La denuncia de Alberto Nisman contra Cristina Kirchner y otros dirigentes vinculados con el gobierno anterior tuvo este lunes una resolución judicial que puede darle nuevamente impulso.
Los jueces Mariano Borinsky y Gustavo Hornos, de la Sala I de la Cámara de Casación, rechazaron inhibirse de seguir interviniendo en el caso, tal como había hecho el viernes su colega Ana María Figueroa, cercana al kirchnerismo.
Asimismo resolvieron rechazar in limine el planteo de recusación presentado por el abogado Alejandro Rúa -patrocinante del ex canciller Héctor Timerman- y seguirán a cargo del trámite de los recursos presentados en la causa.
Figueroa les había pedido a sus pares de la Sala I que se inhiban de continuar en el caso, pero Borinsky y Hornos lo rechazaron y fijaron una audiencia para el 19 de diciembre, día en que tratarán el tema de fondo: si archivan o reabren la denuncia de Nisman contra la ex presidente y algunos de sus funcionarios.
En Tribunales habían leído la presentación de Figueroa como un intento de desplazar a los magistrados que deben decidir sobre la continuidad de la investigación para que el caso quede en manos de otros jueces más afines al "modelo nacional y popular".
Figueroa planteó su apartamiento en inhibiciones y recusaciones previas vinculadas con la causa por el atentado contra la AMIA, ocurrido en 1994. Y argumentó que la misma suerte debía correr para sus pares. Sin embargo, Hornos y Borinsky consideraron manifiestamente improcedente el pedido de Figueroa.
La denuncia contra Cristina Kirchner por supuesto encubrimiento de un grupo de iraníes acusados de volar la AMIA recayó en el juzgado de Daniel Rafecas, quien en dos ocasiones mandó el expediente a archivo porque considera que no hay delito.
El fiscal Gerardo Pollicita apeló y la Sala I de la Cámara Federal ratificó dos veces el pronunciamiento de primera instancia. Ahora, tras la apelación del fiscal Germán Moldes llegó el turno de Casación, el máximo tribunal penal del país antes de la Corte Suprema.