"Para armar este plantel tuvimos que buscar por Internet, país por país, las terminaciones albanesas de los apellidos", explicó el entrenador italiano que llegó al cargo en 2011 y logró una clasificación histórica para la Eurocopa 2016.
Cuando asumió Gianni De Biasi, en la federación local no había archivo de los futbolistas nacionales. En su aventura por armar el mejor equipo posible, el entrenador recorrió 70 países. Este domingo, vencieron 1 a 0 a Rumania y dieron unas de las sorpresas del torneo.
"Había albaneses que habían nacido en Albania, pero que se habían ido a vivir fuera y tenían doble nacionalidad. Tenemos muchos jugadores que juegan en Suiza, algunos en Alemania, otros en Francia, en Grecia, Turquía. El problema fue encontrarlos. Buscarlos por Internet fue el primer paso del scouting. El segundo, ver vídeos: si algún jugador nos resultaba idóneo, viajábamos para hablar con él y comprobar si encajaba", agregó.
Un caso paradigmático de su búsqueda es el arquero Sali Berisha, que ahora ataja en Lazio, y fue hallado en un pequeño pueblo de pescadores en Suecia. Pero la misión, además de encontrarlos, era convencerlos de que jugarán para Albania.
"Que podía ayudarnos a hacer 'grandes cosas, más grandes de las que podía llegar a imaginarse, y más grandes de lo que había hecho Albania en su historia'", contó De Biasi.
En la primera concentración con los jugadores, el italiano colgó una carta en el vestuario en las que les pedía cambiar de mentalidad y hacer las cosas de manera diferente. "Si me seguían, confiaban en mí, me daban todo lo que tenían y trabajaban al 101 por ciento, haríamos algo histórico que quedaría grabado en la memoria de todos", dijo en un entrevista a El País.
"Cuando clasificamos a la Eurocopa volví a sentirme como un niño. Le escribí un mensaje a un amigo y le puse: 'me siento como un chico en el día de reyes'", concluyó Di Blasi, que ahora espera una combinación de resultados para alcanzar los octavos de final.