Una señora espera en la cola del supermercado del barrio y mira en la pantalla de la televisión, arriba del cajero, el beso entre Juan Manuel Urtubey e Isabel Macedo. Opina en voz alta. Se suma al comentario la otra señora que está en la espera y el cajero hace un comentario sobre el vestido de la novia y la novia, claramente. La escena se repite en una cantidad innumerable de lugares y Urtubey deja de ser el gobernador de Salta para llegar a un sector que antes no lo conocía y ahora sabe que es "el esposo de la Macedo".
Esta situación hipotética pero naturalmente posible volvió a poner a Urtubey en la tapa de los diarios, impulsar su apellido y pensar en su verdadero objetivo: las presidenciales del 2019. Pero sobre todas las cosas, el jefe político de Salta ahorró dinero. Mucho. "Incalculable el dinero que ahorró Urtubey al casarse. Pautar este espacio en medios para posicionarse hubiera costado millones de pesos", explicó a Infobae, Bruno Gerondi, publicista y especialista en campañas políticas. También sostuvo el cambio de paradigma en la nueva generación política: "'Hacete famoso y después vemos'" debería ser el mantra de la comunicación política actual", agregó. También le da sentido al nuevo esquema de base de la generación política: "Para mi eso explica el celebrity background de tantos políticos actuales (Trump, Macri, Scioli). Es carísimo hacerse conocido".
Infobae calculó de acuerdo a distintas voces del mercado publicitario y consultoras políticas, cuánto hubiese tenido que invertir Urtubey para subir 10 puntos en su índice de conocimiento de acá a diciembre, algo clave para las elecciones de medio término del año que viene. Esos 10 puntos son el número mágico que se especula que logró subir el salteño por su "casamiento puna-chic".
La producción de un paquete de tres spots publicitarios de alta calidad tiene un costo promedio de $5 millones. Ese costo viene atado directamente en su colocación en medios audiovisuales: la matemática establece que lo que se invierte en esa producción es el 10% del presupuesto total destinado a su publicación, la cual costaría cerca de $50 millones. Esos 50 millones incluyen no solo la puesta en el aire del spot en medios nacionales y provinciales, sino que también viene de la mano de la célebre publicidad no tradicional y redes sociales.
La colocación de una gigantografía en Panamericana, actualmente, dependiendo de su ubicación tiene un valor aproximado de entre 30 mil y 50 mil pesos mensuales. Si se instalan en las principales autovías del país y en los accesos a la Ciudad de Buenos Aires, el gasto mensual sería cercano al millón de pesos.
Cada encuesta nacional para medir nivel de conocimiento va desde los 80 mil a los $150 mil, dependiendo del modo de trabajo y cantidad de casos. A una encuesta se le suma un focus group para analizar fortalezas y debilidades y a partir de ahí constituir la estrategia de instalación. Se calculan que se necesitan no menos de dos de esos trabajos para una conformación seria de estrategia. Cada focus tiene un valor cercano a los $30 mil. ¿Total? Otro millón de pesos.
Urtubey aseguró que su fiesta de casamiento salió exclusivamente de sus arcas personales, cálculos más, cálculos menos: 200 mil dólares, en un número moderado. Sin dudas, 200 mil son mejores que 4 millones de dólares. Que viva el amor y ya que estamos, también la campaña.