La industria de la construcción aún arrastra el doble efecto del freno que impuso en el primer semestre la parálisis de la obra pública y la relativamente elevada base de comparación de primeros nueve meses de 2015 con indicadores tonificados por el gasto electoral y la expectativa del fin del cepo cambiario.
Sin embargo, en agosto se advirtió la proximidad de un punto de giro, porque de un contracción a tasas de dos dígitos porcentuales altos entre abril y julio, en comparación con los niveles de un año antes, en agosto el Indec midió una caída de la actividad agregada de "sólo" 3,7%, como ya anticipaban las expectativas de los desarrolladores.
Según los datos del Indicador Sintético de la Actividad de la Construcción (ISAC), que incluye ahora en su cálculo insumos basados en el consumo aparente, esto es la suma de la producción y de las importaciones y se resta las pocas exportaciones, durante agosto último el índice bajó 3,7% con respecto a igual mes del año anterior, tras haber acumulado en los siete meses previos una contracción de 14,1 por ciento.
En línea con un escenario mejor, alentado por la baja de las tasas de inflación y consecuentemente de interés y por el impulso de las licitaciones de obras públicas, en el último repuntaron 19,3% los pedidos de permisos para construir en comparación con julio y 1,8% interanual, a 617.730 metros cuadrados de superficie cubierta, con lo que se constituyó en el segundo nivel más alto en nueve meses.
Los pedidos de permisos para construir repuntaron en agosto 19,3% respecto del nivel de julio y 1,8% en 12 meses
La superficie a construir registrada por los permisos de edificación otorgados para la ejecución de obras privadas, en una nómina representativa de 41 municipios, acumuló durante los primeros ocho meses del año una baja de sólo dos por ciento.
ÚLTIMO CUATRIMESTRE CON ACELERACIÓN DE LAS OBRAS
La Encuesta Cualitativa de la Construcción que hizo el Indec para los últimos meses del año arrojó un claro predominio de empresarios con presupuestos en alza que en baja, en particular entre los dedicados a la obra pública. En ese caso, poco más de la mitad de los desarrolladores estimaron aumento, en comparación con menos de 1 de cada 10 que previó la continuidad de la faz recesiva. Los impulsores de la reactivación serán los nuevos planes de obras, 45,6% de ponderación y el reinicio de obras 36,4 por ciento.
El saldo de respuesta positiva entre los abocados a la obra pública ascendió a 44,1% y entre los que se concentran en la actividad privada fue de 17,4 por ciento
Mientras que entre los que se dedican preponderantemente a la actividad privada, el saldo de respuesta positiva fue de 17,4% de los casos, con algo más de un 34,8% que planificó repunte y 17,4% de nueva contracción. En ese caso, los motores que se consideran que serán los impulsores son el crecimiento de la economía 37,6%; el reinicio de obras públicas 25%; nuevos planes de obras públicas 16,6% y la mayor disponibilidad de créditos para la compra de viviendas 8,3% de ponderación.