La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, aseguró en una entrevista que el presidente Mauricio Macri comenzará a trasladarse en un vehículo blindado. "Vamos a cuidar al Presidente con todo lo que haya para cuidarlo", dijo.
"No tenía vehículo blindado, pero ahora va a tener. Esto se había decidido hace tiempo. No es una decisión que tomamos por los incidentes en Mar del Plata. Es un protocolo. No tenía una camioneta. Hubo que hacerla. No se van a reforzar las medidas de seguridad, sino que se va a llevar adelante un protocolo", señaló en diálogo con La Cornisa, el programa que transmite América y conduce Luis Majul.
En Argentina – por dos motivos – no cualquier persona puede tener un vehículo blindado. En primer lugar, hay que recibir una autorización del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos. En segundo lugar, hay que tener el dinero.
Blindar un vehículo en Argentina cuesta entre USD 28.000 y USD 35.0000.
Iniciar el trámite en la Agencia Nacional de Materiales Controlados cuesta cinco mil pesos. El costo para blindar un vehículo o una camioneta (vidrios, puertas, exterior y asientos) oscila entre los USD 28.000 y USD 35.0000. Colocar solamente un vidrio 'anti-vandálico' puede costar hasta 22 mil pesos. En todo el país, se registraron oficialmente poco más de 6.000 vehículos. Y, cada año, se blindan entre 500 y 600.
En América Latina,y en todo el mundo, Brasil tiene el mercado más grande. Circulan al menos 120 mil vehículos blindados y cada año se fabrican entre 10 mil y 12 mil, según la Asociación Brasilera de Blindaje (Abrablim). En México – el país más castigado por la violencia de los narcotraficantes – se fabrican seis mil anualmente, reveló la Asociación Mexicana de Blindadores de Automotores.
La historia de los autos blindados y los presidentes argentinos se remonta a 1966, cuando Juan Carlos Onganía mandó a construir en los talleres de IKA-Renault – ubicados en Córdoba – un Rambler Ambassador. Por ejemplo, Juan Domingo Perón incorporó a la flota oficial durante su tercer mandato un Ford Fairlane blindado.
La ex presidente Cristina Elisabet Kirchner, elegía la firma Audi. Durante los primeros años de su mandato, se trasladaba en un A6 blindado. En 2013, renovó su vehículo y comenzó a trasladarse en un Audi A8L 4.2 FSi Quattro: motor V8 de 4.2 litros de cilindrada, 372 caballos de potencia y tracción integral.
La nueva medida dispuesta por el Poder Ejecutivo es, en el resto del mundo, algo común. El Cadillac One y el Cadillac Two fueron los vehículos de movilidad que transportaron a Barack Obama en su visita a Argentina. Son auténticos modelos de combate vestidos de lujo. Limusinas Cadillacs DTSreversionadas que miden 5,5 metros de largo y pesan 6.800 kilogramos: no son vehículos de producción estándar. Blindado al extremo, con ventanas de 15 centímetros de espesor, lleva en el baúl hasta una reserva de sangre del tipo y factor del presidente estadounidense.
El vehículo de apoyo de Angela Merkel – la canciller alemana – mantiene la línea: el modelo S 600-Class es la creación más segura jamás fabricada por Mercedes-Benz. La mandataria elige un auto de típico carácter germano, con capacidad para varias personas, con un blindaje acabado, un tanque de combustible de auto-sanación y un sistema de extinción de incendios.
François Hollande, máxima autoridad de Francia, se traslada a bordo de un autóctono Citroën DS5 Hybrid4, un modelo en el que convergen la sobriedad y la conciencia ecológica, sin despreciar la elegancia y el refinamiento de su país. En su parque automotor oficial tampoco faltan modelos blindados de Renault y Peugeot, también de producción local.
Para seguir la línea europea, David Cameron, ex primer ministro del Reino Unido, eligió un Jaguar XJ Sentinel de la automotriz de raíz británica. La berlina deportiva con un V8 sobrealimentado incluye una extraordinaria paleta digital y está provisto de incalculables medidas de seguridad: reservas de aire, protecciones anti gas y anti bomba. La familia real, por su parte, es fiel al Bentley.