Habían pasado apenas unos segundos después de las 15, cuando Donald Trump escuchó una voz conocida del otro lado del teléfono. Era la de un viejo conocido, hoy presidente de la Argentina: Mauricio Macri.
Macri y Trump hablaron este lunes telefónicamente por primera vez luego de las elecciones presidenciales en los Estados Unidos. La charla duró 15 minutos. Fue amable y en un tono cordial. "Fue el diálogo de dos viejos amigos", describieron en el entorno del Presidente.
La conversación fue el resultado de una gestión realizada por la canciller Susana Malcorra, la primera funcionaria que la semana pasada felicitó al dirigente republicano por su victoria frente a Hillary Clinton.
La comunicación tuvo un ingrediente de color. Norma, la secretaria histórica de Trump, reconoció a Anita Moschini, la asistente del líder argentino. Las mujeres recordaron diálogos y anécdotas de los años en que sus jefes hablaban casi a diario.
El jefe de Estado argentino aprovechó el contacto para invitar al flamante presidente de los Estados Unidos a la cumbre del G20 que se realizará en 2018 en la Argentina.
Trump agradeció la invitación y el gesto del llamado. Y lanzó una frase que generó satisfacción en la Casa Rosada: "Espero que la Argentina y los Estados Unidos tengan la mejor relación bilateral de su historia". Y agregó: "Lo espero cuando usted quiera en la Casa Blanca".
Durante la conversación hubo tiempo para que ambos recordaran su histórico vínculo personal. El Presidente argentino contó en diversos reportajes las negociaciones que mantuvo con el magnate en nombre de su padre para comprar un edificio en Nueva York. Y el republicano también se refirió al jefe de Estado argentino con cariño en una entrevista realizada hace algunos años.
Hubo risas y felicitaciones mutuas. "Argentina es un gran país y tendremos la más cercana relación entre nuestros países de la historia", insistió Trump.