Jenna Jameson, la reina del porno: la clave de su éxito, sus problemas de salud y el amor con una peluquera

La actriz cumple 50 años. Cómo fueron sus inicios como showgirl en Las Vegas y su ingreso al cine triple x. Los problemas de salud contra los que batalló y el casamiento con Jessi Lawless

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Jenna nació en Nevada el 9 de abril de 1974. Su madre era bailarina en clubes nocturnos, showgirl. Un melanoma la mató con velocidad cuando Jenna tenía dos años (Photo by Evan Hurd/Sygma/Sygma via Getty Images)
Jenna nació en Nevada el 9 de abril de 1974. Su madre era bailarina en clubes nocturnos, showgirl. Un melanoma la mató con velocidad cuando Jenna tenía dos años (Photo by Evan Hurd/Sygma/Sygma via Getty Images)

Creyó que no iba a festejar este cumpleaños, que no iba a alcanzar el número redondo. Pero contra los comentarios agoreros y los diagnósticos de varios médicos, hoy Jenna Jameson, la Reina del Porno, cumple 50 años.

En enero de 2022 ingresó al hospital. Su estado era grave. No podía mover las piernas, su cuerpo se paralizaba de a poco. Le dieron seis meses de vida. El primer diagnóstico estableció que tenía una poco frecuente enfermedad neurológica, el Síndrome de Guillain Barré, una condición en la que el sistema inmunitario ataca el sistema nervioso periférico provocando síntomas de parálisis, entre otros.

Semanas después descartaron esa posibilidad. Alguien dijo que lo que padecía era una extraña forma de leucemia. No respondía a ningún tratamiento. El deterioro era cada vez mayor. Los nombres de las enfermedades seguían pasando por su historia clínica y desechándose. Sufrió deterioro cognitivo y pérdida de memoria. “Pensé que ya estaba, que mi tiempo se había acabado, que ya no tenía más posibilidades. Pero me propuse intentarlo, dar la pelea”, dijo.

En Instagram, Jenna subió una foto actual en una pose sensual junto a la de los días iniciales en su hogar en la que intentaba dar sus nuevos primeros pasos con un andador
En Instagram, Jenna subió una foto actual en una pose sensual junto a la de los días iniciales en su hogar en la que intentaba dar sus nuevos primeros pasos con un andador

La resurrección de Jenna

Un día, nueve meses después de ingresar al hospital de Las Vegas, pidió una silla de ruedas, firmó los papeles para asumir la responsabilidad por su salud y ante el azoramiento de los médicos, se retiró a su casa. Ya había sobrevivido tres meses más que lo que habían augurado al entrar pero tampoco percibía más avances que el de permanecer con vida. Desde ese momento inició una ardua recuperación. La mujer que había llegado a la cima del porno no podía moverse. Tuvo, entre otras cosas, que volver a aprender a caminar. Hace poco en Instagram subió una foto actual en una pose sensual junto a la de los días iniciales en su hogar en la que intentaba dar sus nuevos primeros pasos con un andador.

Su estado actual es un misterio aunque en el último tiempo retomó las presentaciones públicas y en su Instagram suba periódicamente fotos en las que se la ve mejor, y feliz y agradecida con su esposa. En cada publicación expresa su amor por Jessi Lawless.

Jenna nació en Nevada el 9 de abril de 1974. Su madre era bailarina en clubes nocturnos, showgirl. Un melanoma la mató con velocidad cuando Jenna tenía dos años. El costo del tratamiento y varias malas decisiones del padre en medio de la depresión por la súbita viudez y el tener que criar a dos hijos pequeño solo, hicieron que la familia perdiera la casa. Vivieron durante un tiempo en casas rodantes. La abuela paterna, tiempo después, se encargó de criar a los chicos.

Jenna desarrolló tarde, pasados los 15. Envidiaba a sus amigas que tenían senos pronunciados y vellos púbicos; las demás chicas de su edad eran adolescentes y ella seguía siendo una nena (Photo by Jean-Paul Aussenard/WireImage)
Jenna desarrolló tarde, pasados los 15. Envidiaba a sus amigas que tenían senos pronunciados y vellos púbicos; las demás chicas de su edad eran adolescentes y ella seguía siendo una nena (Photo by Jean-Paul Aussenard/WireImage)

Los inicios de Jameson

Jenna desarrolló tarde, pasados los 15. Envidiaba a sus amigas que tenían senos pronunciados y vellos púbicos; las demás chicas de su edad eran adolescentes y ella seguía siendo una nena. Después todo se dio muy rápido. Una explosión. A los 16, mintiendo la edad, valiéndose de un documento falsificado, siguió los pasos de la madre y se inició como showgirl. Al poco tiempo dio un paso más, y entró en otro club nocturno donde hacía strip tease. Se desnudaba totalmente en el escenario.

Alguien le dijo que en el Crazy Horse de Las Vegas se ganaba mucho mejor dinero. En la audición de prueba fue rechazada porque tenía aparatos de ortodoncia. Jenna no se quejó. Fue a su casa, tomó una pinza de la caja de herramientas de su padre y se encerró en el baño. Se arrancó los alambres a pequeños tirones y al día siguiente se volvió a presentar en la puerta del club. La contrataron. A los pocos meses ganaba alrededor de 2.000 dólares por noche. Al mismo tiempo terminaba la escuela secundaria.

Para esa época tuvo su primera relación seria. Se puso de novia con Jack luego de haber sido violada por cuatro universitarios que venían de jugar fútbol americano y la levantaron en la ruta mientras hacía dedo. Jack estaba dando sus primeros pasos como tatuador. Jenna de esa relación no se llevó demasiado: otra violación a manos del tío motoquero de su novio, una feroz adicción a las drogas y el primero -y más célebre- de sus múltiples tatuajes: dos corazones en su nalga derecha (a los que luego le agregó la palabra Heartbreaker- Rompecorazones).

De su adicción a las drogas dice que le quedó una secuela, la logorrea. Una imparable necesidad de hablar torrencialmente, sin parar, sin filtro (IG: jennajameson)
De su adicción a las drogas dice que le quedó una secuela, la logorrea. Una imparable necesidad de hablar torrencialmente, sin parar, sin filtro (IG: jennajameson)

El derrumbe de Jameson

Las drogas la estaban consumiendo. Jack era adicto a la heroína y ella consumía cocaína, LSD y metanfetaminas. Primero se quedó sin sesiones de fotos para revistas masculinas porque estaba demasiado flaca. Después, estuvo tan consumida, que la echaron del club nocturno: nadie quería ver las costillas de un espectro deambulando por el escenario. Llegó a pesar 34 kilos y tenía dificultades para mantenerse en pie. Regresó a California donde estaba su padre y comenzó un tratamiento para desintoxicarse.

De su adicción a las drogas dice que le quedó una secuela, la logorrea. Una imparable necesidad de hablar torrencialmente, sin parar, sin filtro. Una locuacidad agotadora y frenética.

Con su padre la relación fue complicada durante décadas. Cuando Jenna se convirtió en una estrella, el señor Massoli, el ex sheriff del condado, se mostró en público varias veces con ella. “Cuando tu hija tiene un trabajo que no es aceptado socialmente, te quedan dos opciones: podés no querer saber nada ni con ella ni con su actividad, o podés apoyarla. Yo elegí la segunda”, dijo. Luego agregó: “Todo el mundo tiene sexo. La única diferencia es que Jenna deja que la veas y así hace una montaña de plata”.

“Todo el mundo tiene sexo. La única diferencia es que Jenna deja que la veas y así hace una montaña de plata”, dijo el padre de Jenna (Photo by Paul Archuleta/FilmMagic)
“Todo el mundo tiene sexo. La única diferencia es que Jenna deja que la veas y así hace una montaña de plata”, dijo el padre de Jenna (Photo by Paul Archuleta/FilmMagic)

Sobre su entraba al mundo del porno hay varias versiones. Algunos dicen que fue empujada por Jack, otros creen que era el paso natural luego de los clubes nocturnos si quería seguir ganando dinero; por su parte, ella asegura que lo hizo por despecho, como venganza hacia su novio Jack por haberla engañado. Le pidió a Randy West, un actor porno legendario, que le diera una escena en una de sus películas, en las que sin un argumento, cada escena servía para presentar a principiantes en el género. Para empezar pidió que fuera una escena lésbica. West aceptó.

Antes de comenzar a rodar, la joven Jenna se acercó a Randy West y le aclaró: “Mirá que yo voy a ser una estrella del porno”. West creyó que se trataba de una fanfarronada de una debutante. Apenas finalizó la escena tuvo que reconocer que esa joven tenía algo diferente a los demás. “Fue impresionante su irrupción. Creía que iba a ser una de las buenas. Pero nunca que iba a alcanzar el nivel de estrellato al que llegó”, dijo West.

Jenna Jameson debuta en el porno

Ese debut se dio en 1993 en Up and Cummers 10. En la siguiente de la serie, tuvo su primera escena con un hombre.

Un año, una operación de implantes y varias películas después, firmó un contrato de exclusividad con una pequeña productora de films porno de Los Ángeles llamada Wicked Pictures. Se comprometió a filmar 8 películas; por cada una recibiría 6.000 dólares.

Jenna Jameson con una de sus parejas, Tito Ortiz (Photo by Denise Truscello/WireImage)
Jenna Jameson con una de sus parejas, Tito Ortiz (Photo by Denise Truscello/WireImage)

El dueño de la productora y actor principal era Brad Armstrong, quien se convirtió en su primer marido. El matrimonio fue fugaz, duró dos meses y medio. Jenna debió cumplir su contrato pese a la ruptura.

Para triunfar en la industria, entre muchas otras cosas, necesitaba un buen nombre. Una pornstar no podía llamarse Jenna Marie Massoli. No sonaba lo demasiado contundente, ni sugerente. No fue necesario que ningún productor le dijera que buscara un nombre artístico. Ella pretendía, también, no avergonzar a su padre y a su hermano. Barajó varias opciones pero no encontraba el apellido adecuado. Su nombre de pila lo conservaría. Era breve, sonoro, contundente, no demasiado usual. Una noche buscaba un apellido que llamara la atención pero que no fuera de mal gusto, que no sonora demasiado vulgar ni rimbombante. Mientras rumiaba esa cuestión, le pidió al barman otra vuelta de lo que estaba tomando. Cuando el hombre llenaba el vaso breve con la bebida espirituosa, ella encontró la solución en la etiqueta de la botella: Jameson. Ese sería el apellido. El nombre de un whisky, una bebida fuerte y noble. “Y el whisky es, también, rock and roll”, escribió en sus memorias.

En medio de una filmación en esos comienzos de su carrera se dio cuenta de que podía ser una estrella en el mundo del porno. Sabía que tenía un físico atractivo, que era linda, que estaba dispuesta todo, que tenía el ángel que hacía que los hombres (y muchas mujeres) la prefieran. Pero ese día descubrió otra cosa. Supo que además la acompañaban ciertas habilidades de las que el resto carecía: “Hubo un momento en que cada parte de mi cuerpo –mis manos, mi boca, mis piernas- comenzaron a moverse, a bombear, de diferentes maneras cada una pero en un perfecto ritmo de conjunto. En ese momento, como en una revelación, descubrí que querían significar cuando hablaban de dínamo sexual”.

Ese debut se dio en 1993 en Up and Cummers 10. En la siguiente de la serie, tuvo su primera escena con un hombre (IG: jennajameson)
Ese debut se dio en 1993 en Up and Cummers 10. En la siguiente de la serie, tuvo su primera escena con un hombre (IG: jennajameson)

Al año siguiente arrasó con los premios de la industria. Su aparición provocó una pequeña revolución. El público agotaba sus DVDs. En pocos años cobraba 60.000 dólares por película; es decir le pagaban ese dinero por un día y medio de rodaje.

Además seguía bailando varias noches al mes. Pero la paga había crecido considerablemente. Su cachet podía ir desde los 8.000 dólares por noche a los 25.000.

Su siguiente marido también pertenecía a la industria del porno, Jay Grdina. Con él se independizó.

Con su pareja Jay Grdina creó una puntocom que se convertiría en un emporio porno, ClubJenna. Allí grabó muchísimos videos que se vendieron muy bien y que tuvieron millones de bajadas y reproducciones en la web. Durante más de cinco años, Jenna sólo grabó escenas con él y con otras mujeres. No cambiaba, al menos ante cámaras, a su partenaire masculino.

La muñeca de Jenna le dio grandes ganancias a la actriz porno
La muñeca de Jenna le dio grandes ganancias a la actriz porno

Los juguetes de Jenna

El sitio de internet proporcionaba mucho más que videos y fotos porno. Ofrecía un diario sexual, un consultorio con consejos sexuales, remeras con la cara (y los pechos) de ella, tazas y merchandising diverso, una especie de Funko Pops (bobble-head dolls) de Jenna, juguetes sexuales, perfumes, cremas íntimas y una sección de avisos clasificados para encuentros y servicios personales. Un shopping sexual y cibernético. Fue el primero sitio en hacerlo, en entender que había una amplia gama de posibilidades comerciales. De a poco fue incorporando sitios de otras estrellas porno y produciendo films. Se convirtió en una especie de gran portal sexual a principios de siglo. Jenna y Grdina habían entendido a su público y, en especial, a su época.

No les fue nada mal. A tres semanas del lanzamiento, ya dejaba beneficios. Se calcula que durante mucho tiempo, el sitio produjo más de 15 millones de dólares de ganancias anuales.

En el 2006, la empresa fue comprada por Playboy.

Su autobiografía –escrita con la colaboración del polémica y efectivo periodista Neil Strauss- Cómo hacer el amor igual que una estrella porno fue un gran suceso se tradujo a una veintena de idiomas y permaneció casi dos meses en la lista de los más vendidos del New York Times. Es un collage de chismes, nombres famosos (Howard Stern, Marilyn Manson, algunos actores), duras escenas narradas sin eufemismos, un decálogo para practicar sexo oral, entrevistas tediosas a familiares, dibujos de su infancia y fotos de su carrera pública. Allí también habla sobre la mejor escena que filmó. Jenna recordó a uno de sus partenaires masculinos y dijo que era “tan enérgico y vibrante que intentar mantener contacto visual con él era como intentar leer a Dostoievski en una montaña rusa”.

Su autobiografía, Cómo hacer el amor igual que una estrella porno, fue un gran suceso se tradujo a una veintena de idiomas y permaneció casi dos meses en la lista de los más vendidos del New York Times (Photo by Jamie McCarthy/WireImage)
Su autobiografía, Cómo hacer el amor igual que una estrella porno, fue un gran suceso se tradujo a una veintena de idiomas y permaneció casi dos meses en la lista de los más vendidos del New York Times (Photo by Jamie McCarthy/WireImage)

En 2008 anunció que no filmaría más escenas condicionadas y se retiró en la cúspide.

Con los años tuvo un reality show, apareció en la película de Howard Stern, en un video de Eminem, en varios programas de televisión y en videojuegos. Tiene también su figura de cera en el Museo de Madame Tussauds.

Los amores de Jenna

En el 2006, dejó a Grdina y comenzó a salir con Tito Ortiz, una estrella de las artes marciales mixtas. Se casaron. Al poco tiempo Jenna quedó embarazada de mellizos. La pareja con el luchador se rompió cinco años después. La separación fue litigiosa y para nada pacífica. Ortíz, tras pelear en tribunales, consiguió la custodia de sus hijos.

Al poco tiempo llegó la cuarta boda con Lior Britton y su primera hija.

El 23 de mayo del año pasado Jenna se volvió a casar. Su quinta boda, pero la primera con una mujer. Jessi Lawless, ex peluquera (Photo by Albert L. Ortega/Getty Images)
El 23 de mayo del año pasado Jenna se volvió a casar. Su quinta boda, pero la primera con una mujer. Jessi Lawless, ex peluquera (Photo by Albert L. Ortega/Getty Images)

A principios de siglo Jenna había declarado que era bisexual, lo cual no podría llamar la atención a nadie. Solo delante de las cámaras había tenido más de 100 compañeras diferentes en escenas explícitas (y una treintena de partenaires sexuales varones). Pero en 2008 afirmó lo contrario. Dijo que era completamente heterosexual y que lo que estaba en los videos era meramente trabajo.

A principios de 2023 anunció la separación de Britton, su cuarto marido y padre de su hija, y anunció su nueva relación. El 23 de mayo del año pasado Jenna se volvió a casar. Su quinta boda, pero la primera con una mujer. Jessi Lawless, ex peluquera, es una figura de Tik Tok con más de 2 millones de seguidores. Allí reparte consejos de vida y muestra con humor escenas de su vida cotidiana. Jenna, usuaria consuetudinaria de esa red social, la descubrió haciendo scroll una noche. Le mandó mensajes que, al principio, no recibieron respuesta. Jenna se convirtió casi en una troll: la bombardeó a mensajes y comentarios. Jessi tardó bastante en descubrir que el usuario Jenna Can´t Lose pertenecía a la máxima estrella del porno.

Jenna declaró que recién cerca de los cincuenta años descubrió que lo que le gustaba definitivamente eran las mujeres: “Traté de repasar en mi mente por qué alguna vez salí o me casé con hombres. Es realmente malo y egoísta pero debo decirlo: estoy convencida que lo que me impulsó fue tener hijos. Recién ahora me encontré a mí misma y estoy aceptando mis sentimientos más profundos”.