Reforma Política: mucho más que boleta electrónica

Por Ezequiel Fernández Langan

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Nuestro país cuenta con una democracia sólida, construida a partir del esfuerzo y el compromiso de todos los argentinos pero, después de más de un siglo desde la sanción de la ley que organizó la manera en que votamos, creemos que es momento de revisar nuestro sistema electoral.

Desde el inicio de nuestra gestión, el presidente Mauricio Macri nos planteó un objetivo claro: cuidar el voto que cada argentino deposita en las urnas con la esperanza de construir un país mejor. Estamos convencidos de que este objetivo lo vamos a lograr modernizando el sistema electoral y trabajando para que sea cada vez más transparente y equitativo.

En esta primera etapa, queremos reemplazar el sistema de boletas múltiples por la boleta electrónica que permite que la oferta electoral figure de forma ordenada en una pantalla.

Con esta tecnología, el elector imprime su preferencia en una boleta de papel que incorpora un registro digital lo que posibilita la verificación y el conteo de su voto. Se trata de un sistema mucho más simple y rápido tanto para los votantes como para las autoridades de mesa ya que agiliza el proceso de votación así como el posterior escrutinio.

Otra de las principales ventajas es que, de esta manera, pasa a ser el Estado -y no los partidos políticos- quién garantiza que todas las listas de candidatos estén disponibles en cada punto de votación. Este cambio significa más equidad para los partidos. Aquellos que tengan menos recursos ya no van a tener que trabajar para asegurar que las boletas, que lograron imprimir haciendo un gran esfuerzo y muchas veces son robadas, estén disponibles en el cuarto oscuro.

Además, un sistema electoral que incorpora tecnología hace que votar sea más accesible para personas con discapacidad o con limitaciones en su movilidad, visión u orientación, al promover su participación a través de la incorporación de herramientas que les permitan ejercer sus derechos de forma cada vez más autónoma.

Nuestro país cuenta con más de 600 partidos políticos lo que hace que cada elección sea compleja. Por eso, con esta reforma, buscamos eliminar los mecanismos que confunden al elector como las listas colectoras, las candidaturas múltiples y las listas espejo para que tengamos elecciones más claras y transparentes.

Asimismo, le estamos dando más herramientas a la justicia electoral para que la legislación se cumpla efectivamente y que sean respetados los derechos cívicos de todos los ciudadanos. Es necesario contar con funcionarios especializados en la materia que se dediquen exclusivamente al análisis de las distintas etapas del proceso electoral para controlar mejor y más rápido el financiamiento de las campañas y los ilícitos electorales.

El año pasado la democracia argentina dio un nuevo paso en el camino hacia la madurez con la celebración del primer debate presidencial. En este sentido, proponemos también implementar los debates presidenciales obligatorios, porque sabemos que son una herramienta transparente y equitativa para que los candidatos puedan difundir sus propuestas y los argentinos tengamos más información al momento de elegir.

Con este proyecto avanzamos en el tratamiento del financiamiento político pero somos conscientes de que es un tema que requiere ser analizado en profundidad. Ya empezamos a trabajar en una propuesta que busca transparentar y generar un control más eficiente sobre los fondos de los partidos.

Somos un gran equipo que vamos a trabajar intensamente para que cada uno de los más de 32 millones de electores a lo largo y a lo ancho del país se capacite y pueda votar con el nuevo instrumento de sufragio. Sabemos que tener un sistema electoral cada vez más transparente y confiable implica mucho esfuerzo y compromiso. Esto significa seguir buscando permanentemente la manera de mejorar para que tengamos una democracia acorde al siglo XXI.

El autor es el Subsecretario de Asuntos Electorales del Ministerio del Interior de la Nación.

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