El juez Guido Otranto lleva adelante la investigación judicial más candente de la actualidad: la desaparición de Santiago Maldonado en Chubut. El caso conmocionó a la sociedad y su resolución, sea cual fuere, podría tener efectos políticos de gran magnitud.
Tras 45 días de búsqueda, el magistrado aseguró en una entrevista con el diario La Nación que "la hipótesis de que (Maldonado) se podría haber ahogado es una de las opciones que parecen más razonables, de acuerdo con la interpretación de las pruebas que estoy realizando."
Que todos los gendarmes se hayan puesto de acuerdo es poco probable
Hasta el momento, en la causa se ha confirmado que el artesano desaparecido participó de un corte de ruta junto a miembros de la comunidad mapuche en Leleque. Ese piquete fue reprimido por la Gendarmería, que los dispersó hasta el río Chubut. A partir de allí, las declaraciones de los efectivos y los mapuches se vuelven contradictorias.
Los abogados lo único que tienen son críticas a la investigación, pero aportes de testigos, ninguno
Si bien aclaró que no puede adelantar sus conclusiones porque necesita primero "terminar de producir la prueba", Otranto sí dijo que "no cree" que un "exceso explique la desaparición".
En ese sentido, el magistrado señaló que en sus declaraciones los mapuches son consistentes en una cosa: cuando cruzaron el río faltaba una persona. Sin embargo, explicó que "hay una contradicción fundamental entre dos testigos en cuanto a cómo se produce la salida del vehículo en el cual deberían haber cargado a Santiago Maldonado. Eso no está bien, tampoco en comparación con el resto de las pruebas de la investigación".
Por eso, el juez reconoce que el ahogamiento "es una de las opciones que me parecen más razonables".
Además, aclaró que no ve elementos que permitan sostener "que pudo haber sido herido de gravedad por un disparo a corta distancia o una piedra, por uno o más gendarmes".
Por el otro lado, también descartó que los 20 gendarmes que declararon hayan acordado previamente lo que iban a testificar. "Es muy difícil. Que todos se hayan puesto de acuerdo es poco probable. En algún punto las diferencias de visión y de datos surgen en una testimonial. No lo descarto, pero no estoy encontrando nada que me esté haciendo sospechar que hay un armado previo en sus declaraciones", argumentó.
Finalmente, el juez también criticó a los organismos de Derechos Humanos y a los querellantes por su falta de colaboración en la presentación de testigos.
"Los abogados lo único que tienen son críticas a la investigación, pero aportes de testigos, ninguno. Un habeas corpus no es un proceso contencioso: deberíamos estar todos interesados en descubrir qué pasó. Por eso a mí me llama la atención esta falta de colaboración en acercar a los testigos. Ya es un problema citarlos: si va la policía se generan problemas", finalizó.