Admirador de Julio Cortázar y Bioy Casares, y amigo personal de Tomás Eloy Martínez, Paul Auster será uno de los visitantes ilustres de la próxima edición de la Feria del Libro. Además, llegará con novela nueva: luego de siete años de silencio, en pocos meses publicará 4 3 2 1 por Seix Barral.
Proponemos aquí un recorrido para conocerlo, pero, con más de 40 títulos en su haber —novelas, relatos, ensayos, poesía, teatro, guión— , sabemos que es, apenas, un breve recorte. Si alguien quiere completar la lista en los comentarios, será muy bien recibido.
El palacio de la luna (1989). Es una gran novela de aprendizaje. El protagonista se llama Marco, es un chico de veintipico que fue criado por un tío clarinetista, quien, al morir, lo dejó sin recursos económicos, pero con una biblioteca enorme. Tras una serie de peripecias, que incluyen vivir como un homeless en Central Park, Marco sale a buscar su destino en las rutas de Estados Unidos. El vagabundeo, lejos de la experiencia beatnik de la generación anterior, tiene como telón de fondo la tragedia de la guerra de Vietnam y la hazaña del hombre en la luna.
El libro de las ilusiones (2002). Situada en los años 80, la novela tiene el comienzo característico de las historias de Auster: una crisis que lleva al protagonista a recluirse. David Zimmer está todavía encajando el golpe de haber perdido a su familia en un accidente aéreo cuando se topa con una vieja película muda de un actor llamado Héctor Mann –una curiosidad: el actor resulta ser argentino–. Desde entonces mira obsesivamente todas sus películas y hasta escribe un libro. Aquí otra característica de Auster: uno nunca puede anticipar el rumbo de los personajes. Y así es la vida de Zimmer: avanza de sorpresa a sorpresa.
La noche del oráculo (2004). El escritor Sydney Orr se recupera de una experiencia que lo llevó al límite entre la vida y la muerte. La manera de salir de allí es escribiendo y salta la crisis de la hoja en blanco gracias a un cuaderno portugués, que tendría un efecto mágico sobre él. Entre la historia de Orr y el cuento que escribe —que es fabuloso— se va borrando la línea de la realidad y ficción, al punto de plantear que son las palabras del escritor las que desencadenan los hechos de la realidad.
Brooklyn Follies (2005). ¿Cómo eran Nueva York y el mundo antes de la caída de las Torres Gemelas? Brooklyn Follies termina la mañana del 11 de septiembre de 2001. Nathan Glass, 60 años, recién separado, en tratamiento por un cáncer de pulmón, está buscando el lugar donde pasar sus últimos años en paz. Paul Auster tiene la gran capacidad de crear personajes "reales". A lo largo de los años uno puede olvidarse de los argumentos, pero no de sus protagonistas. Aquí, además de Nathan, están su sobrino Tom, un tipo de treinta que se siente vencido por la vida, y Harry, un amigo gay con el que forman un trío dispar. Todo cambia y se acelera cuando llega Lucy.
Sunset Park (2010). Es, hasta hoy, la última novela de Paul Auster. Si bien la política aparece como rumor en todos sus libros, en los últimos hay una presencia explícita. En Brooklyn Follies hay discusiones explícitas sobre el gobierno de Bush (hijo), en Un hombre en la oscuridad se narra la muerte en Irak y Sunset Park tiene como marco la crisis económica del 2008. Sunset Park tiene un fuerte anclaje en las novelas de Francis Scott Fitzgerald: Paul Auster parecería decirnos que, a casi cien años de El gran Gatsby, todavía no hemos aprendido nada.
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