La jornada del judo estuvo cargada de emoción e historia. El oro conseguido por Paula Pareto significó la coronación de un trabajo que comenzó hace años. "Yo le dije que la iba a entrenar para que sea campeona olímpica y hoy cumplimos el objetivo", le dijo a Infobae la entrenadora de la Peque, Laura Martinel.
La judoca se convirtió en la primera mujer en lograr la hazaña y las lágrimas de alegría que se derramaron en el escalón más alto del podio, acompañadas con las estrofas del himno argentino, le pusieron el sello a la gesta. "Fue algo increíble. Impensado. Esto puede ser un aventón para todas las mujeres que se dedican a este deporte, porque muchas veces se le da más importancia a la versión masculina", dijo la campeona.
Según su su coach, "fue un ciclo que empezó después de Londres", pero la protagonista no coincidió en ello porque "todas las competencias son diferentes". "Tuve varios torneos en donde me fue mal y otros en los que conseguí buenos resultados. Ésta fue otra historia", advirtió la bonaerense.
A pesar de la adversidad que presentó el público local en el Arena 2 del Parque Olímpico, la Peque destacó la importancia de haber ganado en Brasil "porque fue cerca de casa y pudo viajar mucha gente de Argentina".
Finalmente, la oriunda de San Fernando destacó el esfuerzo de su equipo y le dejó un mensaje a todos aquellos que tienen la posibilidad de estudiar y practicar un deporte de alta competencia al mismo tiempo: "Es lindo saber que una puede ser la imagen para los que abandonan el estudio por el deporte o viceversa. Creo que se pueden hacer las dos cosas a la vez con organización y sacrificio".
Como resumió su entrenadora, "Paula se convirtió en una leyenda". Su sello quedará marcado en los libros de gloria pintados con los colores celeste y blanco. La Peque fue una gigante en Río de Janeiro y su figura permanecerá bañada en oro.