Carlos Daniel Tomeo, empresario sindicado por una denuncia de Elisa Carrió como supuesto testaferro de Aníbal Fernández, sufrió otro allanamiento en una de sus 10 propiedades del country Abril. En uno de estos procedimientos, la Policía Metropolitana encontró elementos que sumará a la investigación por lavado de dinero.
También había algunos dólares y euros, relojes de alta gama, muchos de ellos Rolex, y joyas.
Los efectivos policiales buscaban documentación que vinculara a Tomeo con Fernández, aunque el empresario había negado ayer cualquier vinculación con el ex jefe de Gabinete kirchnerista.
Durante el procedimiento el empresario no estuvo presente aunque sí uno de sus hijos. En un allanamiento similar hecho el martes en el country, los investigadores descubrieron que Tomeo tenía diez casas a su nombre, algunas de ellas deshabitadas.
Carrió asegura que Tomeo forma parte de una red de testaferros, que es la misma que habrían usado el camionero Hugo Moyano para crear la empresa Covelia y Sergio Schoklender en el caso de Sueños Compartidos. Entre los inmuebles allanados había una mansión de 23 habitaciones, 16 baños y más de una pileta climatizada.
En una entrevista con radio El Mundo, el empresario negó ser testaferro de Aníbal Fernández: "Nunca lo vi en mi vida, si por pagarle los sueldos a la gente en tiempo y forma tenés que ser encubridor de Aníbal Fernández, me duele un poco", sostuvo Tomeo, quien también se mostró molesto porque el ex jefe de Gabinete "no salió a aclarar esto".
El empresario allanado, que también es abogado, reconoció que tiene "propiedades y autos de alta gama", pero aclaró que todo está en regla. "Yo vivo desde hace 13 años acá en Abril, está muy bien que me investiguen, les di mi declaración jurada y hasta mi clave fiscal", sostuvo.