Desde Dubai, Emiratos Árabes
Atrás quedaron Arabia Saudita y Abu Dabi y llegó el turno de Dubai. Hermanadas por la religión y el calor, cada una tiene su particularidad y entre ellas, notables diferencias. Dubai fue la tercera escala de la gira de la vicepresidente Gabriela Michetti y su comitiva por Medio Oriente.
En esta oportunidad, las novedades pasaron por la firma de un tratado para evitar la doble imposición con los Emiratos Árabes y por la promesa de Dubai de abrir oficinas de su Cámara de Comercio e Industria en Buenos Aires. En las reuniones en que se concretaron estos acercamientos, volvió a surgir el reclamo de los inversores por las restricciones de la época kirchnerista y hasta incluso muchos de ellos no sabían que varias ya no existen.
Tratado con Emiratos Árabes
Con un salón del Grand Hyatt como escenario, Michetti y el ministro de Asuntos Financieros de los Emiratos Árabes, Obaid Humaid Al Tayer, como protagonistas, ambos países reflotaron un acuerdo para evitar la doble imposición, o sea que busca evitar que las compañías paguen los mismos impuestos en las dos naciones. "Esperamos cinco años para esto", destacó Al Tayer sobre la concreción del acuerdo, que ahora deberá pasar por el Congreso. Funcionarios de Economía y de la Cancillería trabajaron contrareloj en las últimas horas para que la vicepresidente y el funcionario emiratí pudieran estampar sus firmas en el papel. Al Tayer le regaló a Michetti como un gesto de cortesía la lapicera Montblanc que usó para firmar y la vicepresidente a su vez se la obsequió a Pedro Lacoste, el viceministro de Finanzas, uno de los impulsores del convenio.
Avances con la Cámara de Comercio e Industria de Dubai
Al igual que había ocurrido con los empresarios de los dos primeros destinos de la gira, los de Dubai se mostraron sumamente interesados en invertir en la Argentina. Así quedó reflejado en una reunión realizada en la Cámara de Comercio e Industria de Dubai. Allí, su titular, Majid Al Ghurair, junto a destacados CEO de la principales compañías, recibieron a la delegación argentina.
Al Ghurarir dijo que consideraban a la Argentina "uno de los grandes socios de América Latina" y destacó la "gran producción agropecuaria" de estas tierras, algo tentador para Dubai, que importa el 85% de los alimentos que consume. Luego, y tras agradecer que Argentina haya abierto sus puertas a la inmigración árabe en años precedentes, deslizó la posibilidad de abrir oficinas comerciales en Buenos Aires y San Pablo. La delegación argentina recibió con agrado el ofrecimiento y se sorprendió cuando Al Ghurarir preguntó si en caso de instalarse podían repatriar los dividendos, debido a las restricciones de las leyes argentinas. Lacoste recogió el guante y le comunicó que esto ya no era así desde el cambio de gobierno.
El viceministro de Hacienda explicó además, como ya había hecho ante potenciales inversores de Arabia Saudita y Abu Dabi, cuáles eran las medidas que el gobierno argentino había tomado para reencauzar la economía y que el objetivo era garantizar la transparencia, la previsibilidad y las reglas claras. A su turno, Pablo Quirno, en representación de la Agencia Nacional de Inversiones, dio cuenta de las áreas en las que existían oportunidades para probar suerte en la Argentina. Lo acompañó Pablo Tarantini, titular de la agencia, que se sumó a la delegación en las últimas horas.
Finalmente, parte de los funcionarios argentinos, encabezados por Michetti, se dirigieron al Palacio Zabeel, donde fueron recibidos por el Sheikh Mohammad Bin Rashed Al Maktoum, vicepresidente de Emiratos y primer ministro y gobernante de Dubai. Luego de un encuentro de unos 20 minutos, la delegación se retiró de Zabeel, un imponente lugar con enormes fuentes decoradas con figuras de caballos y aves. Este viernes, feriado en el mundo árabe, el ministro de Economía local visitará a Michetti en el Grand Hyatt, centro de operaciones argentino.