El lobby del Hotel De Russie es una romería. Integrantes de la comitiva presidencial que van y vienen y se despatarran en los sillones. Italianos de buen pasar que hacen tiempo o esperan por algún famoso local. En los jardines del hotel, pasados unos minutos de las seis de la tarde del sábado, Mauricio Macri toma gaseosa con un amigo: en un rato más se irá al aeropuerto italiano para volar hacia Florencia, donde cenará junto a Juliana Awada y Mateo Renzi, primer ministro de Italia, con su mujer. Al Jefe de Estado lo esperarán en el restaurante florentino con el himno nacional y música de Queen, la banda británica preferida del mandatario. Afuera, un grupo de argentinos y de curiosos se agolpa en la puerta, a metros de la Piazza del Popolo.
Susana Malcorra, sin embargo, se concentra en uno de los amplios sillones del lobby del De Russie en los últimos temas que la involucran, en especial en el reciente roce diplomático con el Reino Unido por la decisión unilateral de aquel país de realizar ejercicios militares en las Islas Malvinas, que causó un profundo malestar y una queja por parte de la comitiva argentina. "Definitivamente nos tomó por sorpresa, lo cual evidentemente no es bueno. Yo creo que nosotros estamos claramente aún hoy viviendo las consecuencias de una guerra", asegura la canciller en una entrevista con Infobae y otros enviados a esta capital italiana.
– En la conferencia de prensa de este mediodía aquí en Roma usted habló de que le dio "pena" lo que pasó con el gobierno inglés.
Todas las cosas encierran emoción, a veces es bueno explicitarlas. Hay una rémora de aquella guerra, que implica que todos los años se hagan ejercicios militares. Deja un sabor amargo, no nos vamos a engañar.
– ¿Esto complica la relación bilateral?
Dejemos en claro, y yo dije esto en el Senado: hasta que los temas no están resueltos ninguna de las partes ceden nada. Esto es una prueba de que la cosa es así. El Reino Unido continúa con su planificación histórica. Sí es cierto que uno tiene que construir estas cosas paso a paso. Nos tendremos que sentar con nuestros interlocutores y ver si podemos avanzar evitando este tipo de sorpresas. Si nos ceñimos exclusivamente a esto para decir "todo se cayó" éramos demasiados triunfalistas creyendo que todo estaba resuelto, y somos demasiado negativos para creer que todo se vino abajo.
– Canciller, ¿qué le dijo el Presidente aquí en Roma? Por ahora solo fue usted la voz oficial del Gobierno respecto a la controversia con el Reino Unido.
Por supuesto lo sorprendió que esto ocurriera sin haber tenido si quiera un previo aviso. Es evidente que lo tomó por sorpresa, pero el que lo sorprendiera no fue una cosa positiva. Pero él dejó el tema en manos de la Cancillería. Tampoco tenemos que hacer de este episodio un evento que rompe con todo. Esto se hace sistemáticamente hace más de veinte años. Por supuesto que es preferible que no haya ejercicios militares por lo que el ejercicio militar conlleva como filosofía, que es la hipótesis de conflicto. Hubiera sido bueno saberlo anticipadamente. ¿Se viene el mundo abajo por esto? No.
– ¿Cómo describiría lo que pasó hoy entre el Presidente y Francisco?
Ya lo describió el Presidente (risas). Yo no estuve en la reunión. La cosa interesante de la conversación de hoy es que el Presidente le mostró a Su Santidad los planes de infraestructura, se engancharon en una conversación alrededor de eso. El Presidente es ingeniero, es parco en sus palabras, y se le ocurrió a él ir a mostrarle las cosas que se estaban haciendo. Eso generó una conversación muy interesante.
– Con todas las idas y vueltas que hubieron después de la audiencia de febrero, ¿cree que después de lo de hoy se zanjó esa discusión?
El debate de la primera audiencia estuvo sobredimensionado. Así como tampoco diría que salieron de la reunión de hoy siendo hermanos del alma. Son dos personas que se ocupan y se preocupan de cosas en común. ¿Quiere decir esto que todo lo que está haciendo el Gobierno está bendecido por Su Santidad? No, no es así. ¿Quiere decir que Su Santidad coincide cien por cien en todo lo que está haciendo el Gobierno?Seguramente no es así. Pero que el Papa del mundo, el Papa de la Iglesia vea y sienta y toque lo que estamos intentando hacer y le diga al Presidente al final "fuerza, siga para adelante", me parece que es significativo.
– Pasó la elección de la ONU, ¿qué balance hace a varios días de su participación?
Hago el mismo que hice en el primer momento. Eran trece los candidatos, uno solo iba a ganar. Internamente yo tenía claro que la probabilidad de no llegar estaba ahí. Hemos dado una batalla muy interesante, la gente pierde de vista pero yo salí segunda en la votación final, porque se mide desde la óptica de cuantos vetos hubo, y soy la única que tuvo un solo veto.
– ¿Rusia?
No sabemos quién fue. Me siento mal, por supuesto. pero siento que hicimos un papel muy presentable. De quién es el veto, no lo sabemos. Hay distintas lecturas, hay quienes dicen que fueron los ingleses, están quienes dicen que fueron los rusos, están los que dicen que fueron los franceses en apoyo a (Antonio) Guterres…
– ¿Y usted por cuál de esas lecturas se inclina?
Yo le puedo dar todas las teorías, pero todavía no lo sé. Se necesita un poco más de tiempo para que decante esto. Ya lo sabremos.
– ¿Cambia en algo su futuro político?
Yo no tengo ninguna ambición de pelear en la política argentina. Yo creo que mi espacio de aporte está dado a partir de las relaciones internacionales, es lo que creo que puedo hacer una contribución, hasta ahí llego. No tengo ninguna intención ni ambición de participar en la política argentina.
– ¿Está con ánimos de seguir? Hubo muchos rumores e interpretaciones.
Estos puestos son de índole esencialmente político y como tal uno tiene que estar dispuesto a quedarse o irse en cualquier momento. Yo no tengo un plazo fijo firmado por el Presidente, pero ya dije que me quedo, no empecemos de nuevo con una historia que me voy. ¿A cuántos otros ministros les preguntan si se van? En mi caso ya está, ya dije, ya fue. Salvo que piensen que lo estoy haciendo tan mal mi trabajo. Esa es otra historia.