Está claro que por razones de estricta confidencialidad no podemos revelar el rostro ni la ubicación de la oficina de Matías Mustacciolo. Sólo decir que lidera un equipo de 50 personas con un promedio de edad de 27 años que trabajan en una planta abierta parecida a un espacio ferroviario, con paredes de ladrillo curtido a la vista, mesas largas de trabajo de corte industrial, aire acondicionado central que cruza los 62 mts de largo que tiene el lugar, cada uno detrás de su laptop, mientras modernas pantallas proyectan lo que sucede en las redes sociales en tiempo real. Matías nos recibe tirado en un puff vestido de blanco "La verdad es que tengo muchos éxitos, pero como el de Macri Gato ninguno".
Los creativos publicitarios son apasionados y Matías no podía ser la excepción. Por eso abandona la pose Alan Faena que tiene desde que llegamos, se para y empieza gesticular: "Pocos saben que la movida más viral de los últimos dos años se me ocurrió después de escuchar a Mauricio despotricar con que no lograba conectar con la clase baja. Recuerdo que repetía sin parar 'Con el cambio ganan todos, hasta los que menos tienen. Con Cambiemos ganamos todos'. Se le veía tan convencido que supe que había algo, pero no sabía qué". Ante nuestro asombro, Matías escribe en el aire con su mano derecha la frase Ganamos Todos. "En ese momento tuve una epifanía y se me apareció GATO. Que viene de juntar Ganamos Todos. Macri Gato. Con Macri ganamos todos".
Hay que reconocer que, además de apasionado, es un estratega: "Como mi fuerte son las acciones de guerrilla, empezamos con pintadas en la calle por parte de grupos de izquierda a los cuales contraté, mientras convencía a los kirchneristas más fanáticos de que con esta frase Macri estaba liquidado". Como se pasa de entusiasta, lo presionamos para ver si puede fundamentar la idea "Te afirmo que cada vez que alguien dice Macri Gato se activa en el cerebro un mecanismo que lo impulsa a votar a Cambiemos. Es el principio básico de la neurociencia aplicado a la publicidad. Por eso ganamos en 10 provincias y empatamos en Buenos Aires y Santa Fe".
Admirado por unos, señalado como un manipulador serial por otros, Matías aclara que sus prácticas están en el marco de la legalidad. "Como el caso de Daniel Scioli, quien me pidió levantar el perfil, entonces lo mandé a que anunciara el embarazo porque eso lo iba a mostrar como un semental a los 60 años. En paralelo, como también asesoro a Massa, le dije a Gisela que salga a cruzarlo sin piedad con el tema del aborto. ¿Qué tiene de jodido eso? Sergio al final quedó como la tercera opción clara, Daniel logró su cometido que era ir escondido en la lista de Cristina, así que les funcionó a todos. Yo soy un capitalista, veo las oportunidades y las tomo".
Este creativo top recibido en "la universidad de la calle" como le gusta repetir a cada rato, vuelve a la carga con un ejemplo polémico: "Soy el que le recomendé a De Vido que lo mandara al frente a José López para limpiar su imagen. Lo armé todo porque la gente necesitaba urgente a un preso, a alguien a quien odiar y, además, Julio no tenía lugar en su casa para guardar esos 9 millones de dólares ya que la caja fuerte del departamento de Capital es muy chica. En Santa Cruz es otra cosa".
Hablando de Julio De Vido, la jugada de hace un par de semanas en el Congreso tal vez haya sido una obra de arte de las comunicaciones donde se pudo ver como nunca el despliegue de este genio del marketing, quien trabajó en simultáneo para 6 candidatos. "Esa semana fue un caos. Es que tratar de quedar bien con todos se complica a veces. A Julio, que me llamó desesperado, le recomendé no sobreactuar porque Cambiemos no llegaba con los dos tercios de los votos. En paralelo le dije a Massa que no pusiera todos los huevos en la misma canasta. Por eso apoyó la destitución de Julio y lo usamos al hijo de Moyano para que saliera a decir que Cambiemos y el Kirchnerismo son la misma porquería".
Sólo con estos ejemplos uno creería que basta y sobra para tildarlo de mercenario, pero no, Matías avanza aún más. "Florencio quería meterse en la discusión así que lo convencí de que diga que sería un grave error destituir a Julio, total no se jugaba nada. Como Del Caño y Miriam Bregman siempre me piden un descuento, les aconsejé que lo mejor era acompañarlo a De Vido (que sí me paga y mucho). Con eso sepulté a la izquierda para todo el campeonato, total no tienen un mango. Y en el medio de este tsunami de operaciones, me di el lujo de dejarle todo servido en bandeja a Cambiemos, porque ojo, Julio zafó de ésta pero la gente quedó tan caliente que en Octubre arrasan con tal de parar a estos delincuentes". Curiosa forma de interpretar la corrupción la de este creativo publicitario que jura haber dormido con unas gotas al director de Intratables, entrar al control y decirle al oído a Brancatelli que le pegara a Vidal, mientras le daba la señal por el otro micrófono a María Eugenia quien tenía claro que contraatacar una hora antes de que empezara la veda, dejaba sin derecho a réplica al resto de los candidatos.
Otros éxitos de este polémico creativo, si se pueden llamar éxitos, son el haber convencido a Carla Peterson de que volviera de EE.UU porque Lousteau ganaba seguro en Capital (contratado por Horacio Rodríguez Larreta) y convencer a Guillermo Moreno y Gustavo Vera de que podían ser diputados cuando no los vota ni el Papa Francisco (contratado por un exultante Filmus) Para terminar lo consultamos si alguna vez trabajó para Cristina. Su respuesta fue terminante "¿Pero quién te creés que soy? Tengo mis límites". Epa, miralo a Matías.