Alfredo Leuco: "Los generales de la corrupción fueron Néstor y Cristina"

–Estuviste acá hace un año y me dijiste: "Scioli va a ser el títere de Cristina Kirchner o su sepulturero".

–Hoy, mirando lo que pasó, creo que si hubiese ganado la elección iba a ser el títere de Cristina, no tengo dudas. Porque ni siquiera hoy Daniel Scioli ha logrado tomar distancia de una figura como la de Cristina. Es increíble, es una de las virtudes que tiene, genera en algunas personas cierto sentido de subordinación. Daniel Scioli ya le podría haber dicho "yo perdí por tu culpa, porque no me apoyaste, porque lo pusiste al tipo más desprestigiado de la Argentina de candidato a gobernador".

–Hoy, ¿quién puede ser el sepulturero de Cristina?

–Ella misma. Hoy ella misma se está enterrando. Cuando va sumando éxitos, va creciendo, se transforma en una gran oradora; pero cuando empieza a tener dificultades, se transforma en una ametralladora de cometer errores por repetición. De hecho, pelearse con Margarita Stolbizer era lo peor que podía hacer. La desespera darse cuenta que la justicia la está acorralando y en varios planos está bastante comprometida. Además, ve cómo cada vez tiene menos militancia en las calles apoyándola, menos legisladores, menos intendentes que la respaldan o capaces de llevar adelante sus órdenes. Por lo tanto, cuando entra en una crisis, en lugar de parar la pelota como haría cualquier persona, de hablar con amigos, no lo hace. No tiene casi amigos Cristina… ¿Cuál es la mejor amiga de Cristina? No tiene una amiga Cristina Fernández de Kirchner.

–¿Qué es peor, que supiera lo que pasaba y fuera cómplice o que desde el ejercicio de la presidencia no supiera lo que estaba sucediendo?

–No importa qué es peor, no hay duda que sabía. No sólo lo sabía, era la comandante en jefe. Los Julio De Vido, los José López, los Aníbal Fernández, fueron los coroneles de la corrupción. Pero los generales de la corrupción fueron Néstor y Cristina, no tengas dudas. Sobre todo Néstor. El gran problema que tiene el kirchnerismo es la muerte de Néstor Kirchner. Hasta ese momento, lo tenía bastante controlado porque él no dejaba robar a cualquiera, eran 2 o 3 personas de su riñón, de su mayor intimidad. Cuando muere, eso se desmadra y todos los demás funcionarios que ven de qué manera se enriqueció la familia Kirchner empiezan a robar por su cuenta. De pronto, ella se tiene que hacer cargo del famoso cuadernito. Y tiene una mirada tan conspirativa de la vida que empezó a creer que todo el mundo le estaba robando. De hecho, en un momento lo llama a Lázaro Báez para decirle: "Mira, me están diciendo de la embajada de los Estados Unidos que vos estás sacando plata. Esa es mi plata". Esa es la gran dificultad y por eso se aceleraron tanto los tiempos. No solamente fue un hecho de corrupción de parte del gobierno de Cristina en los últimos tiempos con sus asesores y con sus ministros sino que lo hicieron mal. Fueron ineficientes hasta para robar.

–¿Creés que la va a terminar involucrando Lázaro Báez ?

–Qué buena pregunta. Si sus hijos empiezan a ver de cerca la posibilidad de ir a la cárcel, cosa que está ocurriendo porque les descubrieron cuentas por 25 millones de dólares, pibes que no trabajaron en su vida tienen 25 millones de dólares, una fortuna en el exterior que no pueden explicar. Si alguno de ellos va preso yo creo que eso le puede generar algún quiebre psicológico y denunciar que el dinero que recaudaba era para arriba. Si los hijos quedan afuera, creo que él va a aguantar todo el tiempo que pueda.

–¿Cómo ves a Cristina en su relación con la prensa en este momento?

–A la salida de Comodoro Py es una Cristina auténtica, no permitió una pregunta, dijo todo lo que ella quería decir, y cuando un periodista le quiso preguntar se fue. Una vez más, no resiste que la gente le pregunte. En la nota que dio, hablaba en un canal amigo y con un periodista obsecuente (N de R: se refiere a la entrevista con Roberto Navarro), que trabaja para ella, que milita para ella y que cobró fortunas en pauta publicitaria, es la persona que más pauta publicitaria recibió, se enriqueció fuertemente durante el gobierno de los Kirchner. Si se atreve a dar una entrevista a periodistas independientes que le pregunten de verdad, sería interesante.

–¿Te sorprendió la inhibición de sus bienes?

–Si uno ve la historia del doctor Claudio Bonadío, en general en este tipo de causas muchas veces decreta la inhibición de los bienes. Por supuesto que yo no sabía que lo iba a hacer. Es una medida razonable porque en este momento se está investigando y, para evitar, como dijo Margarita Stolbizer, que ella se desapodere, que ponga los bienes a nombre de otro, los regale, los venda, haga una venta ficticia… es un embargo para que ella no diga no tengo bienes, lo cual sería muy triste y muy vergonzoso.

–¿La causa de José López va a marcar algo en la historia argentina?

–Sí, hay un lugar común que suelen usar los fotógrafos: que una imagen vale más que mil palabras. A lo largo de la historia argentina, hay hechos políticos que quedan en la memoria colectiva: ¿Te acordás cuando Herminio Iglesias quemó el cajón? Y eso significó que perdiera Luder la elección y ganara Alfonsín. En realidad era un hecho simbólico, Luder no perdió por eso y Alfonsín ganó por otro tipo de situaciones políticas más complejas que una imagen. Pero son imágenes que representan un momento particular y lo expresan con contundencia. La actuación de José López como lanzador olímpico de bolsos por arriba de los muros me parece que va a ser una, esa y "la Rosadita", contando los billetes, son los dos hechos pornográficos que van a quedar para siempre grabados en la memoria colectiva sobre qué pasó con los fondos públicos y cómo se robó durante tanto tiempo.

–En algún momento pensamos que la muerte del fiscal Alberto Nisman iba a marcar un quiebre y no pasó nada.

–No pasó nada, exactamente. Uno toma verdadera dimensión cuando sale al exterior, cuando tiene que entrevistar a un periodista extranjero o a un político extranjero. Lo ven como un hecho de una dimensión mafiosa tremenda. En la Argentina impactó mucho, hubo movilizaciones, pero todavía no caló lo suficiente. En aquel momento todo pasó, todo siguió, hubo turbulencias, pero todo continuó. En otro país hubiese significado un juicio político a la Presidenta.

–Con estas causas que nombramos recién, ¿no puede pasar lo mismo?

–Hay algunas que ya no pueden caer en saco roto porque están muy avanzadas. En el caso de Nisman costó muchísimo encontrar indicios, pruebas; se ensució y se bastardeó el lugar del hecho. Hay varios integrantes del gobierno de Cristina, algunos ya están presos, pero hay varios más que van a estar presos durante bastante tiempo.

–¿Cristina va a ir presa?

–Por los tiempos procesales tal vez durante este año sea procesada. Que vaya presa lo veo difícil, porque cuando se trata de presidentes o de ex presidentes, el rol de la política juega un papel muy importante. Si al gobierno de Cambiemos le va bien económicamente, electoralmente en el 2017 y está fortalecido, es posible que después de esa elección de medio tiempo Cristina vaya presa, a lo mejor durante un tiempo. Por ahora, hasta el año 2017 no lo veo probable.

–¿Le sirven al gobierno actual estas causas? ¿Calman un poco el malestar por la situación económica?

–Sí. No es algo que sea provocado por el gobierno de Macri porque no veo que haya injerencia del gobierno en la Justicia. La Justicia está actuando porque se sintió respaldada por la Corte Suprema de Justicia. Nadie va a reconocer esto que te digo, pero la Justicia está actuando porque muchos jueces y fiscales le tienen bronca a Cristina. Una parte, por una actitud de venganza, lo digo con toda franqueza. No digo que inventan cosas pero la energía y la velocidad que le imprimen a las causas es porque fueron humillados, fueron extorsionados durante el gobierno anterior. Tanto que quieren hacer su trabajo de la manera más rápida y más eficiente posible.

–¿Qué análisis hacés de este primer semestre?

–Desde el punto de vista macropolítico, es positivo, cambió el clima, hay un país de diálogo, recompusimos relaciones con el mundo, una de las mejores funcionarias claramente es Susana Malcorra. Salimos del cepo sin dificultades. En lo grueso, me parece que el gobierno va por el camino correcto. Ahora, cometió muchos errores, muchas torpezas. Aunque son varias, la más importante, la más grave fue la manera de implementar y de comunicar todo el tema del tarifazo. No digo que no era necesario aumentar las tarifas, pero se hizo de mala manera y generó, sin lugar a dudas, mal humor en sectores de la sociedad. Eso no es positivo para un gobierno. Después, es un gobierno que no comunica correctamente. Las cosas positivas que hacen duran 15 minutos en los medios. Tienen una mirada positiva en el sentido de "no nos metemos con los periodistas, que hagan lo que quieran". No son cómo el gobierno pasado, de llamar para presionar, eso no ocurre. Tampoco es bueno desentenderse absolutamente y no trabajar para comunicar las cosas de la gestión, me parece que ahí hay una falencia. Creo que todavía le falta una base mayor de sustentabilidad política. Incorporar más sectores, más intendentes, más gobernadores, más dirigentes políticos, ampliar la base. Le deben dar un rol más importante a los aliados, a la Coalición Cívica y a la Unión Cívica Radical.

–¿Qué opinás de lo que pasó en Tiempo Argentino?

–Uno de los hombres más dañinos en los medios de comunicación fue Sergio Szpolski. Hay que ver la película completa. Cristina fue a saludar a los chicos de las cooperativas que estaban allí resistiendo y la recibieron correctamente, pero le pasaron algunas facturas porque ella es parte del problema. Cristina fue responsable de haberle dado montañas de publicidad oficial a un aventurero, a un irresponsable, a un hombre que ya tenía antecedentes de haber vaciado…

–… esto no pasó únicamente con Tiempo Argentino.

–Exactamente. Hay un doble error, primero creer que los medios de comunicación los puede manejar cualquiera, los medios son para aquellos que tienen verdadera vocación de tener medios de comunicación y no como un negocio o como un coto de caza de corrupción. Y, en el caso de Szpolski, la justicia lo debería llamar a él, a su presunto comprador y hay muy buenas fotos y filmaciones de los patoteros que entraron. Esa gente debe ir toda a dar cuentas ante la justicia y por supuesto pagar por lo que hicieron, porque es un hecho atroz. Ahora, creo que ahí hay responsables concretos por cómo se vino todo este proceso. Cristina, Szpolski sin lugar a dudas, el socio de Szpolski también tiene que dar explicaciones y el nuevo dueño que es una persona que por donde uno la busque tiene dificultades con la justicia.

–Aníbal Fernández dijo que te va a querellar por difamarlo.

–Sí. Tenemos dentro de 10 días la citación para la mediación. Él le hizo juicio a Elisa Carrió y a 4 periodistas: Jorge Lanata, Luis Majul, Nicolás Wiñazki y yo. Los periodistas tomamos la decisión de defendernos en forma conjunta, creemos que cuando un funcionario tan desprestigiado, tan vinculado al robo de la efedrina, a las mafias, al narcotráfico, al plan Qunitas y al patoterismo de Estado hace 5 querellas y 4 de ellas son a periodistas es porque en realidad quiere intimidar al resto de los periodistas. Entonces, tomamos la decisión de defendernos en conjunto e ir a juicio, no vamos a aceptar ningún tipo de mediación. Es un personaje que le hizo mucho mal a la política argentina. Que Aníbal Fernández me haga un juicio a mí lo tomo como una medalla de reconocimiento periodístico. Me preocuparía, periodísticamente, si Aníbal Fernández fuera mi amigo.

–¿Se terminó el kirchnerismo?

–En la versión que lo conocemos sí. Se va a reducir a una expresión más chica, de pocas posibilidades electorales pero gran capacidad de daño y gran capacidad de movilización. Tienen una militancia consecuente, sacaron mucho dinero y parte de ese dinero lo usan para el trabajo movilizante. No creo que le vaya a ocurrir lo mismo que al menemismo, de extinguirse totalmente. Están llamados a ocupar un lugar en la Argentina, pero un lugar menor. También va a depender mucho de cuál sea la actitud de Cristina. Si decide jugar políticamente, van a mantener ese caudal electoral de 8 o 10%. Si Cristina no va, sí es posible que se desintegre el kirchnerismo en forma rápida.

–¿La imaginás como candidata en 2017?

–A ella le conviene relegitimarse electoralmente. Por ejemplo, yendo de candidata a senadora en la provincia de Buenos Aires. Yo creo que hoy sería imposible que ganara la elección, pero se podría dedicar a trabajar en la provincia de Buenos Aires. En el conurbano bonaerense tiene la adhesión de intendentes; todavía tiene cierta imagen positiva en esos sectores. En la batalla judicial, está liquidada, no puede explicar lo inexplicable. Entonces, debería dar la batalla en lo político, que si bien la tiene complicada bueno, es una batalla y habrá que ver si al gobierno de Macri le va mal y empiezan a haber dificultades económicas, ahí va a crecer la imagen de Cristina como posible candidata.

–Les está yendo fantástico con el programa, la radio, el libro, ¿es un buen momento?

–Sí, increíble. Suena a esas frases hechas de entrevista a vedettes pero el título en este momento sería: "Estoy pasando el mejor momento de mi vida". Un momento profesional extraordinario.

–Contame lo mejor y lo peor de trabajar con tu hijo.

–Lo mejor es que nos une una actividad que nos hace estar mucho más tiempo juntos que lo que podría estar una persona de 61 años con un chico de 26. De hecho, la madre de Diego que es psicoanalista dijo que él quiso ser periodista para estar más tiempo conmigo.

–Tengo una frase de él que dice: "Al ver todo lo que mi papá le ponía al laburo no podía tener un punto medio. O amaba el periodismo o lo odiaba".

–Yo le dedicaba mucho tiempo. Soy un adicto al trabajo porque amo profundamente el periodismo, estoy muy feliz de haber elegido esto. Siento una gran pasión y una gran felicidad en trabajar. Pero en su momento, sobre todo cuando seguís la actualidad que va cambiando con tanta vertiginosidad, muchas veces el tiempo que debe dedicar a la familia se lo dedica a trabajar. Tal vez estaba en el living leyendo diarios, haciendo llamadas, escribiendo en la computadora y muchas veces estaba Diego allí reclamando jugar o charlar conmigo. Por lo tanto, tranquilamente podría haber odiado eso porque era la profesión que le sacó a su padre. Pero en este caso eligió el camino contrario y por eso coincidimos tanto.

–¿Creés que un día va a superar a su papá?

–Ya lo superó. Te lo digo de verdad, no es una cosa de un padre baboso, tengo elementos de rigurosidad periodística. Todas las cosas que yo logré profesionalmente él las logró 30 años antes. Yo al principio le consultaba solamente de cuestiones tecnológicas: "Che, se me clavó el celular, no sé cómo bajar este programa". Después lo empecé a consultar en temas de Justicia, porque él inició su trabajo en Comodoro Py e hizo una gran relación con los jueces y con los fiscales. Entonces yo le decía: "Che, ¿lo traemos a Bonadío a la tele? Por qué no lo llamás vos a Bonadío que yo no lo vi en mi vida", y él lo veía 3 veces por semana, o a cualquier juez. Hoy lo consulto absolutamente en todas las cosas. A veces me da vergüenza porque en lo personal digo cómo le voy a consultar decisiones personales, es mi hijo. Pero a veces indirectamente lo consulto.

–El corazón también está bien ¿No?

–También es el mejor momento personal de mi vida. Hace 7 meses que estamos conviviendo con Cecilia, que es mi mujer. Hace tres años que nos conocemos. A esta edad, es una felicidad poder enfrentar este desafío de construir una pareja, de desarrollarla.

–Al final, tenés razón, te vamos a tener que titular "Estoy pasando el mejor momento de mi vida". ¿Te das cuenta?

–Espero haber sido astuto, inteligente, creativo y darte otro título. Pero sí, es absolutamente cierto, estoy pasando el mejor momento de mi vida.

Agradecimiento: Producción de vestuario Paula Balmayor. Peinado y Maquillaje Sofia Diez.