La tarde del último lunes 27 de mayo, Pierina Escobar denunció ante la Policía Nacional del Perú (PNP) que su pareja, Brian Daniel Chávez, había sido secuestrado cerca a la Comisaría de Monserrat, en Cercado de Lima.
Las imágenes de la cámara de seguridad de la zona corroboraron su versión, ya que se observa como Chávez, quien se desempeña como albañil, es atacado hasta por cuatro personas para luego ser llevado contra su voluntad.
“Sí, ahí en el video se ve que él se agarra de la reja y grita ‘¡Pierina, ayúdenme!’, pero a esa hora no había nadie en la casa. Se lo llevaron contra su voluntad”, mencionó la mujer a Panamericana Televisión.
Sin embargo, este jueves 30, tras horas de desconcierto, se conoció que Brian Daniel no estaría secuestrado, sino que todo se trataría de un plan de su madre por intentar ayudarlo ante una adicción.
Llevado a un centro de rehabilitación
El programa ‘Ocurre Ahora’, de ATV, dio cuenta que la progenitora se encontraba entre el tumulto de individuos que intentaban contener al joven. Justamente, las personas que se lo llevaron era personal médico perteneciente a un centro de rehabilitación ubicado en San Martín de Porres.
De acuerdo al mencionado medio, el también padre de familia habría firmado el consentimiento para ser internado en esta clase de establecimientos. “Miembros de la comisaría de Monserrat intentaron socorrer al muchacho, sin embargo, tras la presentación de la documentación respectiva, y luego de que él (Chávez) atestiguara, es que los dejan ir sin complicaciones”, dijo la reportera.
Cabe destacar que la denunciante señaló que ni ella ni su esposo recibieron alguna amenaza previa al ‘secuestro’. “Vivimos tranquilos, somos gente humilde. No sé por qué nos han hecho esto”, dijo Escobar, temerosa por la seguridad de sus dos hijos menores de edad.
Secuestros en Perú
En el Perú, los secuestros casi se duplicaron en un año, pasando de 11 casos en 2022 a 20 en 2023, lo que supone un incremento del 82%, según información de la División de Secuestros de la Policía Nacional (PNP) a diario El Comercio. Comparando con 2019, donde solo se registraron 6 casos, el año pasado más que triplicó esta cifra. Este aumento se produce tras un período de estabilidad en 2020 y 2021, debido a las restricciones sociales por la pandemia.
Los secuestros típicos, definidos por etapas establecidas como la selección, rapto, cautiverio, negociación y pago del rescate, son considerados delitos de alto impacto que contribuyen significativamente a la percepción de inseguridad. Aunque estos casos son menos frecuentes comparados con otros delitos, su violencia y gravedad los hacen especialmente preocupantes.
Según el general en retiro de la PNP Juan Carlos Sotil, aunque hay un aumento claro en los secuestros, no se ven bandas tan especializadas ni con la logística necesaria para mantener a una víctima cautiva por largos períodos. Hoy en día, las víctimas son generalmente emprendedores o sus familiares, en sectores como gastronomía y transporte, a diferencia de décadas anteriores cuando eran empresarios de gran fortuna.
El 70% de los casos en 2023 ocurrieron en nueve distritos de Lima, y una de las claves para los delincuentes es el fácil acceso a la información de las víctimas, obtenida tanto en mercados negros como en redes sociales. La mayoría de las víctimas tienen entre 15 y 59 años, siendo más comunes en los grupos de 30 a 44 años (41%) y de 15 a 29 años (27%).
Actualmente, 849 personas están encarceladas por secuestro en el Perú, representando el 0.9% de la población carcelaria. De estos, el 91% son hombres y el 9% mujeres. Este análisis subraya la necesidad de una acción rápida y efectiva por parte de las autoridades para combatir este delito de alto impacto.