Para los Estados Unidos, el viaje de Mauricio Macri superó todas las expectativas

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(Enviado especial a Washington) La visita del presidente Mauricio Macri a su par Donald Trump superó para los Estados Unidos todo tipo de expectativas previas para este tipo de reuniones. No sólo ello: ahora en Washington confían que las relaciones bilaterales se profundizarán sustancialmente y se dejará definitivamente en el pasado las turbulencias que hubo en épocas del kirchnerismo.

Los funcionarios norteamericanos transmitieron al gobierno de Macri que hubo una amplia satisfacción con el encuentro de presidentes al punto tal que el propio Macri se animó a decir que a partir de ahora habrá una "relación estratégica" de la Argentina con Estados Unidos.

Desde lo gestual hasta la retórica, pasando por el documento final alcanzado, para los Estados Unidos la visita de Macri superó cualquier tipo de proyecciones que se habían configurado previamente. Según comentó a Infobae un ministro de Macri que pudo dialogar extensamente con un secretario de Estado norteamericano, la visita "sobrepasó todo" para Estados Unidos.

El trato personal de Trump con Macri ayudó mucho a generar un clima de confianza. En la Casa Blanca no es normal que el actual presidente norteamericano acepte sumar a la prensa al Salón Oval cuando recibe a un mandatario extranjero. Pero Trump aceptó esta excepción y fue leído como un gesto distintivo. No sólo ello: puso en la mesa del almuerzo que compartió con la comitiva de Macri a gran parte de su gabinete incluido el vicepresidente, un gesto también inusual para Trump.

Desde el punto de vista pragmático, en Washington transmitieron al gobierno argentino que el resultado del documento que firmaron los presidentes fue "un avance significativo" en las relaciones bilaterales. Es decir, no sólo habrá una continuidad de los planes trazados por Macri con el ex presidente Barack Obama, sino que se avanzó en temas mayores. Uno de ellos es la creación de un grupo de trabajo para la ciberdefensa en contra del crimen organizado, el lavado de dinero, el terrorismo y el narcotráfico. En esto empezarán a trabajar arduamente las agencias de inteligencia, los ministerios de Seguridad y las Unidades antilavado.

Otros de los gestos sorprendentes de Trump, incluso para algunos funcionarios de Estados Unidos, fue la decisión de ir a Buenos Aires el año que viene para la cumbre del G20 y apoyar a la Argentina abiertamente para el ingreso en la OCDE.

Hubo sorpresas no sólo en la delegación argentina sino también en la Casa Blanca respecto a la decisión del secretario de Comercio Wilbur Ross respecto del levantamiento de las barreras a la importación de limones argentinos. Se esperaba un diálogo sobre este tema, que tenía un stay desde que asumió Trump en diciembre. Pero nadie pensó que en este viaje se destrabaría.

En medio de este clima de euforia, el gobierno argentino podría adelantar las fechas para designar al nuevo embajador en Washington antes del 4 de julio que es cuando se festeja el día de la Independencia en Estados Unidos. No parece ser la misma rapidez con que actuará la Casa Blanca que se especula no designará embajador en Buenos Aires sino hasta el 2018.
Está claro que Trump quiere que Macri sea su interlocutor en la región y fortalecer su figura para actuar en la crisis de Venezuela. De hecho, buena parte de la reunión de presidentes se habló de Venezuela.

En cualquier caso, una reunión que estaba pensada como estrictamente protocolar o de simple acercamiento entre las partes, generó muchas más expectativas tanto en Washington como en Buenos Aires.

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