Se ha escrito tanto sobre el amor que cualquier recorte que uno se proponga hacer a la hora de recomendar es prácticamente un chiste por lo arbitrario. Aún si está lejos de ser el tópico de moda en la literatura actual (tal vez, se puede pensar, ha sido monopolizado por el cine y la televisión; casi cualquier serie, trátese sobre caballos que hablan, invasiones zombies o médicos de guardia está cruzada por múltiples historias de amor), la historia y algo de la contemporaneidad nos provee de una variedad tan rica como inabarcable.
No solamente nos encontramos con amores de todo tipo, longitud, grado de éxito o dificultad; también la poesía y el ensayo nos han aportado reflexiones más felices o más angustiadas sobre esas historias o la posibilidad de ellas. Sin más preámbulo que esta advertencia, nos lanzamos a una lista caprichosa que, como toda ambición, se propone ofrecer opciones para gustos muy distintos y algunas recomendaciones para aquellos que piensen que las flores cortadas son un regalo melancólico y los bombones, profundamente inadecuados para este clima.
Persuasión, de Jane Austen
Es curioso que hoy celebremos a Jane Austen como una maestra del romance (más allá de su innegable maestría literaria). Sus novelas, protestantes y pedagógicas, suelen hacer una apología de amores atemperados, siempre balanceados con las buenas costumbres y la prudencia (ninguna de sus heroínas se casa con un hombre pobre), que despiertan, en general, más por la gratitud y la admiración al carácter moral de un hombre que por la pasión o la espontaneidad.
Sin apartarse demasiado de esta tradición, Persuasión ofrece algunos condimentos interesantes. Su heroína es una mujer mayor (para la época, claro: tiene 27 años) que se reencuentra casi una década después con un viejo amor que despreció por consejo de su familia y se pregunta si tiene una segunda oportunidad. Persuasión es tal vez la más melancólica pero también la más lograda de las novelas de Jane Austen, y la última que llegó a terminar. En su investigación sobre el paso del tiempo y la paciencia logra, aún si de forma oblicua, explorar algunos intersticios del amor que resisten la distancia que nos separa de la moral de esa época.
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Cartas a Milena, de Franz Kafka
Si algo tienen en común Cortázar, Frida Kahlo y Sigmund Freud, por elegir una tríada de autores bien diferentes que podría reemplazarse por muchísimas otras, es que todos escribieron hermosas y reveladoras cartas de amor. El género epistolar ha retornado a su merecido trono en el siglo XXI, un poco por el regreso de la palabra escrita, otro poco por el modo en que borra las fronteras entre ficción y realidad, entre la literatura y la vida, entre aquello que se escribe para ser publicado y lo que se escribe para mantener en secreto.
Ante la infinidad de opciones, nos decidimos por recomendar un clásico de clásicos: las cartas que Franz Kafka le escribió a Milena Jesenská entre 1920 y 1923. Milena conoció a Kafka a través de un cuento suyo que descubrió por casualidad y que quiso traducir del alemán al checo, convirtiéndose en su primera traductora. Las cartas son tan ardientes como inevitablemente tristes: Kafka y Milena no lograron pasar juntos más que unos días de su vida. Sin embargo, durante esos tres años se escribieron muchísimo y al final de sus días Kafka le confió a ella sus diarios.
Amores mutantes, de Leticia Frenkel
Muchos lectores y lectoras se quejan de que ya no son posibles o verosímiles las historias de amor épicas. Sin moral victoriana ni obstáculos familiares o de rango (hoy, al menos, los prejuicios de clase están más velados) los amores que no se consuman, dicen, son aquellos que no eran lo suficientemente intensos. Sin embargo, es evidente para cualquiera que efectivamente esté vivo en este tiempo que las cosas tampoco son tan fáciles; tal vez los grandes obstáculos de la época sean menos visibles y tengan más que ver con la neurosis o la opacidad del deseo, pero estos problemas merecen (y tienen) sus propias novelas.
La recientísima Amores mutantes de Leticia Frenkel pone en escena el modo en que estos conflictos se manifiestan en los primeros amores, esos que están contaminados con el descubrimiento del mundo, del trabajo, de la vida que existe por fuera del colegio y por fuera de los padres. Lo interesante además es la decisión del punto de vista de la narradora, que se corre del protagonismo y mira un poco desde afuera, como muchas veces sentimos que miramos el mundo en ese corte final de la adolescencia.
Mitomanías de los sexos, de Alejandro Grimson y Eleonor Faur
Puede sonar frío, pero para aquellos que se dedican a las ciencias sociales eso que llamamos amor puede ser un legítimo y rico objeto de estudios. En esta obra de divulgación, interesante y fácil de leer, pensada para aquellos que hace 10 o 20 años compraron best sellers como Los hombres son de Marte, las mujeres son de Venus (para descubrir perplejos que se encontraban con un set de prejuicios de poca ayuda en el mundo actual), la socióloga Eleonor Faur y el antropólogo Alejandro Grimson se proponen desarmar algunos lugares comunes respecto del amor y la pareja que todavía laten en el inconsciente colectivo de nuestra sociedad. Los roles de género, la soltería como maldición, los imperativos en torno al recorrido que debe hacer una pareja y aquello que deberíamos esperar del amor romántico son algunos de los tópicos que Grimson y Faur se proponen desarmar sin cinismo. Un regalo útil, divertido y autoconsciente para parejas de larga data que hayan sobrevivido su buena dosis de altibajos.
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La materia de este mundo, de Sharon Olds
Por supuesto que no puede faltar en ninguna selección de textos amorosos un buen libro de poemas, pero muchos de los más famosos versos sobre el amor han quedado un poco envejecidos, o fueron tan usados que ya nos suenan a señaladores o a tarjetas de felicitaciones.
Sharon Olds es una autora que probablemente jamás goce de ese "honor": sus poemas son claros en un sentido, en tanto no se vale de metáforas complicadas ni lenguajes estrambóticos, pero oscuros en tanto se detienen en algunos de los aspectos más oscuros de la vida humana, la femineidad, los afectos y también la política. La materia de este mundo es la primera antología de su obra que se publica en el país y abarca varios libros, de modo que no trata exclusivamente sobre el amor romántico (como sucede con su último libro, Stag's leap, de 2012, que es una crónica durísima del final de su matrimonio) pero ofrece suficientes visiones de él como para ameritar el lugar en esta lista. Ideal para sorprender a los que creen que los poemas de amor no pueden ser otra cosa que melosas obviedades.
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