Asesor del Papa criticó la "falta de comunicación" por parte del Gobierno

El arzobispo argentino Marcelo Sánchez Sorondo advirtió que “ese es uno de los problemas” del Poder Ejecutivo. Sin embargo aclaró que el pontífice “no tiene problemas” con ningún gobierno, “ni preferencia” por uno determinado

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El papa Francisco y el
El papa Francisco y el arzobispo argentino Marcelo Sánchez Sorondo (foto de archivo)

De visita en Buenos Aires, el arzobispo argentino Marcelo Sánchez Sorondo –canciller de la Pontificia Academia de Ciencias Sociales y uno de los hombres de confianza de Francisco– habló sobre la relación entre el Papa y el gobierno de Mauricio Macri.

"Uno de los problemas del Gobierno es la falta de comunicación con todos, con la gente y también con el Papa", advirtió Sánchez Sorondo, aunque aclaró que el pontífice "no tiene problemas" con ningún gobierno, "ni preferencia" por uno determinado, en referencia a quienes lo señalan de ser más contemplativo con el peronismo.

Para uno de los asesores más cercanos al Papa, las críticas a Francisco por el gesto adusto ante Macri en contraste con la cordialidad hacia Cristina Elisabet Kirchner, "son algo superado". Al mismo tiempo recordó que el propio Papa dijo a un diario que el Presidente "es una persona noble".

"Lo que el Papa busca es ayudar a todos los argentinos, contribuir al bien común", insistió Sanchéz Sorondo y anticipó que la próxima reunión entre Francisco y Mauricio Macri, pautada para el 15 de octubre, "puede ser muy buena". "Todo lo que sea diálogo Francisco lo busca y no puede ser sino positivo", enfatizó.

En tal sentido, el purpurado calificó de "bueno" que el Gobierno "le diga al Papa cuáles son sus intenciones y comunique un poco", porque cree "que uno de los problemas del Gobierno es la falta de comunicación con todos, con la gente y también con el Papa". "Muchas veces no se entiende mucho qué es lo que quieren", añadió.

Mauricio Macri y el papa
Mauricio Macri y el papa Francisco (foto de archivo)

Invitado a exponer en el encuentro de CREA, en La Rural, y en un encuentro de movimientos populares en la CGT, monseñor Sánchez Sorondo también habló de los movimientos populares y de las críticas que recibió porque se invitara al Vaticano a algunos jueces como Sebastián Casanello y Daniel Rafecas.

"Sin dudas, la Iglesia con este Papa quiere estar más cerca de los movimientos populares en América Latina. El Papa quiere contribuir a darles dignidad. Me parece que se puede decir que es un Papa de los pueblos, porque sabe que en los pueblos está esa reserva moral del trabajo, de los valores, hace todo lo posible para que eso se convierta en un polo sobre todo de crítica de una economía que, como él dice en sus documentos, está centrada en los negocios, en las ganancias y promete bienestar, pero está produciendo malestar", señaló.

Respecto a la invitación a jueces argentinos, aclaró: "Nosotros invitamos a todos los jueces del mundo, no sólo a los argentinos. La academia invitó, movida por una iniciativa del Santo Padre, a debatir cómo contribuir a erradicar lo que él llama las formas extremas de la globalización de la indiferencia que son el trabajo forzado, la prostitución, la venta de órganos, que es impresionante en el mundo, y el crimen organizado".

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