Julio De Vido explicó los motivos de su ausencia a la interpelación de Aranguren

El diputado y ex ministro de Planificación difundió una carta en las redes sociales

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Julio De Vido es el presidente de la Comisión de Energía y Combustibles de la Cámara de Diputados. Las dudas sobre su presencia en el plenario de comisiones que interpela a Juan José Aranguren fueron uno de los temas más hablados en la previa de la comparecencia del ministro de Energía.

A poco de comenzar la interpelación a Aranguren se supo que finalmente De Vido no iba a estar ocupando su lugar en el plenario. El diputado kirchnerista Héctor Recalde intentó leer una carta firmada por el ex ministro de Planificación en la que explicaba los motivos de su ausencia, pero no fue autorizado porque en el orden del día estaba primero la exposición de Aranguren.

Minutos después, el propio De Vido difundió el escrito en las redes sociales. En la carta, sostuvo que el Gobierno y los diputados del oficialismo buscan "promover un debate sobre lo realizado en los últimos 12 años en materia energética", haciendo hincapié en su persona.

Agregó que la decisión de no presentarse fue "de carácter estrictamente personal" y buscó "evitar que se desvíe la discusión hacia cuestiones que responden a diferentes concepciones ideológicas y políticas, especialmente en relación al rol del Estado, la soberanía nacional y el libre mercado, como ha quedado de manifiesto en los numerosos debates que en forma pública y privada hemos mantenido con quien hoy es ministro".

A continuación, el texto completo:

En virtud del intento explícito del Gobierno Nacional y los diputados del oficialismo de promover un debate sobre los realizado en los últimos 12 años en materia energética, enfocándose en mi persona, en lugar de dar las explicaciones que espera la sociedad, en relación a cuáles fueron los criterios técnicos y fundamentos del brutal tarifazo que llena de angustia a las familias argentinas, quiero informar que no estaré presente en la plenario de comisiones del día de hoy.

Dicha decisión, de carácter estrictamente personal, tiene por objetivo evitar que se desvíe la discusión hacia cuestiones que responden a diferentes concepciones ideológicas y políticas, especialmente en relación al rol del Estado, la soberanía nacional y el libre mercado, como ha quedado de manifiesto en los numerosos debates que en forma pública y privada hemos mantenido con quien hoy es ministro.

Con esas tarifas que muchos califican como "atrasadas" se invirtieron en el sector 25 mil millones de dólares. Sería muy extenso enumerar todo lo que se realizó. Pero baste con recordar algunos logros: terminamos Atucha II, Yacyretá, construimos 5.500 kilómetros de líneas de alta tensión con los que incorporamos 11 provincias a la red nacional, aumentamos 12 mil megavatios la capacidad instalada, con un pico de consumo que pasó de 14.500 megavatios en 2003 a más de 25.000 en 2015.

Asimismo, recuperamos YPF e hicimos posible la incorporación de 2,5 millones de hogares a la red de gas y 6 millones al servicio de electricidad.

Todo fue posible con tarifas competitivas, con costos argentinos, que hicieron posible la creación de 6 millones de puestos de trabajo, un crecimiento de la industria exponencial y sobre todo que millones de argentinos puedan pagar las tarifas de gas y electricidad.

Es falso que las tarifas estuvieron congeladas 12 años: desde el año 2008 pusimos en marcha mecanismos de quita de subsidios a los usuarios de mayor poder adquisitivo, siempre protegiendo a los hogares de menores recursos.
En cambio, el brutal tarifazo aplicado por Aranguren afectó a millones de familias que no pueden pagarlo e implica una transferencia directa a las empresas, en el caso del gas de 3.500 millones de dólares a los productores.

Por lo tanto, esperamos que el ministro explique lo que se preguntan tanto el pueblo argentino como la Corte Suprema de Justicia: cómo llegó a esos salvajes porcentajes de aumentos que ni él mismo pudo fundamentar cuando visitó el Senado.

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