Ingresa visiblemente nervioso. Tiene muchas ganas de hablar. "Podría contarte por 10 horas seguidas lo que pasó con la efedrina y la Sedronar", le dice a InfobaeTV. Gabriel Abboud fue el vicesecretario de la Secretaría Nacional de lucha contra el narcotráfico y es uno de los procesados en la causa que instruye la jueza María Servini y que investiga el ingreso del precursor químico a nuestro país.
Dice que Ibar Pérez Corradi miente, que Anibal Fernández le destruyó la vida y que todos durante el gobierno kirchnerista fueron advertidos de lo que ocurría pero también miraron para otro lado. Aquí, parte del diálogo:
–¿Aníbal Fernández es "la morsa?"
–No lo sé. Me encantaría decir que sí porque Aníbal fue una de las personas que más daño me ha hecho en la vida. Pero no puedo asegurarlo. Hay tres personas que coinciden con la descripción física de "la morsa": el jefe de drogas peligrosas de la época, Carlos Gorosito; el jefe de la policía federal Néstor Valleca o Aníbal Fernández. Lo que es lo mismo. Es la trinidad del único poder y verdadero.
–¿Por qué dice que le han hecho tanto daño?
–Hoy estoy procesado ante la justicia federal por el mismo delito que yo combatí toda mi vida: el narcotráfico. Ni siquiera tuvieron la delicadeza de matarme. Son unos perversos. Hago responsable de esto a Aníbal Fernández. Él destruyó todos los controles del Estado que podían monitorear el ingreso a la Argentina de precursores químicos como la efedrina. Hubo acciones deliberadas para destruir la Sedronar y todos sus controles.
–La responsabilidad del ingreso de efedrina era de ustedes, de la Sedronar
–Esto es parcialmente cierto. Nosotros debíamos autorizar el ingreso de algunas sustancias, entre ellas la efedrina. Existen leyes como la de farmacias que permite a las droguerías el ingreso de estas sustancias con la única obligación de informarlo al Ministerio. El Sedronar no debía preocuparse de estos ingresos porque las droguerías debían hacer un control de calidad de efedrina e informarlo. Podría no haber existido la Sedronar pero debió haberse sabido qué cosa ingresaba.
–Usted y su jefe José Granero, que está también procesado, venían de Santa Cruz de la mano del kirchnerismo
–José Granero no era K. Era del MID, enfrentado con Néstor Kirchner en Santa Cruz, a quien trajeron a Buenos Aires para sacárselo de encima y no le dieron presupuesto para que no pudiera controlar nada. Para controlar todos los precursores químicos de todo el país nos daban sólo a 4 personas.
–¿Por qué no lo denunció en su momento?
–Claro que lo denunciamos. Lo hice ante la Auditoría General de la Nación y ante la presidente. Nadie me quiso escuchar. En el 2007 nosotros detectamos que algo raro pasaba con la efedrina y no nos escucharon.