Con solo 33 años, el abogado Juan Manuel López es una de las armas secretas de Elisa Carrió en la investigación y redacción de sus múltiples denuncias, que en las últimas semanas han cobrado una relevancia inusitada con el llamado a indagatoria de Cristina Kirchner por supuestos favores a Lázaro Báez en la obra pública y los allanamientos a Walter Carbone y Carlos Tomeo, ambos bajo la implacable lupa de la diputada nacional.
Militante de la Coalición Cívica desde hace una década y asesor de Carrió hace 5 años, López habló con InfobaeTV sobre la denuncia contra Daniel Scioli y varios de sus ex funcionarios por presunta defraudación de la administración pública y lavado de dinero, que "Lilita" amplió esta semana en la Justicia apuntando al rol del juego en la Provincia.
—¿Cuál es el origen de la denuncia de Elisa Carrió contra Daniel Scioli y su entorno?
—En mayo de este año a Lilita le empezó a llegar información sobre Daniel Scioli y algunos funcionarios de su gobierno, en particular sobre Guillermo Scarcella, que era el titular de Aguas Bonaerenses durante los 8 años de gestión sciolista, y sobre Alberto Pérez, que era su jefe de Gabinete. Nadie había investigado con siquiera algo de profundidad la gestión de Scioli como gobernador, y le pareció importante meterse con ese tema porque él fue denunciado el año pasado en plena campaña electoral por enriquecimiento ilícito y la causa fue cerrada muy rápidamente, con el fiscal ni siquiera apelando la decisión. Entonces Lilita nos encomendó a un grupo reducido que trabajemos en el tema, y a mí me tocó redactar la denuncia.
—La hipótesis de la denuncia es que Scioli y sus funcionarios desviaron fondos provinciales para su campaña presidencial y también que se enriquecieron personalmente, ¿verdad?
—Exactamente, igual que el esquema nacional que Carrió denunció en 2008, denunciando una asociación ilícita dedicada a cometer delitos contra la administración pública. Vale recordar que los delitos contra la administración pública en el Código Penal son fraude contra el Estado. Puntualmente con Scioli, en la gestión de la provincia de Buenos Aires sabemos que había algunas cajas negras que Carrió pidió que se investiguen, el IOMA, Lotería, Aguas Bonaerenses, la jefatura de Gabinete, los puertos, esos eran lugares donde las sospechas de corrupción eran vox populi. Carrió pidió que se investigue eso como fraude a la administración pública y también que se investigue el patrimonio de estos funcionarios. Daniel Scioli, Alberto Pérez, Guillermo Scarcella, y ahora Luis Alberto "Chiche" Peluso, quien era el titular de Loterías en la provincia, todos tienen inconsistencias muy grandes en sus patrimonios. De la misma manera que Cristina Kirchner es investigada por la Justicia Federal por lavado de dinero, la idea es que Daniel Scioli y sus funcionarios den cuenta de sus 8 años de gestión y de su posible enriquecimiento
—¿Scioli podría no haber estado al tanto de todas estas supuestas irregularidades?
—No lo creo, porque su propio nivel de vida y declaración jurada es bastante elocuente de una situación patrimonial que no es consistente con los ingresos que tiene un gobernador. Más allá de lo escandaloso que fueron algunos precios con lo que valuó bienes, la declaración jurada que tuvo que presentar cuando fue candidato presidencial en el 2015, con precios bastantes irrisorios para sus bienes, hay un nivel de vida que no se puede sostener. Desde ese punto de vista, se puede sospechar que estaba tanto de toda esa corrupción. De hecho, la actual gobernadora Vidal ha denunciado los mismos hechos que denuncia Carrió, como el IOMA, que ya se están se están probando.
Eduardo Duhalde: “Scioli fue cómplice de un gobierno escandaloso en materia de corrupción” https://t.co/K7dNhZDIeg pic.twitter.com/Q1A29dS0tD
— Infobae Política (@InfobaePolitica) 24 de septiembre de 2016
—¿Cómo funcionaba ese presunto esquema de corrupción?
—Es incipiente lo que se ha podido acreditar, pero justamente estos funcionarios, han sido los recaudadores de la campaña presidencial de Scioli. El Tribunal de Cuentas, que está colaborando y está empezando a auditar la gestión sciolista, tiene probado que hay gastos mal rendidos, muy relacionados a desvíos para actos de campaña; después tenemos los patrimonios, grandes, muy inconsistentes, estilos de vida muy difíciles de llevar con los sueldos de funcionarios, y estas misma ausencia de rendiciones, sobreprecios en algunos casos, en IOMA, en medicamentos, en prestaciones, o empresas y facturación truchas en el caso de la obra pública. Esa sería otra caja negra, la obra pública. Hay un caso muy paradigmático, que es el DT de La Ñata, que era el equipo de fútbol que tenía Scioli en su… casa, en su chacra. Ese hombre, que se llama Juan Carlos Mancinelli, tuvo obra pública asignada en las playas de la provincia de Buenos Aires y ahora está siendo investigado por facturación trucha junto a Juan Suris en la Justicia Federal de Bahía Blanca. Ahí tenemos un modo de operar y eventualmente enriquecerse de alguien muy cercano a Scioli.
—Mancinelli ha sido señalado como presunto testaferro de Scioli, ¿podrían haber otros?
—Hay algunos sospechosos que por ahora han sido mencionados en crónicas periodísticas. Carrió señaló algunos campos en Tandil en su denuncia, pero hay un intento por parte de Daniel Scioli y su vocero Alberto Pérez de decir que ya está acreditado que esos campos pertenecen a unos italianos. Lo cierto es que esos italianos tienen un porcentaje muy pequeño de esa sociedad que administra esos campos dedicados al turismo; lo cierto es que pierden dinero con ese supuesto emprendimiento y que Scioli era un huésped muy frecuente, que alquilaba todo el establecimiento periódicamente, que llevaba a todo su personal doméstico… Creo que es algo que merece investigarse porque estos campos pertenecen a sociedades dentro de sociedades, no hay personas físicas hasta que llegás a un fideicomiso en Italia.
—Justamente Carrió estuvo la semana pasada en Italia, y trascendió que fue a buscar pruebas contra Scioli. ¿Las encontró?
—En realidad se trató de un viaje de descanso, pero también buscó recabar cierta información. No puedo dar más detalles porque estamos trabajando en eso.
—Recientemente se allanó el hogar de uno de los ex funcionarios de Scioli que Carrió había denunciado, Walter Carbone, y se encontró el ya famoso dragón con la caja fuerte escondida. ¿Qué sintió al enterarse de la noticia?
—Bueno, fue algo muy sorprendente y enseguida intenté averiguar un poco más sobre qué pasó en ese allanamiento. Por lo que pude reconstruir, el fiscal tenía la sospecha de que en esa casa en el country Abril, uno de los barrios privados más caros de esa zona de la Provincia, se podría haber hecho el reparto del dinero ilegal en la campaña de Scioli. Hay que aclarar que Walter Carbone fue el responsable financiero de la campaña presidencial, el tesorero oficial, el que firmaba los cheques, recaudaba, y el que rendía las cuentas a la Justicia. Había una sospecha de que había una caja fuerte ahí, y hasta donde sé, el personal de la fiscalía ya se estaba retirando porque no encontraba nada, y finalmente dan con esa estatua. Técnicamente es un indicio, una prueba leve pero importante, pero a la vez ese grotesco, que nos recuerda a los bolsos de López, a la bóveda de Lázaro, nos devuelve una imagen fuerte de lo que fue la corrupción todos estos años. De todas formas en lo que hay que centrarse es en analizar su nivel de vida; Carbone vive en la ciudad de Buenos Aires en un barrio muy caro, lleva a sus hijos a un colegio muy caro, tiene también esa casa en el country, tiene autos importantes, ¿cómo puede un matrimonio donde ambos son funcionarios públicos mantener ese nivel de vida? Como ex funcionario tiene que rendir cuentas del dinero público que administró, y ya hay claros indicios que administró irregularmente algunos fondos.
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—Algunos dicen que la denuncia de Carrió tiene un fin electoralista, que quiere cargarse o al menos ensuciar a un posible rival de las elecciones legislativas del año próximo.
—Lilita tiene un principio y es que ella en campaña no hace denuncias. Y este no es un año electoral. Decidió ocuparse de la provincia de Buenos Aires porque ahora otros dirigentes decidieron ocuparse de la corrupción del anterior gobierno nacional, cuando ella lo venía haciendo hace años. Lamentablemente la oposición en la Provincia no se ocupó de corrupción, y cuando vio que avanzaban las causas contra Cristina y Lázaro Báez, decidió dedicarse a este tema
—¿Y por qué cree que nadie se metía con Scioli?
—No lo sé, dicen que Scioli es muy amable, que era muy generoso… Repartió mucha pauta a los medios, eso está acreditado, duplicó en el año 2015 el presupuesto de publicidad, de hecho. Puede tener que ver con eso, o con los negocios de la provincia de Buenos Aires, que vienen desde muy atrás, no es un tema solo de Scioli, la Legislatura bonaerense siempre fue bastante oscura.
—Se habla mucho de la posibilidad de que Cristina Kirchner pueda ir presa. ¿Imagina un escenario similar para Scioli?
—La verdad es que se está avanzando en algunos fraudes cometidos por funcionarios muy cercanos a él, así que eventualmente podría ir a una indagatoria. Después que vaya preso o no depende de un montón de cosas, pero yo si fuese Daniel Scioli estaría preocupado por la denuncia de Lilita.