nombramiento del nuevo titular de esa institución requiere del respaldo de dos tercios de las dos cámaras, mayoría que hoy no tiene ninguno de los cuatro candidatos. A diferencia de lo que ocurre en el caso de la Auditoría General de la Nación (AGN), no es un requisito expreso que el Defensor del Pueblo sea de la fuerza política opositora. Sin embargo, la costumbre indica que el cargo lo han ejercido personas de la oposición mayoritaria, hoy representada por el PJ.

En la próxima reunión de la Comisión de la Defensoría del Pueblo que preside Marta Varela se tratará el tema, pero todo indica que el debate en el recinto se dará recién el año que viene.

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