Muchas veces el destino juega un papel importante y en esta historia contribuyó, más allá de los factores indiscutidos que son el sacrificio y la perseverancia a la hora de entrenar. Las vidas deportivas de Santiago Lange y Cecilia Carranza iban por carriles diferentes, pero un pedido de ayuda cambió todo por completo.
La rosarina tenía como ídolo al oriundo de San Isidro, por eso le insistió, en reiteradas oportunidades, para tener una reunión con él y consultarle sobre el destino de su carrera. "Venía navegando con otro compañero y quería que nos ayude, pero cuando logré coordinar una reunión, dejamos de navegar juntos. Igualmente quise verlo, porque estaba perdida y él, con su experiencia, podía guiarme", le dijo a Infobae la mujer que ahora posee una medalla dorada.
"Fueron casualidades de la vida hasta llegar a esto. Santi, durante el 2014, ayudaba a sus hijos como entrenador. Nos juntamos para debatir un poco y él se quería separar del rol de entrenador, que era una gran responsabilidad", contó Carranza.
La medallista olímpica contó como fue el detrás de escena de la decisión que terminó por unirla a Lange en un equipo. "Surgió la posibilidad de hacer algo juntos. Fue una idea, que al principio, comenzó de manera tímida, que fue para probar", aseguró. "Queríamos ver si el equipo funcionaba, si a él le funcionaban la rodillas. Luego estábamos entusiasmado y apretamos el acelerador", agregó.
Santiago Lange, el más experimentado del dúo, se mostró en la misma línea que su compañera: "Ella me preguntó sobre qué hacer con su carrera deportiva. Cuando vi que podía estar con ella, le pregunté de probar. Y al primer día que lo hicimos fue impresionante", sostuvo.
Con el correr del tiempo, ambos comenzaron a percibir que decir presentes en Río de Janeiro no era ninguna quimera: "Cuando empezamos los entrenamientos, yo ya tenía la llama encendida de los Juegos y creo que a él se le volvió a prender. Así fue como de repente cambió de ser una prueba, a ir por todo", soltó Carranza.
Pero lo que hoy brilla costó demasiado. A las complicaciones que ya tenían de por sí, al ser una pareja que nunca había competido antes, se le sumó un inesperado inconveniente: a Lange le detectaron un cáncer (derivó en la pérdida de la mitad de un pulmón).
"Durante 8 meses me dedique a mi salud, y cuando empecé no sabíamos a dónde iba a terminar esta historia. En 2015 estamos muy atrás de los buenos equipos. Estábamos lejísimos y fuimos creciendo en confianza con el correr del tiempo", sostuvo el ganador de dos preseas de bronce junto a Carlos Espínola en la clase Tornado.
Sin embargo, el no bajar los brazos dio sus frutos y terminaron logrando el primer puesto en la categoría Nacra 17. "Para los rivales fue increíble el esfuerzo que hicimos. Que en 10 meses recuperemos todo el tiempo perdido para ellos fue increíble. Estaban emocionados por nuestro logro y nos decían que nadie lo merecía más que nosotros", explicó Carranza, con la sonrisa del triunfo aún dibujada en su cara.
El futuro de ambos, una incógnita
Tanto Santiago Lange como Cecilia Carranza coincidieron en que lo que viene puede ser prometedor, aunque los dos no confirmaron seguir trabajando juntos. "Hoy no tengo claro mi futuro deportivo. Lo que sí, tenemos el pilar más importante, que es el equipo de trabajo. Podemos encarar cualquier otro desafío, sólo resta saber si tendremos las ganas. Eso lo sabremos más adelante", confesó la rosarina.
Lange, en diálogo con Infobae, dejó la puerta abierta a la posibilidad de retirarse: "En cuanto al proyecto que tenemos, es muy bueno. Y el equipo puede seguir". Además, se animó a dar el nombre de su posible reemplazante: Mateo Majdalani (ofició de entrenador de ambos en los Juegos Olímpicos). "Es un gran talento y ya es parte del equipo", sostuvo.