La falta de liderazgo empieza a convertirse en un serio problema para el peronismo: el vacío de conducción multiplicó el número de aspirantes a encabezar la tan mentada renovación del PJ y hoy afloran los vedetismos.
Las ansias de protagonismo provocaron una división notoria en la nómina de intendentes justicialistas: se formaron dos grupos de caciques bonaerenses que se disputan el poder.
Ayer nació oficialmente el Grupo Fénix, un espacio de jefes comunales que pretende "quitarle protagonismo" al Grupo Esmeralda liderado por Martín Insaurralde, Gabriel Katopodis y Juan Zabaleta.
La flamante liga de intendentes está compuesta por Gustavo Menéndez (Merlo), Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas); Ignacio Ustarroz (Mercedes); Verónica Magario (La Matanza); Walter Festa (Moreno); Francisco Echarren (Escobar); Ricardo Curuchet (Marcos Paz); Ariel Sujarchuk (Escobar); y Santiago Magiotti (Navarro).
Esos nueve jefes comunales recorrieron ayer una fábrica textil en el partido de Merlo, donde reafirmaron su "compromiso en la búsqueda de consenso y de construcción política inclusiva".
A pesar de que varios estuvieron la semana pasada en el homenaje a Antonio Cafiero que organizó el Grupo Esmeralda (Magario, Nardini y Menéndez), la intención es salir a "marcarle la cancha" al espacio de Insaurralde y compañía para no quedar rezagados en la repartija de poder.
"Empieza a haber celos y nadie quiere quedar por debajo de los demás en la reorganización del PJ", coincidieron fuentes de ambos espacios en diálogo con Infobae. En un partido con referentes (Jose Luis Gioja y Daniel Scioli o la propia Cristina Kirchner) que ya no gobiernan ningún distrito, todos quieren hacer valer su poder territorial.
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Los nueve alcaldes bonaerenses del denominado Grupo Fénix aseguran que pretenden consolidar la dirigencia peronista "sin distinción dentro del espacio" e invitaron a sumarse "a todos los que se sientan parte del campo popular".
Con esa premisa y enfocándose en la gestión -"queremos dejar de lado la rosca que no le interesa a la gente", señalan- buscan diferenciarse del espacio Esmeralda, que en su presentación dejó en claro su intención de tomar clara distancia del kirchnerismo y del PJ ortodoxo.
"Nosotros somos un grupo de peronistas unidos por la tarea de gestionar para la gente y estamos convocando a todos. El peronismo es nuestra columna vertebral y creemos que sólo la unidad puede ser superior al conflicto", explicaron a través de un comunicado.
La pelea de intendentes es una batalla más en el marco de una guerra interna feroz. El PJ necesita definir un líder que contenga y detenga la hemorragia que se inició con la derrota electoral de 2015. Estos dos bandos tienen claro que el futuro los encontrará unidos o dominados…